El jabón es un producto comercial de gran uso; sin embargo, también es uno de los contaminantes más fuertes debido a su alto contenido en aceite.
Si quieres tener una actitud más amigable hacia el medio ambiente, recicla tu aceite para hacer un jabón casero.
Si quieres tener una actitud más amigable hacia el medio ambiente, recicla tu aceite para hacer un jabón casero.
El proceso que se sigue para realizar este jabón casero es conocido como saponificación, es decir que, al entrar en contacto, la base y la grasa forman una reacción que crea el jabón. Gracias a este proceso, el jabón se transforma en una sustancia biodegradable que no daña al ecosistema.
Además de cuidar el medio ambiente, este jabón de glicerina será un excelente tratamiento para tu piel. Si decides reutilizar tu aceite de cocina, es recomendable que lo cueles para que quede en excelente estado.
Cómo hacer este jabón casero
Ingredientes
- 2 litros y medio de aceites usados y colados.
- 2 ½ de agua
- Sosa cáustica
Si tu jabón es para limpieza general, necesitarás ½ kilo; pero si lo deseas para uso cosmético, reduce esta cantidad a 330 gramos.
Recomendaciones:
- Trabaja en un ambiente ventilado.
- Usa guantes y gafas protectoras que impidan que la sosa cáustica entre en contacto con tu piel.
- Usa recipientes de vidrio, acero inoxidable o madera.
Preparación
Para preparar el jabón casero, comienza a diluir la sosa cáustica en el agua. Ve añadiéndola lentamente porque puede producir vapores tóxicos. Una vez que hayas terminado esta parte del proceso, es necesario que dejes que la mezcla se enfríe durante algunas horas. Pasado este tiempo, agrega el aceite. Es necesario que remuevas de forma constante y en el mismo sentido para evitar que el jabón se corte.
Si deseas aromatizar y darle color a tu jabón, es necesario que le agregues colorantes naturales y aceites esenciales una vez que la mezcla baje a la temperatura de 40 grados. Una vez que tengas la mezcla en los moldes, deberás dejarlos endurecer durante un mes.
Coloración
Para colorear los jabones necesitarás especias o infusiones de plantas. Las especias puedes usarlas directamente en polvo, pero en el caso de las plantas, debes realizar una infusión bastante concentrada.
Para hacer dichas infusiones, sigue la siguiente medida 3 tazas de la planta y una taza de agua. Mezcla los ingredientes al fuego y cuando comiencen a hervir reduce la intensidad de la flama. Retira de la estufa hasta que el líquido se haya reducido a la mitad, deja que se enfríe y cuela. Añade un poco de alcohol y unas gotitas de conservante natural.
Esta infusión debe conservarse en un lugar seco y oscuro para que conserve sus propiedades. La siguiente lista de colores te dará una idea de lo que necesitas:
Especia=(E)
Infusión=(I)
ROJO: Raíz de Alcaneta (I), Flores de Bignonia roja (I).
AMARILLO : Jengibre (E), Raíz de lirio (E) Azafrán (E), Caléndula (I), Manzanilla Común (I). Cúrcuma (E), Curry (E), Polen (E).
NARANJA: Pimentón (P), Cayena (E).
ROSA: Remolacha (I), Pétalos de Rosas (I)
MORADO: Flor de Violetas (I), Flor de lirio morado (I), Flor de lavanda (I).
LILA: Cáscara de cebolla morada (I), Flor de Malva (I).
MARRON: Henna (E), Canela (E), Cacao (E)
BEIGE: Té (I), Cáscara de cebolla común (I)
VERDE: Menta (I), Té verde (I), Ortiga (I), Hoja de Romero (I), Hiedra (I), Clorofila (E) y sobretodo Algas (I).
AZUL: Bayas de ciprés (I), Flor de lirio azul (I), Manzanilla Romana (I).
BLANCO: Talco (E)
NEGRO: Aceite de Cade.
http://informao.com/como-hacer-jabon-casero-con-aceite-usado
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