miércoles, 10 de abril de 2019

Fármacos para la Osteoporosis como Prolia o Xgeva causan roturas de huesos (y más daños) al dejarlos

El colmo de un medicamento es que sus efectos secundarios sean incrementar un problema ya existente del que tratamos de salir. 

Es lo que hace el fármaco Prolia, usado para la osteoporosis, que es la descalcificación de los huesos con obvio peligro de rotura de los mismos. Pues bien, Prolia los rompe.

Ayer varios medios de comunicación publicaron sobre los riesgos y daños del principio activo denosumab, cuya marca comercial más conocida es Prolia. 

En diversos hospitales los profesionales sanitarios han detectado numerosos casos de reacciones adversas graves provocadas por el producto. 

Especialistas del sector están expresando su honda preocupación ante lo que consideran un problema de salud pública “de enorme magnitud”.

Fue comercializado en 2010 para el tratamiento de la osteoporosis. Denosumab se administra mediante inyección a dosis de 60 mg cada seis meses (Prolia) o a dosis de 120 mg cada cuatro semanas (Xgeva) para la prevención de fracturas patológicas en adultos que padecen ciertos cánceres.





En estos años se han identificado varios efectos adversos potencialmente graves:

predisposición a infecciones, cáncer, reacciones de hipersensibilidad, trastornos autoinmunes e incremento de la incidencia de múltiples fracturas vertebrales espontáneas al suspender el tratamiento“.

El asunto es muy preocupante porque, como comentan los expertos, existen datos suficientes para concluir que la retirada del medicamento produce un efecto rebote negativo que ningún otra terapia formadora de hueso ha logrado evitar.

La primera en alertar del riesgo, a finales de 2016, fue la Agencia Suiza del Medicamento quien avisó de que hasta febrero de 2018 más de 110 notificaciones de fracturas vertebrales espontáneas múltiples tras la retirada del denosumab. Pero ya antes se conocían otros problemas de entidad.

La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) había publicado en septiembre de 2014, por ejemplo, una nota informativa en la que alertaba de que los medicamentos que llevan como principio activo denosumab, como Prolia o Xgeva, ofrecen riesgo de osteonecrosis mandibular e hipocalcemia.

¿De qué cantidad de mujeres dañadas podemos estar tratando? 

La farmacéutica que comercializa el fármaco, Amgen, sitúa la cifra en el 3,4% de las consumidoras las que tras inyectarse el medicamento sufren roturas de huesos.

Pero la realidad tiene que ver poco con los deseos del fabricante. 

Hay estudios que concluyen que entre el 26 y el 27% de los pacientes que suspendieron su tratamiento con denosumab sufrieron nuevas fracturas vertebrales.

¿Cómo pudo aprobarse la comercialización de un medicamento del que no se conocen los mecanismos que producen esta situación ni la manera de prevenirla.

Quienes lo usan están atrapados por el fármaco, si continúan con él pueden desarrollar otras reacciones adversas y si no se lo inyectan puede sufrir graves roturas de huesos.

¿Tiene que estar entonces tratándose de por vida? Qué horrible paradoja, una farmacéutica que causa daños con sus productos se beneficia del mercado cautivo que supone que miles de mujeres en todo el mundo no puedan abandonarlo.




Y la magnitud del problema “puede ser mucho mayor de la que se sospecha“. ¿Por qué? Pues porque como informa eldiario.es:

más de la mitad de las pacientes con denosumab abandonan el tratamiento al cabo de dos años”.

En el Bufete Almodóvar & Jara llevamos años recibiendo consultas por estos tratamientos y otros que causan daños. Si creéis que podemos ayudaros consultadnos. Y un consejo: Los fármacos utilizados en la osteoporosis tienen una eficacia modesta y producen numerosos efectos adversos, que pueden ser graves. Es más eficiente prevenir las caídas que reforzar el hueso.

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