martes, 21 de mayo de 2019

Sanidad despilfarra en la compra de Antitumorales pero los diagnósticos de Cáncer no paran de aumentar

En tan sólo cuatro años (de 2014 a 2018), el gasto farmacéutico hospitalario ha crecido un 31% en el conjunto de las comunidades autónomas, pasando de 5.200 a 6.804 millones de euros, según los datos del Ministerio de Hacienda. 

Esta escalada se debe en gran medida al imparable incremento de los precios de los medicamentos, especialmente de los más innovadores y destinados a tratar enfermedades graves, como el cáncer.

Estos datos provienen de los responsables de la campaña No es Sano, que denuncia temas de corrupción sanitaria.

Llegan las elecciones autonómicas y es una buena oportunidad para intentar que los para intentar que los partidos políticos asuman compromisos en un asunto esencial para las comunidades autónomas como es la política farmacéutica.

El imparable crecimiento de los precios de los medicamentos para el cáncer, se han duplicado en solo diez años, está arruinando los sistemas sanitarios. En España, algunas de las terapias más empleadas para tratar tumores alcanzan los 100.000 euros por enfermo al año.

Son carísimos pero ¿son eficaces?

 Las cifras de muerte por cáncer no decrecen y cada vez es mayor el número de casos diagnosticados: de 247.000 en 2015 pasaremos a 315.000 en 2035, casi un 30% más, según las previsiones.





Existe un lucrativo «mercado del cáncer» y esos tratamientos para el cáncer son uno de los grupos de medicamentos con precios más altos y que más ingresos generan para la industria farmacéutica.

Pero hay una realidad que pasa desapercibida para la población, existe una importante inversión pública en las fases de investigación y en los ensayos clínicos de muchos de los fármacos usados contra el cáncer.

Esta es una de las principales conclusiones del informe Los medicamentos para el cáncer: altos precios y desigualdad, que ya difundió la organización sanitaria No es Sano en el marco de la campaña Nos la juegan.

Los altos e injustificados precios de los fármacos tienen como consecuencia una disminución de los presupuestos que se dedican a muchas otras necesidades hospitalarias y de atención primaria a las que se enfrentan las comunidades autónomas a diario.

No es Sano, junto con entidades como la Organización de Consumidores y Usuarios, ha contactado con los principales partidos que concurren a las elecciones del próximo 26 de mayo.

 Les reclaman su compromiso con la puesta en marcha de medidas que contribuyan a cambiar esta situación, haciendo más transparente la relación entre la sanidad pública y la industria farmacéutica.


Entendemos que las regiones pueden ser impulsoras de este cambio desde sus propias competencias y es el primer paso hacia un modelo más sano, libre de influencias”, afirma la campaña.

Señalan tres compromisos concretos:

-Asegurar la transparencia y la rendición de cuentas en materia de compra pública de medicamentos y tecnologías sanitarias.

-Sanear el modelo de relación del sector público y de sus profesionales sanitarios con la industria, impulsando normativas que regulen los conflictos de intereses y garanticen la mayor independencia de todas las decisiones.

-Planificar espacios de reflexión, debate y formación que aborden enormes retos como, por ejemplo, el modelo de innovación biomédica, los altos precios y el acceso equitativo a los medicamentos innovadores, la sobremedicalización y, en definitiva, la sostenibilidad del actual sistema sanitario.

La inversión pública para investigación sobre el cáncer y el desarrollo de tratamientos hace que paguemos dos veces estos medicamentos. Primero, al financiar con nuestros impuestos su investigación y luego, cuando están a la venta, pagando con nuestros impuestos su financiación por el sistema sanitario público para que puedan administrarse en los hospitales.





En su trabajo Eficiencia de tratamientos oncológicos para tumores sólidos en España, la fármacoeconomista Itziar Oyagüez comparó precios de medicamentos usados en cánceres avanzados y reseña un tratamiento combinado de fármacos que cuesta más de 600.000 euros y que sólo consiguió que la persona enferma que lo recibió tuviera ¡un mes de vida más! ¿600.000 euros en fármacos para sobrevivir al cáncer un mes más?

Todo esto ha de cambiar y es imprescindible que los diferentes partidos políticos tomen partido por los intereses ciudadanos.


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