Estrambótico e inquietante el último episodio vivido por el agricultor Josep Pàmies y en concreto por informar de las propiedades del MMS (dióxido de cloro).
La Fiscalía del Estadoha parado y archivado la investigación que se estaba realizando a la asociación Dulce Revolución que encabeza el citado. Considera que no hay delito por informar sobre ese producto.
Lo más extraño de todo es la propia investigación y la manera irregular de proceder de los actores. Todo surge de unas declaraciones que hizo en octubre de 2018 la ministra de sanidad, María Luisa Carcedo, en las que decía que iba a denunciar ante la Fiscalía a quienes promueven el MMS.
Pero resulta que los de Dulce Revolución no tienen constancia de estar denunciados, vaya que no existe denuncia.
¿Cómo se ponen la Fiscalía y la policía entonces a investigar? Porque investigar han investigado, prueba de ello es que ahora archivan el caso por no encontrar delito alguno. ¿Lo han hecho de oficio porque les llegan noticias de que puede haber un fraude de salud pública?
¿Cómo se ponen la Fiscalía y la policía entonces a investigar? Porque investigar han investigado, prueba de ello es que ahora archivan el caso por no encontrar delito alguno. ¿Lo han hecho de oficio porque les llegan noticias de que puede haber un fraude de salud pública?
Hay principios constitucionales que prohíben hacerlo, no se pueden hacer investigaciones prospectivas y está el principio de mínima intervención, el principio de neutralidad…
Insisto en que en este caso hubo anuncio de denuncia, eso sí está publicado por los medios y la ministra no lo ha desmentido e incluso en alguna otra ocasión lo ha ratificado.
En esas diligencias de Fiscalía, se ha investigado de una manera la vida privada y actividades de las personas señaladas y de la asociación Dulce Revolución sin la concurrencia de los mismos pues no ha habido en ningún momento participación de los interesados.
Desde la denuncia pública de la ministra se han sucedido manifestaciones calumniosas e injuriosas desde los medios de comunicación con filtración interesada de estas investigaciones policiales y de fiscalía. Esto ha supuesto un quebranto personal para los investigados.
La Fiscalía concluye que no ha quedado acreditado ningún comportamiento ilícito reprochable a los investigados:
No constan datos objetivos que permitan acreditar que los investigados intermedien o comercialicen con el medicamento que dio lugar a las presentes diligencias” (…)
No puede considerarse acreditado el delito objeto de las actuaciones, con las necesarias y mínimas garantías de certeza y seguridad exigibles en un proceso penal, para una acusación debidamente fundada”.
No puede considerarse acreditado el delito objeto de las actuaciones, con las necesarias y mínimas garantías de certeza y seguridad exigibles en un proceso penal, para una acusación debidamente fundada”.
Yo no tengo conocimientos sobre ese producto, en todo caso lo que no es aceptable y en eso llevan razón Pàmies, la asociación y el abogado de los mismos, Luis de Miguel, que en un Estado de Derecho una ministra mienta y abuse de su posición para acosar a los ciudadanos con los que no simpatiza.
El Ministerio no sólo no investiga si existe un uso beneficioso para los pacientes que lo pueden utilizar sino que crea alarma y escarnio público de quienes se interesan por el producto, emite alertas infundadas y sostiene expedientes vacíos de todo contenido.
Sea como fuere lo que sí hay, es un decreto de la Fiscalía de 19 de julio pasado por el que se acuerda el archivo de las actuaciones de investigación sobre Pàmies y su asociación en relación al MMS promovidas mediáticamente por la ministra.
Por Miguel Jara 6 de agosto de 2019
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