DESDE SALIR CORRIENDO PARA LLEGAR A TIEMPO HASTA TOMAR CAFÉ INMEDIATAMENTE DESPUÉS DE DESPERTAR, ESTOS SON LOS ERRORES MÁS COMUNES QUE AFECTAN LA COTIDIANIDAD
Se dice que para tener una buena mañana, se requiere haber preparado ese momento la noche anterior, desde prevenir y organizar los pendientes del día siguiente (como prepararse el almuerzo o la maleta del gimnasio) hasta procurar pensamientos positivos que faciliten un óptimo descanso en las próximas 6 u 8 horas de sueño.
Sin embargo, hay ocasiones en que las mañanas pueden sentirse muy complejas pese a haber llevado a cabo estas actividades de autocuidado emocional.
Muchos especialistas en la salud, principalmente terapeutas enfocados en trastornos del sueño, consideran que una serie de acciones de autocuidado pueden reducir la sensación de pesadez, irritabilidad o agobio.
Son acciones que, más que añadirse a nuestra to do list, se recomienda que se integren con una nueva premisa de bienestar, de modo que puedan sustituir a aquellas nocivas que impactan negativamente en el desempeño a lo largo del día.
¿Qué acciones nocivas (y su sustituto saludable) debemos cambiar?
Mirar el teléfono vs. Ejercicios de relajación
En palabras de la psicóloga María Hurtado, clínica de AGS Psicólogos Madrid, “Terminar el sueño con la alarma de un despertador lleva al cerebro a pasar de 0 a 100 en cuestión de segundos”. Esto genera, por sí solo, una dosis considerable de estrés en las primeras horas de la mañana.
Y suele incrementarse con los estímulos que recibimos en el teléfono celular: mensajes instantáneos, notificaciones de redes sociales, correos electrónicos, etc. Es una dosis alta de “deber hacer” al segundo de haber despertado.
Una alternativa que suele recomendarse es comenzar el día con ejercicios de relajación durante 5 o 10 minutos. Es decir, respirar profundamente y de manera consciente mantener relajado el cuerpo. Este tipo de ejercicios ayuda a mejorar la concentración, regulando el estrés durante los primeros momentos del día.
Levantarse con el tiempo justo vs. Preparar la maleta, bolsa o mochila desde el día anterior
Ir contra reloj siempre produce una sensación de adrenalina y, en ocasiones, hasta puede producir momentos de risa sincera o nerviosa. No obstante, la constancia de la adrenalina ocasiona malhumor e irritabilidad.
Perder la calma durante las primeras horas de la mañana puede ocasionar la subida de adrenalina que termina en cansancio, tensión muscular y, evidentemente, eventualidades negativas que provocarán irritabilidad.
Perder la calma durante las primeras horas de la mañana puede ocasionar la subida de adrenalina que termina en cansancio, tensión muscular y, evidentemente, eventualidades negativas que provocarán irritabilidad.
La alternativa que se recomienda es dormir 10 minutos antes para despertarse 10 minutos antes al día siguiente. Esto es para evitar salir apurado por las mañanas, corriendo con las prisas al borde de cargar dosis significativas de estrés.
Beber café a primera hora vs. Beber una infusión (o leche) con un desayuno consistente
Como bien dicen las viejas experiencias, no hay alimento más importante que el desayuno. Esto es porque el cuerpo ha pasado por más de 8 horas sin ingerir comida ni agua. De modo que si lo primero que se ha consume en el día es el café, lo más probable es que se sufra de altas dosis de cortisol (hormona del estrés).
Esto quiere decir que lo primero que ingerimos produce un sobreesfuerzo y altas dosis de estrés en nuestro cerebro, yendo en contra de su propia naturaleza de ir paulatinamente adaptándose a la vigilia.
Esto quiere decir que lo primero que ingerimos produce un sobreesfuerzo y altas dosis de estrés en nuestro cerebro, yendo en contra de su propia naturaleza de ir paulatinamente adaptándose a la vigilia.
La recomendación tanto médica como de expertos en la salud emocional es dejar pasar 2 o 3 horas desde que nos levantamos para beber café. Y siempre, con un desayuno consistente. Este cambio definitivamente reducirá los altos niveles de estrés.
Ir en transporte público o automóvil vs. Caminar hacia el trabajo (al menos un trecho)
Podría decirse que la “cereza en el pastel” antes de entrar a trabajar (o ir a la escuela) es el estrés del tráfico que implica atravesar una ciudad. Diversos autores confirman que mientras más tiempo se pasa en el coche, peor se encuentra el bienestar psicológico.
Por ello se recomienda caminar, al menos un pedazo del trayecto. Además de ayudar a oxigenar y ejercitar al cuerpo, esto promueve la relajación y el despertar de la mente. Asimismo, fomenta la creatividad y brinda una mayor sensación de bienestar general, sin olvidarnos de que permite tomar pequeños baños de sol, con los beneficios que implica la vitamina E.
POR: PIJAMASURF - 09/26/2019
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