Existen muchas dolencias que pueden favorecer la inflamación de un ganglio linfático. A pesar de ser algo común, no debemos pasarlo por alto.
Es importante estar al tanto de cuáles pueden ser las causas y los síntomas. ¡Conócelos!
La inflamación de un ganglio linfático es muy común y, si te ocurre, lo primero que deberás hacer es calmarte. El 80% de las veces se debe a una simple infección sin mayor importancia. Generalmente es una señal de que el cuerpo está combatiendo una infección.
Sin embargo, es importante acudir al médico si estás preocupado. Bien sea porque la inflamación se presentó sin motivo aparente o se mantiene en el tiempo. También si el ganglio es duro o gomoso, o hay fiebre persistente.
Nosotros, por nuestra parte, queremos explicarte cuáles son las causas y los síntomas que originan la inflamación de un ganglio linfático. Además de cuál es su función y qué se puede hacer para prevenir su inflamación.
¿Qué función tienen los ganglios linfáticos?
Piensa en el sistema linfático como una compleja red de drenaje y transporte que recorre nuestro cuerpo.
Específicamente, una red de órganos, vasos y ganglios linfáticos que se encargan de transportar el líquido de los tejidos que rodean las células a la sangre.
Este sistema tiene como función, defender y cuidar de nuestro sistema inmunitario. Depura toxinas, filtra, atrapa y elimina agentes patógenos, gérmenes o cualquier sustancia extraña que nos pueda enfermar.
Por su parte, los ganglios linfáticos tienen forma de judía y se reparten por el cuello, clavícula, axilas, órganos internos e ingles. Suelen tener un tamaño de centímetro y medio. Normalmente ni siquiera los notamos, a no ser que se inflamen.
¿Por qué se inflaman los ganglios linfáticos?
De acuerdo con la clínica Mayo, la causa más frecuente es una infección.
Especialmente una infección viral, como el resfriado común o gripe. Otras causas con las siguientes (en negrita se mencionan las más comunes):
Momentos en que nuestro sistema inmunitario está más débil, con las defensas bajas.
Una infección por un diente.
Aunque parezca curioso puede ocasionar la inflamación de cualquier ganglio del cuello. Es, pues, importante mantener una buena higiene bucal.
Las infecciones de oído. Si son muy graves, pueden derivar en una inflamación de los ganglios linfáticos.
Infecciones en la piel o una herida.
Las úlceras bucales
Virus de la inmunodeficiencia humana (VIH)
Sarampión
Enfermedades como la tuberculosis o la amigdalitis.
Trastornos inmunitarios como la artritis reumatoide o lupus.
Efectos secundarios de algunos medicamentos
Toxoplasmosis o fiebre por arañazo de gato.
Mononucleosis
Ciertas infecciones de transmisión sexual.
La leucemia, linfoma u otros tipos de cáncer.
Síntomas de la inflamación de un ganglio linfático
Es posible que, por ejemplo, después de haber pasado una molesta gripe, te des cuenta de que en tu cuello tienes un ganglio linfático inflamado. Es lo más común.
Puede también que, cuando estés dándote una ducha, notes un pequeño bulto debajo de la axila.
Justamente, un ganglio inflamado es signo de que algo no está bien en el cuerpo. Por lo general, suele ser bastante evidente su presencia, pero es importante que conozcas todos los síntomas.
Y en caso de padecer alguno de estos síntomas, informa a tu médico. Una vez más, según el personal, de la reconocida clínica Mayo, estos pueden ser algunos de los síntomas:
Notarte un bulto en el cuello, la clavícula, la axila o en la ingle.
Sensibilidad y dolor en los ganglios linfáticos.
Normalmente un ganglio linfático suele acompañarse por algunas décimas de fiebre. También es posible que sufras sudoraciones nocturnas.
Garganta dolorida o moqueo dependiendo de la ubicación del ganglio inflamado
Ganglios duros que crecen rápidamente, lo que indica un posible tumor.
Cuando es una inflamación general de los ganglios linfáticos en todo el cuerpo, puede indicar una infección mayor.
Como siempre te señalamos en nuestro espacio, no existe una fórmula infalible que nos pueda proteger de determinadas enfermedades.
Lo importante en el caso del sistema linfático será mantener el sistema inmunitario en buen estado, así que te invitamos a conocer las pautas más importantes:
Eleva tu consumo de vitamina C: ideales esos jugos naturales por la mañana, de naranja, de limón, de toronja. Perfectas las ensaladas variadas de frutas como las fresas, los kiwis, las papayas…¡Riquísimo!
Sí a la vitamina E: en especial toda la que está presente en las verduras de hoja verde como las espinacas, también en todos los alimentos integrales como la avena, el trigo, la cebada, la levadura de cerveza… También son importantes todos los frutos secos.
Mejora tus niveles de hierro, selenio y zinc: la carne magra, las legumbres, la calabaza, el salmón, el aceite de oliva… Todos ellos son alimentos clave que no pueden faltar en tus platos.
Realizar ejercicios de intensidad moderada con regularidad. Sin excederse.
Cuida tus niveles de estrés: la alta producción de cortisol y adrenalina altera el correcto funcionamiento del sistema inmunitario, afectando también a nuestra salud en general. Es un aspecto serio que debemos tener en cuenta para prevenir muchas de estas enfermedades, así que no dudes en gestionar adecuadamente tus emociones.
¡Tu salud lo merece!
Ahora que ya conoces la función del sistema linfático, las causas de inflamación de un ganglio linfático y sus síntomas más comunes, queda en tus manos contribuir lo más que puedas a que el sistema linfático pueda cumplir con su trabajo de manera exitosa. ¿Cómo? Con hábitos saludables de alimentación, buen manejo de emociones y actividad física moderada.
De igual modo, tomate el tiempo de conocer tu cuerpo y recuerda consultar a tu médico de presentar alguno de los síntomas aquí planteados.
Este artículo ha sido verificado y aprobado por la médico Maricela Jiménez López el 7 enero, 2019
Valeria Sabater · 25 febrero, 2015
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