viernes, 4 de octubre de 2019

La Brecha del Orgasmo Femenino: La Realidad Sexual que muchas mujeres callan

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EL RESULTADO CONVERGE EN UN PENSAMIENTO EN COMÚN: “NO LLEGUÉ, PERO AL MENOS TUVE SEXO”

Si eres mujer y estás en una relación heterosexual, lo más probable es que vivas sexualmente insatisfecha.

De acuerdo con la doctora Fabiola Trejo, experta en placer femenino y sexualidad, así como directora fundadora de Placer & Sexualidad Positiva, las mujeres con una pareja heterosexual suelen tener menos orgasmos que los hombres. 

Si bien existen múltiples factores que determinan este fenómeno, lo que es inevitable es que el resultado converge en un pensamiento en común: “No llegué, pero al menos tuve sexo”. 

E inclusive hasta terminar en una frustración expresada en incógnitas como: “¿Qué? ¿Ya? ¿Fue todo? ¿En serio?”.

A este fenómeno se le conoce como la brecha del orgasmo femenino, en el cual las mujeres en una relación sexual o sexoafectiva heterosexual, tienen menos orgasmos que sus compañeros hombres. Entre los principales factores que convergen para que este fenómeno tenga lugar se encuentran:

-Una educación punitiva que imposibilita o dificulta el conocimiento de los cuerpos y sus sensaciones. Principalmente una educación sexual vinculada con una ideología culpígena (moral, religiosa, social, etc.) que considera el placer como un fenómeno negativo, pecaminoso, deshonesto, sucio, etc. 




-Un trabajo de 40 horas semanales (o más) que dificulta mantener el equilibrio entre las distintas ocupaciones propias de la vida: la escuela, la familia, obligaciones económicas (pagos, deudas, etc.), vida social, el cuidado de la salud, las tareas domésticas, alcanzar objetivos personales, etc. En un contexto de ese tipo, no parece sencillo encontrar tiempo para el placer sexual. 

-El placer sexual entendido como una "tarea a cumplir", o como un objeto que se incluye en la lista de compras; un escenario común en el que se presenta este caso es el del intercambio sexual reducido a la rutina de las relaciones de pareja. 

-Una alta exigencia sobre la belleza del cuerpo. En muchas ocasiones una mujer no puede dejarse llevar por el placer pensando en cómo se verá su cuerpo y si será del agrado de su pareja. 

-Un miedo a dejarse llevar y soltar el control, volviéndose vulnerables ante el pensamiento “¿y si me abandona después?” o “podría pensar que soy una cualquiera”. 

-Una educación sexual apoyada por la cultura del porno mainstream y el coitocentrismo (la definición de sexo sólo a través de la penetración y no sus diversas prácticas). 

-Creerse responsable del bienestar y placer del otro, descuidando los propios.

Integrar el placer a la vida, el antídoto a la brecha del orgasmo femenino

Para la doctora Trejo, una vía para enfrentar la brecha del orgasmo femenino es integrar el placer a la vida de una: no como en una lista del súper, sino como parte esencial de sí misma. Aun en eventos críticos o estresantes. 

Uno de los primeros pasos para reducir esta brecha del orgasmo femenino es aprender a autoerotizarse, tocarse, masturbarse. De modo que se puedan identificar sensaciones que podrán comunicarlas asertivamente: incluso con el apoyo de herramientas como juguetes sexuales y lubricantes, tales como el Vesper de Crave (para mujeres acostumbradas a masturbarse con sus dedos), We-Vibe (para una estimulación clitorial y del punto G) y el masajeador Wand (para quienes empiezan apenas con la experiencia de la autoerotización).

De esa u otras manerar, a través de la exploración de nuestras propias capacidades de sentir placer y de disfrutar, el placer se traducirá en momentos de autocuidado, autonomía y bienestar, más allá de la connotación de placer limitada a los momentos erótico-festivos, pues posee una función indispensable en el bienestar del ser humano: brinda seguridad, empoderamiento y plenitud de la vida.

Twitter de la autora: @deixismj

Twitter de la Dra. Fabiola Trejo: @drafabiolatrejo


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