jueves, 30 de abril de 2020

Juntos compartimos este extraño Momento

JUNTOS COMPARTIMOS ESTE EXTRAÑO MOMENTO


La postura de siete puntos de Vairochana es un antiguo ajuste de puntos posturales que se considera que alinean el cuerpo físico con nuestra energía corporal. La postura ha sido practicada por miles de años por los yogis hindúes y budistas. Los siete puntos son:

1. Sentarse en el suelo con las piernas cruzadas.
2. Poner las manos sobre muslos o rodillas.
3. Mantener la espalda recta.
4. Separar los hombros para abrir el centro del corazón.
5. Bajar el mentón.
6. Abrir levemente la boca con la lengua apoyada contra el paladar.
7. Ojos abiertos, con la mirada puesta a cuatro dedos de la punta de la nariz.

Una postura sensible al cuerpo.

Todos tenemos diferentes cuerpos y capacidades. Es importante ajustar esta postura tradicional exigente teniendo en cuenta las necesidades de nuestro propio cuerpo y no luchar para adaptar nuestros cuerpos a la postura

. Lo más importante en términos de la postura corporal es conservar la espalda y la columna rectas tanto como sea posible y permanecer confortables. Por esta razón, los siete puntos para una mejor postura sensible al cuerpo pueden ser:

1. Siéntese sobre un cojín o una silla, párese o acuéstese.
2. Ponga sus manos de una manera confortable.
3. Acomode su espalda lo más recta posible.
4. Conserve sus hombros relajados y su pecho abierto.
5. Acomode su cabeza en un punto confortable.
6. Mantenga su mandíbula ligeramente caída y abierta.
7. Mantenga los ojos abiertos o cerrados.
La meditación

Hay muchos tipos de meditaciones con la respiración. Algunos se han conservado por escrito, mientras que otros sólo se han transmitido oralmente de maestro a estudiante. La siguiente es una meditación básica con la respiración de la tradición Vajrayana:

1. Acomoda el cuerpo en una posición cómoda y comienza la práctica tomando conciencia de tu respiración. Observa la inhalación y la exhalación.

2. A medida que observas la respiración, permite que los pensamientos se vayan a medida que surgen. Cada vez que te distraigas aferrándote a un pensamiento, vuelve a la respiración. Sigue haciendo esto una y otra vez.

3. Con el tiempo, a medida que exhalas, llegas a ser consciente de que tu aliento escapa y se disuelve en el espacio. Experimenta lo mismo con la inhalación.

4. Disminuyendo la velocidad, comienza a permitir que tu conciencia se mezcle en el espacio abierto con la respiración tanto en la inhalación como en la exhalación.

5. Para profundizar la práctica, comienza a contener la respiración después de la inhalación durante unos segundos antes de exhalar. Al hacer esto, usted está dividiendo la respiración en tres partes: inhalación, retención y exhalación. Sigue haciendo esto.

6. Mientras inhalas, comienza a cantar om para ti mismo. Mientras retienes, canta ah. Mientras exhalas, canta hung. Cantar estas sílabas sagradas ayuda a sostener más la conciencia y se cree que purifica nuestras mentes.

7. A medida que continúes con la exhalación, relájate más. Continúa desarrollando la práctica de conciencia, deja ir los pensamientos y vuelve a la respiración. Haz esto todo el tiempo que puedas.

Recuerda que en Montaña de Silencio tenemos cursos de iniciación a la meditación Za-Zen y prácticas en diferentes días de la semana, no dudes en consultarnos.

Texto: —Sam Littlefair, editor, LionsRoar.com


abril 30, 2020

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