Mientras el cuarto jinete apocalíptico de la peste y la muerte cabalga sobre el mundo esparciendo un manto de coronavirus, algunos sin duda piensan que esta plaga señala el fin de los tiempos o la llegada del Anticristo.
Es cierto que las cifras son aterradoras: en el momento de escribir esta noticia, hay aproximadamente 36 millones casos de COVID-19 en todo el mundo y las muertes suman más de 1 millón y siguen aumentando. El virus ha creado pánico en todo el mundo y ha causado un verdadero Armagedón en las economías, ya que países enteros han declarado estados de emergencia, cerrando fronteras, obligando a cerrar negocios y ordenando a los ciudadanos permanecer en cuarentena en sus casas.
No hay duda de que el coronavirus cambiará la apariencia del mundo cuando el virus finalmente esté bajo control, si es que lo está algún día. Pero para aquellos que creen que estamos condenados, tal vez la COVID-19 no sea la verdadera amenaza, ya que ha surgido un inesperado enemigo.
Una amenaza invisible
La ameba devoradora de cerebros, también conocida como Naegleria fowleri, se está moviendo en los Estados Unidos, con una tendencia hacia el norte estadísticamente significativa observada desde 2010, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. Este cambio puede ser el resultado del cambio climático, con temperaturas más cálidas que potencialmente facilitarían su propagación a áreas que de otro modo habrían sido desfavorables para el organismo.
Naegleria fowleri es un organismo unicelular que suele se encuentra en sistemas de agua dulce cálida como lagos y ríos, así como en el suelo. Causa meningoencefalitis amebiana primaria, una enfermedad del sistema nervioso central que provoca inflamación y destrucción del cerebro. Casi todos los casos son letales, con solo cinco sobrevivientes conocidos en Norteamérica. En los últimos meses, ha habido al menos dos muertes debido a la ameba comecerebros.
La Comisión de Calidad Ambiental de Texas (TCEQ) está realizando un importante programa de desinfección después de que se encontrara la mortal ameba en el suministro de agua de la ciudad de Lake Jackson. Inicialmente, las autoridades estatales emitieron una advertencia de no usar agua a ocho ciudades, pero posteriormente fue cancelada para todas menos para Lake Jackson. Se cree que todo el proceso de descontaminación podría llevar meses.
Jennifer Cope, oficial médica de la División de Prevención de Enfermedades Transmitidas por el Agua de los CDC, dijo a Newsweek que se desconoce cómo o cuándo la Naegleria fowleri ingresó al suministro de agua de la ciudad. Lo que se sabe hasta el momento es que la ameba comercerebros no puede infectar a una persona a través del agua potable.
En cambio, ingresa al cerebro cuando el agua contaminada sube por el conducto nasal. Los síntomas iniciales incluyen dolor de cabeza intenso, náuseas y vómitos. A medida que avanza la enfermedad, las personas comienzan a sufrir rigidez en el cuello, convulsiones y coma. El paciente promedio muere alrededor de cinco días después de la infección.
Pero hay más. Al parecer los expertos creen que algunos casos no son detectados ya que los síntomas son similares a los de la meningitis bacteriana. Tres cuartas partes de los casos solo se diagnostican después de la muerte.
Si bien los registros oficiales muestran que nunca ha habido más de ocho muertes por Naegleria fowleri por año en los EE. UU., un informe de los CDC sugiere que la cifra real está más cerca de 16 por año. La mayoría de los casos son niños y hombres jóvenes, ya que estos grupos tienen más probabilidades de practicar deportes acuáticos y actividades en las que el riesgo de infección es mayor.
Sin embargo, la imagen geográfica de la ameba se está desplazando hacia el norte. Si bien la mayoría de los casos se encuentran en Texas y Florida, también se han registrado infecciones en Indiana, Maryland, Missouri, Kansas y Nuevo México. Pero los investigadores advierten que la Naegleria fowleri es un “organismo termofílico”, lo que significa que prospera en el calor y le gusta el agua tibia. Es por eso que tiende a encontrarse en regiones donde hay agua dulce tibia.
Propagación mundial
Muchas especies ya están respondiendo al calentamiento reciente. Las especies marinas se mueven hacia los polos para mantener la temperatura constante. De hecho, se mueven unas diez veces más rápido que las especies terrestres: 70 kilómetros frente a seis kilómetros por década. Las aves marinas del Océano Índico han desplazado su territorio más al sur.
Varios moluscos y peces costeros del sureste de Australia también se están desplazando hacia el sur. Y el bacalao del Mar del Norte se ha desplazado hacia el norte hacia las aguas del Ártico, respondiendo a los sensores reguladores en sus hígados.
En la tierra, las especies de animales, insectos y plantas se están trasladando a latitudes y altitudes más altas. En Inglaterra, muchas aves y criaturas diminutas (mariposas, insectos y otros) han extendido sus territorios más al norte. Y lo mismo está pasando con los virus y bacterias, se están propagando a una gran velocidad, y ya lo hemos comprobado con el nuevo coronavirus.
Pero a diferencia de la COVID-19, que ya están trabajando en una vacuna efectiva, la Naegleria fowleri es una infección letal sin un tratamiento efectivo, y que ataca de una manera decididamente aterradora: un organismo amebiano que acecha en el agua es inhalado inadvertidamente durante un baño en un caluroso día de verano.
Desde allí, viaja a través del pasaje nasal hasta el cerebro, donde se multiplica, devora el líquido cerebral y la materia gris y casi invariablemente causa la muerte.
Estamos ante un enemigo verdaderamente letal, que está avanzando rápidamente por los Estados Unidos y que muy posiblemente acabe cruzando fronteras. Y por desgracia, a diferencia de los virus, nadie está preparado para hacerle frente.
¿La ameba comecerebros puede ser la siguiente pandemia?
Por MEP
Publicado el 09/10/2020
https://www.mundoesotericoparanormal.com/epidemiologos-advierten-ameba-comecerebros-propagando-mundo/
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