sábado, 30 de enero de 2021

Vacunas Covid: El mayor pelotazo económico de la historia de la salud pública


Estamos asistiendo al mayor pelotazo económico de una parte de la industria farmacéutica a cuenta de las vacunas para prevenir la Covid-19. 

Durante la pandemia de gripe A de 2009-10 (que por suerte luego se demostró que no fue tal) el grupo de farmacéuticas que ofrecieron tratamientos para ello ensayaron una serie de estrategias que ahora están aplicando con mucho éxito.

En un momento en que la humanidad atraviesa uno de sus momentos más críticos en la industria farmasanitaria han aprovechado para dar el mayor pelotazo de su historia. Mientras el mundo tiembla por la Covid un grupo de farmacéuticas de élite, con la indispensable ayuda de los gobiernos, está aumentando sus ganancias sin escrúpulos. Es un escándalo que empresas como AstraZeneca (AZ) estén especulando con las vacunas que habían vendido a la Unión Europea.

Una clave está en los contratos firmados por la Comisión Europea (el Gobierno de la UE) con los laboratorios farmacéuticos (lo expliqué anteayer en el programa de Cuatro televisión Cuatro al día).

El contrato con la AstraZeneca fue el primero que firmó la Comisión a finales de agosto de 2020 y prevé la entrega de hasta 400 millones de dosis una vez la Agencia Europea del Medicamento (EMA) dé su visto bueno a la vacuna este viernes 29 de enero.

Es decir, el Gobierno europeo ha comprado a una empresa un producto que no existe (entonces no estaba aprobada la vacuna). Ha adelantado dinero a una compañía que se ha permitido el lujo de revender ese producto a otros países:

Sabemos que las vacunas han volado a otros países, y pronto sabremos a qué países a través de los registros aduaneros», dicen fuentes europeas.

Todas las prebendas de los gobiernos europeos a las farmacéuticas fabricantes de tratamientos para la Covid-19 están en los contratos. Pero no podemos saber en qué consisten porque esos documentos son secretos. ¿Y qué hitos de ese trato de favor que han recibido esas empresas podemos destacar?:

-La enorme cantidad de dinero público que han recibido esas compañías para investigar en una vacuna. Pese a ser empresas de una solvencia económica envidiable se les ha dado dinero para investigar.

-La población paga por segunda vez cada vacuna. Sí porque ese dinero que cito se les ha concedido a fondo perdido y sin exigir al menos que las vacunas tengan precios populares. Los estados pagan por esas vacunas y lo han hecho por adelantado, arriesgando mucho (tanto las cantidades invertidas en la investigación como las destinadas a la compra de esos tratamientos ).

-Las cláusulas de confidencialidad de esos contratos son secretas, cuando si esos documentos versan sobre productos pagados con dinero público deberían ser públicos.

-La excusa del «secreto comercial» también protege legalmente la información científica recogida gracias a los ensayos clínicos realizados por los laboratorios para comprobar la eficacia y seguridad de estas vacunas.

 Cuando se empezaba a vacunar con el producto de Pfizer en el Reino Unido esa empresa aún no había publicado en una revista científica sus resultados, sólo habían emitido varias notas de prensa que evidentemente son propaganda. Como son secretos nunca conoceremos los datos en bruto de esos ensayos, sólo lo que las farmas quieren.

-Las vacunas son experimentales y así las han catalogado las agencias reguladoras de medicamentos. Éstas han decidido que sus fabricantes hagan farmacovigilancia, realicen un seguimientos de los efectos secundarios que provoquen, durante los próximos dos años. 

Hasta entonces no sabremos realmente si son seguras… aunque ya estén poniéndose a millones de personas.

–Indemnizaciones. Como las vacunas se han desarrollado a toda velocidad los fabricantes esperan (y escribo esperan) que en un pequeño porcentaje de la población causen daños (población que se vacuna estando sana). 

Por ello han chantajeado a los gobiernos para librarse de pagar indemnizaciones destinadas a compensar esos daños. Serán los estados que compran con el dinero de los dañados sus productos los que paguen. Es decir, las víctimas de sus efectos secundarios pagarán con su salud y su dinero (la investigación, las vacunas y las compensaciones por los efectos secundarios marca Pfizer, AstraZeneca, etc).

–Fechas de entrega. Como no conocemos el contenido de los contratos no sabemos el retraso que llevan ni las condiciones escritas y firmadas por si se les olvidaba especular.

–Precios de las vacunas. La piedra filosofal sobre la que gira el interés de los laboratorios porque la población no sepa lo que hemos pagado por sus tratamientos. Las cifras que se ofrecen son tan variadas que van desde el NO ánimo de lucro de AstraZeneca, ¡¡jajaja!! hasta los en torno a 18 eurazos por dosis de la vacuna de Moderna… El marketing del miedo que ha hecho la prensa acrítica le ha salido casi gratis a los especuladores (alguien en el periodismo debería hacer autocrítica).

Yo de mayor quiero ser farmacéutica fabricante de vacunas antiCovid, ¿vosotros no? (y ahora en broma, ¿no pensáis que los productores de vacunas son los peores antivacunas?).

¿Qué pueden hacer los gobiernos?:

-Lo primero publicar los contratos con estas farmacéuticas.

-Lo segundo, negar la patente que protege la «propiedad intelectual» de las vacunas a los laboratorios. Han conseguido ese conocimiento técnico gracias al dinero de la población, luego no tienen derecho a que su propiedad sea privada y marcar ellos los precios.

Esta fórmula de la expropiación de la patente es legal y fue aprobada en una cumbre de la Organización Mundial de Comercio (OMC) en casos de emergencia sanitaria (hay que recordar que gracias a que estamos en una emergencia sanitaria las farmas han recibido todas estas prebendas, incluido el proceso acelerado de aprobación de sus fármacos).

http://www.migueljara.com/2021/01/28/vacunas-covid-el-mayor-pelotazo-economica-de-la-historia-de-la-salud-publica/

Un estudio confirma los beneficios de los Omega-3 para los deportistas

30 diciembre 2020 


La primera revisión sistemática sobre la suplementación con aceite de pescado en atletas destaca un importante apoyo para las personas activas. Por lo que la suplementación con Omega-3 podría tener amplios beneficios para los deportistas.

La revisión se centró exclusivamente en ensayos aleatorios controlados con placebo (ECA) en atletas. Los resultados determinan que los suplementos de aceite de pescado podrían ejercer efectos positivos en una variedad de condiciones de la salud. Por ejemplo, se han detallado sistemas como el cognitivo, el cardiovascular, el muscular o incluso la salud inmunológica.

Los autores han declarado que se estudiaron los efectos consistentes de la suplementación con aceite de pescado en “el tiempo de reacción, el estado de ánimo, la dinámica cardiovascular en ciclistas, la recuperación del músculo esquelético, la citocina proinflamatoria TNF-alfa y las respuestas al NO después del ejercicio”. 

Así lo hicieron saber en la publicación escrita en la revista científica Advances in Nutrition por los propios investigadores.

Los beneficios más destacados del Omega-3

Los revisores, dirigidos por Nathan Lewis del Instituto Inglés de Deporte de la Universidad de Bath en Inglaterra, identificaron 32 artículos que cumplían con sus criterios de inclusión. Los atletas variaban en habilidades desde recreativas hasta de élite, e incluían deportes olímpicos y profesionales. 

Las dosis de omega-3 variaron de 300 a 2400 mg de EPA (ácido eicosapentaenoico) y de 400 a 1500 mg de DHA (ácido docosahexaenoico). Cabe destacar que el 70% de los participantes fueron hombres.

Se observaron efectos consistentes para la recuperación muscular. En este caso se estudiaron variables como dolor muscular, salto en el contramovimiento y actividad de la creatina quinasa.

Por otra parte, de cara a los posibles beneficios de la suplementación con aceite de pescado sobre la cognición, se encontraron efectos positivos para el tiempo de reacción y los estados de ánimo. Estos fueron consistentes en todos los deportes, desde el rugby hasta el fútbol, ​​pasando por otros como el atletismo y el karate.

Conclusión

La investigación desarrollada tuvo ciertas lagunas, por lo que los revisores solicitan estudios futuros para medir los biomarcadores del estado de omega-3. De esta manera, se podrían evaluar los efectos potenciales del estado de omega-3 alto y bajo sobre “el rendimiento neuromuscular, el metabolismo óseo, la rehabilitación de una lesión, el riesgo de enfermedad y el riesgo de muerte cardíaca súbita en los atletas”, añadieron los autores.

En este sentido, los estudios futuros relacionados con la suplementación con aceite de pescado deberían incluir tamaños de efecto. Asimismo, es importante para los investigadores que el suplemento sea analizado “en busca de contaminantes y el contenido del suplemento verificado independientemente del fabricante”.
Referencias

Lewis NA, Daniels D, Calder PC, Castell LM, Pedlar CR. Are There Benefits from the Use of Fish Oil Supplements in Athletes? A Systematic Review. Adv Nutr. 2020 Sep 1;11(5):1300-1314.

https://www.elblogalternativo.com/2020/12/30/un-estudio-confirma-los-beneficios-de-los-omega-3-para-los-deportistas/

Sobrevivientes de Covid Desarrollan la misma inmunidad que las personas vacunadas


NOTICIAS ALENTADORAS LLEGAN DE INGLATERRA RESPECTO DE LA INMUNIDAD A GRAN ESCALA CONTRA LA COVID-19

Una de las cosas esenciales para poder superar la pandemia es el nivel de inmunidad que generen las personas infectadas. Un nuevo estudio científico ha arrojado buenas noticias en este sentido, mostrando que la posibilidad de reinfectarse de covid-19 es tan poca como la que tiene la mejor vacuna desarrollada.

El estudio fue realizado en Inglaterra con veinte mil trabajadores públicos, catorce mil que no se habían contagiado y seis mil que sí. ​El comparativo descubrió que una infección previa proveyó una protección de por lo menos 83% ante una reinfección y más del 94% ante una infección con síntomas. Estas cifras, según explica el Financial Times, son por lo menos tan buenas como la mejor vacuna desarrollada hasta el momento.

Susan Hopkins, asesora del organismo del Sistema de Salud Público de Inglaterra, sostiene que estas cifras son buenas noticias: "La infección natural se ve tan buena como una vacuna, lo cual es excelente para la población". Los datos de este estudio contemplaron sólo cinco meses de protección, pero Hopkins cree que la protección debe de durar "mucho más tiempo". Otros estudios han sugerido que la inmunidad podría durar un par de años o quizá más, siguiendo el patrón del virus SARS que brotó en 2002.

Este estudio mostró además que las personas recuperadas difícilmente transmiten el virus a los demás, pues una infección previa proveyó por lo menos un 75% de protección ante una infección asintomática.

Hopkins enfatizó, sin embargo, que sí existe un riesgo de reinfección y, aunque no sea grande, es importante que las personas infectadas se sigan protegiendo. Información previa ha sugerido que son especialmente las personas con sistemas inmunes comprometidos y aquellas que no exhibieron síntomas las que tienen más posibilidades de reinfectarse.


POR: PIJAMASURF - 01/15/2021

viernes, 29 de enero de 2021

Miles de lesiones por vacunas COVID y 13 muertes en EEUU registradas sólo en diciembre

Cuando la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. dio permiso a Pfizer/BioNTech y Moderna para distribuir sus vacunas experimentales de ARNm contra el coronavirus a los estadounidenses en régimen de "uso de emergencia" en diciembre, abrió las puertas para que otros países siguieran rápidamente su ejemplo.


Hasta el 11 de enero, contando con China y Rusia, 43 países habían administrado al menos 26 millones de dosis de vacunas -sobre todo de Pfizer-, con planes mucho más ambiciosos para el próximo año. Los objetivos de suministro mundial de las empresas para 2021 incluyen dos mil millones de dosis de Pfizer/BioNTech y al menos 600 millones de inyecciones de Moderna.

Recurriendo a la probada técnica de marketing de crear la "ilusión de escasez" para "acelerar la demanda", las autoridades estadounidenses han intentado dirigir la atención del público hacia el drama inventado de la escasez de vacunas y un despliegue más lento de lo esperado.

Sin embargo, a medida que las primeras señales de advertencia ya evidentes durante los ensayos clínicos comienzan a traducirse en reacciones adversas graves a mayor escala, las autoridades se enfrentan ahora a un nuevo reto de relaciones públicas: el de "gestionar las expectativas" para garantizar la disposición de la población a tomar la vacuna.

A medida que más personas se enteran de los efectos adversos, y se producen más efectos adversos -que van desde la anafilaxia potencialmente mortal y las visitas a urgencias hasta la inflamación del cerebro y la muerte-, "vender" las inyecciones experimentales puede convertirse en una batalla cada vez más ardua.

Muertes... hasta ahora

En Estados Unidos, el principal mecanismo para notificar las reacciones adversas es el Sistema de Notificación de Eventos Adversos a las Vacunas (VAERS), un sistema de vigilancia pasiva defectuoso que depende de la voluntad y la capacidad de los padres y los profesionales para presentar informes de forma voluntaria.

Como escribió el presidente de Children's Health Defense, Robert F. Kennedy, Jr., el 18 de diciembre de 2020 al copresidente de la nueva Junta Consultiva de COVID-19, el VAERS ha sido un fracaso abyecto, ya que, según un estudio federal de 2010, se ha notificado menos del 1% de los acontecimientos adversos.

Dado el pésimo historial del VAERS en cuanto a la captación de acontecimientos adversos graves, cabe destacar que el sistema ya había registrado 13 muertes -un subconjunto de los 3.916 acontecimientos adversos totales notificados tras la vacunación con COVID-19- a finales de diciembre (según el motor de búsqueda MedAlerts).

Nueve de las muertes se produjeron tras la vacuna de Pfizer y cuatro tras la inyección de Moderna (véase la tabla siguiente). Casi todos los fallecidos estaban institucionalizados (principalmente en residencias de ancianos), aunque un hombre de 63 años recibió la inyección en el trabajo.

Cinco (y posiblemente seis) de las muertes se produjeron el mismo día de la vacunación, todas en mujeres y a veces entre 60 y 90 minutos después de la inyección, y sin que se observara ninguna "reacción adversa inmediata".

Los informes describen resultados que van desde "espuma en la boca" hasta "ataques cardíacos masivos". Tres de los fallecidos tenían entre 60 y 50 años.


Los escritos que acompañan a los informes del VAERS aportan detalles sobre estas tristes muertes, incluido el sorprendente hecho de que algunos de los fallecidos habían experimentado y se habían recuperado de la COVID-19 (lo que plantea dudas sobre por qué fueron vacunados).

Los escritos también ilustran la sutil presión para atribuir la causa de la muerte a algo distinto de la vacunación contra la COVID-19. Por ejemplo, un nieto que presentó un informe escribió: "Mi abuela [de 85 años] murió unas horas después de recibir el refuerzo de la vacuna de Moderna contra el Covid [1]. Aunque no creo que los sucesos estén relacionados, el hospital que la trató no lo reconoció y quería asegurarme de que se hiciera un informe."

Una residencia de ancianos que presentó un informe en nombre de una persona de 89 años que falleció cinco días después de recibir la inyección de Moderna también escribió: "Debido a la proximidad de la vacunación, consideramos que debíamos informar de la muerte, aunque no se cree que esté relacionada."

Y cuando una persona de 78 años falleció dos días después de la inyección de Pfizer, el informe se limitó a decir: "sin acontecimientos adversos y sin problemas ayer; muerte hoy... (se desconoce si está relacionada - el administrador la marcó como causa natural)".

Las 13 muertes comunicadas a VAERS no incluyen ninguna muerte en el estado de Nueva York. Sin embargo, un inquietante informe de noticias de Syracuse.com sugiere que las vacunas COVID-19 podrían estar relacionadas con un impactante número de muertes adicionales en ancianos de ese estado.

Según la noticia, una única residencia de ancianos del norte del estado de Nueva York vacunó a 193 residentes a partir del 22 de diciembre y posteriormente informó de 24 muertes en el plazo de un par de semanas. Aunque el centro ha atribuido las muertes a un "brote" de COVID-19, no se habían producido muertes por COVID-19 en ninguna residencia de ancianos de todo el condado "hasta que se notificaron las tres primeras muertes... el 29 de diciembre".

Señalando que 24 muertes entre 193 residentes vacunados equivale a una tasa de mortalidad del 12,4%, un observador señala que esto refleja un "aumento de la mortalidad de 124 veces por encima de la tasa de mortalidad por COVID-19 para la población en general."

Otra fuente convincente de datos sobre las muertes que se producen tras recibir la vacuna experimental de Pfizer/BioNTech procede de un número creciente de incidentes que se están notificando en Israel y Europa:

Israel: Cuatro personas mueren "poco después de recibir la vacuna", entre ellas dos ancianos de 75 y 88 años, que sufren aparentes ataques cardíacos entre dos y tres horas después de la vacuna de Pfizer.
Noruega: Dos residentes de una residencia de ancianos mueren a los "pocos días" de la vacunación con COVID-19 de Pfizer.

Portugal: La trabajadora sanitaria Sonia Acevedo, de 41 años y madre de dos hijos, muere repentinamente dos días después de recibir la inyección de Pfizer.
Suecia: Un anciano de 85 años muere de un ataque al corazón un día después de recibir la vacuna de Pfizer.

Suiza: Un anciano de 91 años muere poco después de recibir la inyección de Pfizer.Por último, a principios de enero, los medios de comunicación, entre ellos The Defender, también describieron el trágico caso estadounidense del ginecólogo y obstetra de Miami Gregory Michael, que a los 56 años de edad murió a las dos semanas de recibir la vacuna de Pfizer, con la causa de la muerte atribuida a un "caso clínico muy inusual de trombocitopenia [inmunitaria] grave" (PTI).

La PTI se considera una "reacción de hipersensibilidad" de tipo II ("respuestas inmunitarias exageradas o inapropiadas contra un antígeno o alérgeno"). Dado que Michael no empezó a experimentar los síntomas hasta tres días después de la vacunación, su caso no se recogió en un informe del 6 de enero de los Centros de Enfermedades y Control (CDC) sobre las reacciones alérgicas graves tras la vacunación con COVID-19, que limitó el análisis a las reacciones que se produjeron en las primeras 24 horas.

Reacciones alérgicas graves

Los críticos que conocen las deficiencias del VAERS -y las formas en que los funcionarios pueden manipular sus datos- condenan sin rodeos el VAERS como "nada más que un escaparate, y una parte del esfuerzo sistemático de las autoridades estadounidenses para tranquilizarnos/engañarnos sobre la seguridad de las vacunas".

Como ejemplo del "esfuerzo por tranquilizar", no hace falta mirar más allá del comunicado de prensa de los CDC del 6 de enero sobre las reacciones alérgicas posteriores a la vacunación, anafilácticas y no anafilácticas. 

En este informe, el CDC contabiliza los cientos de informes VAERS recibidos por día durante los primeros 10 días de la puesta en marcha de la vacuna de Pfizer, con un total de 4.393 eventos adversos entre el 14 y el 23 de diciembre - incluyendo 175 incidentes marcados por el CDC "para una mayor revisión como posibles casos de reacciones alérgicas graves, incluyendo anafilaxia, sobre la base de las descripciones de los signos y síntomas".

Tras su revisión, los CDC optaron por incluir sólo 21 casos, excluyendo 154 porque no cumplían los estrechos criterios definidos por la Brighton Collaboration (un grupo mundial que publica "definiciones estandarizadas de casos" para los acontecimientos adversos contables); o porque la aparición de los síntomas se produjo "más tarde del día siguiente a la vacunación"; o porque los CDC juzgaron que los acontecimientos eran "no alérgicos" a pesar de que los signos y síntomas indicaban lo contrario.

Basándose en los 21 casos, la agencia de salud pública elaboró una estimación de 11,1 casos de anafilaxia por cada millón de dosis de vacunas, mientras que si se hubieran incluido los 175 sucesos notificados como reacciones alérgicas graves se habría obtenido una tasa de 92,4 casos por cada millón de dosis.

Aun así, la estimación conservadora de los CDC sobre la tasa de anafilaxia de las vacunas experimentales de ARNm COVID-19 es aproximadamente 10 veces mayor que la de las vacunas contra la gripe, incluso en individuos sin antecedentes de reacciones alérgicas.

Las noticias se han sumado al aterrador panorama de reacciones alérgicas posteriores a la COVID-19 que está surgiendo. 

Entre ellas se encuentran los "cientos" de israelíes que describen un "shock anafiláctico grave", otros síntomas alérgicos como hinchazón de la lengua y la garganta, sensaciones de hormigueo, mareos y debilidad; los dos trabajadores sanitarios del Reino Unido que sufrieron "reacciones anafilácticas" el primer día de la distribución de la vacuna de Pfizer; los dos trabajadores de un hospital de Alaska que experimentaron síntomas alérgicos -una reacción anafiláctica grave en un caso y "hinchazón de los ojos, mareo y picor de garganta" en el segundo- a los 10 minutos de recibir la inyección de Pfizer; y los efectos secundarios "de leves a moderados" de la inyección de Pfizer, como dolor y mareos, notificados por cuatro búlgaros.

Sin embargo, las reacciones no se han limitado a los síntomas alérgicos. Las descripciones adicionales de los eventos adversos incluyen:

Un "raro síndrome inflamatorio multisistémico", que incluye daños en el corazón, desarrollado por un trabajador social de 23 años en Israel 24 horas después de recibir la inyección de Pfizer.
Las convulsiones y la encefalomielitis (inflamación del cerebro y la médula espinal) experimentadas por la internista mexicana Karla Cecilia Pérez, de 32 años, horas después de recibir la inyección de Pfizer.

La parálisis de Bell desarrollada por una enfermera estadounidense a los tres días de su inyección. En YouTube, advierte a los estadounidenses: "No tomen esta vacuna", diciendo: "No le desearía esto a mi peor enemigo".Reacciones adversas a la vacuna de ARNm

Preparando el terreno para "manipular las expectativas", The Atlantic dijo a sus lectores a mediados de diciembre que, aunque las inyecciones de COVID-19 implican "un golpe" y "algo más que la desagradable costumbre de recibir una inyección", no son "ni de lejos tan malas como la propia COVID-19".

Sin embargo, algunas de las personas descritas anteriormente y otras que presentan informes al VAERS podrían discrepar.

Por ejemplo, en un escrito que acompaña a un informe del VAERS (disponible a través de MedAlerts), se describe que una mujer de 36 años que recibió la vacuna de Pfizer el 17 de diciembre experimentó mareos y vértigos "incapacitantes" entre 15 y 20 minutos después de la vacunación, seguidos de una elevada frecuencia cardíaca y una presión arterial "realmente alta".

Tras varias horas en un puesto de monitorización, donde los trabajadores sanitarios le dieron Benadryl y "mucha agua" junto con la medición de su presión arterial "cada cinco minutos", pasó otras cuatro horas sometida a "monitorización continua" en la sala de urgencias, seguidas de "unas cuantas horas más" en urgencias al día siguiente y la recomendación de empezar a tomar medicamentos para la presión arterial. 

El 20 de diciembre, su presión arterial aún no se había normalizado y había desarrollado un fuerte dolor de cabeza. El proveedor de servicios sanitarios que presentó el informe al VAERS en nombre de la mujer concluyó que no podía descartarse una asociación causal entre la vacuna de Pfizer y el suceso "basándose en una relación temporal compatible."

Entre los receptores de la vacuna de Pfizer con reacciones clasificadas en el VAERS como "potencialmente mortales", hay muchos otros escritos inquietantes, a menudo relacionados con mujeres jóvenes de 30 años:

Mujer, 31 años: "40 minutos después de la inyección, mi garganta y mi lengua empezaron a sentirse extrañas y tensas, la farmacia... me dio [Benadryl y Tylenol]. Alrededor de 1 hora y 45 minutos después de la inyección, mi garganta estaba tan hinchada y me picaba tanto que no podía tragar. Fui a la sala de urgencias más cercana....".

Mujer, 35 años: "5 minutos después de recibir la vacuna comenzó el picor que rápidamente se convirtió en una erupción/urticaria en la cara, el cuello, el pecho y el abdomen. A los 20 minutos después de la vacunación, desarrolló una grave debilidad en las piernas con mareos, opresión en el pecho y [falta de aire]. A los 22 minutos se desplomó en el suelo sin poder soportar peso... y tenía fuertes calambres y hormigueos en las piernas, sin poder moverlas. Me llevaron a urgencias....".

Mujer, 30 años: "Aproximadamente 2 minutos después de la inyección, sentí un rubor y un hormigueo. Esto disminuyó, pero desarrolló una tos. Me sentí lo suficientemente bien como para abandonar la zona de vacunación después de ser controlada durante 15 minutos. 

La tos continuó y desarrolló un picor de garganta que acabó provocando una inflamación de la garganta aproximadamente 30-35 minutos después de la administración. Solicitó atención en urgencias, donde estaba taquicárdico e hipertenso.... Me dieron el alta, pero los síntomas volvieron a aparecer hacia las 2 de la tarde. Busqué atención en otro servicio de urgencias, donde seguía hipertensa y taquicárdica".¿Qué es lo que sigue?

Un análisis objetivo del despliegue de la vacuna COVID-19 plantea necesariamente serias dudas sobre la seguridad del producto y la evaluación de los riesgos frente a los beneficios.

Los informes del VAERS presentados hasta diciembre indican que más de la mitad (53%) de los afectados por las reacciones a la vacuna ARNm son personas de 17 a 44 años en la flor de la vida.

Más de uno de cada cinco (n=877) acontecimientos adversos dieron lugar a una visita a urgencias, 140 fueron calificados como "graves", 100 dieron lugar a hospitalización, 41 fueron "potencialmente mortales" y 5 produjeron una discapacidad permanente.

Como complemento al VAERS, los CDC han animado a los receptores de la vacuna COVID-19 a utilizar una aplicación para teléfonos inteligentes llamada v-safe para "informar rápidamente a los CDC" sobre los efectos secundarios de la vacuna ARNm. 

El 19 de diciembre, los recuentos de v-safe correspondientes a los cinco primeros días de la vacunación contra la COVID-19 mostraron que, entre los 215.362 receptores de la vacuna registrados en v-safe, 5.052 personas informaron por sí mismas de "eventos de impacto en la salud" graves tras su primera dosis de la vacuna, eventos que requerían la atención de un profesional de la salud y que incapacitaban a la persona para trabajar o realizar sus actividades diarias normales.

 Esto también es preocupante, ya que se traduce en una tasa de lesiones de una entre 43 (2,3%) para el grupo v-safe.

En el nuevo año, muchos estados están planeando aumentar agresivamente la distribución tanto de la vacuna de Pfizer como de la vacuna Moderna, aún más reactogénica, incluso en farmacias, supermercados, grandes tiendas, consultorios dentales y lugares temporales como estadios e incluso Disneylandia.

Esto ha suscitado la preocupación de los alergólogos, en particular, que se preguntan si los lugares de paso y el personal poco capacitado serán capaces de reconocer y manejar las reacciones adversas repentinas que las dos vacunas de ARNm parecen capaces de provocar, especialmente porque ambas contienen el notorio ingrediente alergénico polietilenglicol (PEG).

En Estados Unidos, algunos alergólogos recomiendan a los consumidores con alergias conocidas que sean "proactivos" y hagan a los posibles centros de vacunación "preguntas concretas" sobre su formación en materia de emergencias, su equipo y su capacidad "para responder rápidamente si algo va mal".

Un número cada vez mayor de expertos en salud van más allá, y un funcionario de salud pública de Wyoming describe las inyecciones como "armas biológicas de destrucción masiva", y muchos otros instan al público a "simplemente decir no" a las inyecciones experimentales que los funcionarios de salud y los fabricantes de vacunas admiten que no están probadas para prevenir el COVID o detener la transmisibilidad, pero que podrían causar un daño duradero.

Traducido por Mente Alternativa

mar, 26 ene 2021 09:57 UTC
https://es.sott.net/article/76103-Miles-de-lesiones-por-vacunas-COVID-y-13-muertes-en-EEUU-registradas-solo-en-diciembre

jueves, 28 de enero de 2021

Un anciano muere seis días después de recibir la segunda dosis de la vacuna de Pfizer en España


Un hombre de 84 años que había recibido las dos dosis de la vacuna de Pfizer falleció este lunes a causa de una neumonía. Al anciano le había sido administrada la segunda dosis seis días antes de su muerte en la residencia de ancianos en la que vivía, que está situada en lo localidad castellonense de Viver.


La familia del fallecido ha presentado una denuncia en comisaría para depurar posibles responsabilidades, tanto del centro de mayores como la Conselleria de Sanidad, según informa el diario Levante. Todos los usuarios de la residencia y parte de los trabajadores recibieron la segunda dosis de la vacuna el pasado 19 de enero, a pesar del brote activo que se detectó el 30 de diciembre, cuando ya se había aplicado la primera inyección.

Este hecho ha provocado que los familiares de la persona fallecida hayan decidido presentar la denuncia, ya que consideran una negligencia que se ordenase la vacunación sin haber negativizado los contagios en el centro de mayores.

El hijo del fallecido culpa a la segunda dosis

"La segunda dosis lo ha rematado", asegura en el diario Levante el hijo del anciano, quien revela que su padre parecía encontrarse con buena salud hasta que el pasado sábado comenzó a sentirse mal, por lo que fue ingresado en el Hospital de Sagunto, donde falleció "de forma fulminante" el lunes.

El hijo de esta persona afirma asimismo que no entiende qué ha sucedido en la residencia de ancianos en la que vivía su padre, puesto que no se había detectado ningún caso durante toda la pandemia hasta que se comenzaron a administrar las primeras dosis de la vacuna contra el coronavirus. Además, denuncia que los residentes recibieron la segunda dosis pese a que podía haber enfermos por la COVID-19 entre ellos.

La familia considera que el fallecimiento ha sido debido "a un efecto adverso de la vacuna anticovid y que posiblemente la administración de la segunda dosis le ha causado una merma muy grave en su estado de salud", según recoge la denuncia a la que ha tenido acceso Levante. 

Por ello, solicitarán que se preserve el cuerpo para que se realice una autopsia que determina las causas exactas de la muerte del anciano y si la administración de la segunda dosis de la vacuna pudiera haber sido "inadecuada o improcedente" dada su merma de salud.


mie, 27 ene 2021 18:46 UTC
https://es.sott.net/article/76135-Un-anciano-muere-seis-dias-despues-de-recibir-la-segunda-dosis-de-la-vacuna-de-Pfizer-en-Espana

miércoles, 27 de enero de 2021

La Vacuna de la COVID-19 y la Especulación Farmacéutica

En medio de la enorme expectación generada por las diferentes vacunas que pueden resolver la crisis sanitaria en la que nos encontramos, nos surgen múltiples preguntas. ¿Qué hay detrás de la pugna entre las grandes empresas farmacéuticas por alcanzar primero la vacuna? ¿Están los estados imperialistas acaparando el control de la vacuna?

(En la imagen, un esquema del proceso clínic habitual de investigación y verificación de resultados de las vacunas) Fuente: elaboración propia.

La enfermedad COVID-19, producida por el virus SARS-CoV-2, ha provocado una pandemia con unos efectos sin precedentes en la historia reciente a nivel mundial. A fecha de 1 de diciembre de 2020, se han infectado 63,2 millones de personas por el virus en el mundo, y han muerto más de 1.460.000 personas, cifras que se refieren, por supuesto, a casos confirmados

La OMS ha declarado desde este enero la situación de emergencia global, dando diversas recomendaciones a los distintos gobiernos para controlar el ritmo de contagios. 

En este contexto global las contradicciones existentes en el capitalismo se han agudizado, como ocurre en cualquier crisis del sistema productivo. 

En el caso de España, la clase trabajadora tenemos que enfrentarnos, por ejemplo, a tener que ir a trabajar o a estudiar en un transporte público atestado, mientras las restricciones se centran en los aspectos del ocio; o a que la sanidad pública sufra de enormes carencias de financiación, personal o equipamiento, a la vez que los medios de comunicación de masas no paran de señalar que la responsabilidad de las muertes es individual, sobre todo de la juventud. 

A todo esto, hay que sumarle todos los daños asociados a la época del confinamiento total, como pueden ser los psicológicos, que han afectado sobre todo a los hogares con rentas más bajas, y cuyos efectos continúan presentes.

Viendo la situación tan precaria por la que está pasando una gran parte de la población española, lo lógico sería centrar los esfuerzos productivos en intentar mejorar lo máximo posible la calidad de vida y reducir al mínimo los contagios, aunque eso supusiera pérdidas en las grandes empresas. 

Sin embargo, por la propia naturaleza del sistema capitalista, la estrategia de reducir la producción y centrarla en los aspectos más básicos, a la vez que se potencian los elementos más necesarios como la sanidad, es algo impensable, por lo tanto, la panacea para esta situación es la vacuna. 

La vacuna aparece como la solución definitiva a la pandemia, y las empresas que la elaboran, aparentan ser entidades benévolas y desinteresadas, salvadoras de la humanidad

La vacuna se publicita como la herramienta para que podamos volver a tener nuestra vida, para que vuelvan los espacios de socialización, los reencuentros familiares sin riesgo, etc. Es por esto por lo que se justifica que se inviertan tantos recursos en su consecución y que se haya acelerado el proceso al máximo, ya que en condiciones ordinarias suele dilatarse 10-15 años, en este caso podemos decir que en el transcurso de menos de 1 año se han desarrollado las fases necesarias para la aprobación de la vacuna. Sin embargo, en términos realistas, podemos ver que las cuestiones que subyacen y que justifican esa presteza son totalmente distintas.

Por un lado, hay un gran nicho de mercado que está siendo aprovechado por las grandes empresas farmacéuticas, ya que las primeras en desarrollar la vacuna serán las que obtengan mejores acuerdos con los estados y más beneficios. 

Así, se ha dado una carrera por la consecución de la vacuna, y hemos visto anuncios cercanos en el tiempo de nuevas vacunas, como en el caso de Pfizer y Moderna, lo que evidencia la enorme competencia que existe en esta industria. Por otro lado, se está dando una pugna entre los distintos bloques imperialistas por el desarrollo de la vacuna, destacando el bloque liderado por EEUU y Europa en esta lucha comercial, ya que, por ejemplo, China, ha desarrollado una vacuna pero sobre todo con carácter interno. 

Por último, y quizás siendo el aspecto más importante, vemos que existe la necesidad de que la tasa de ganancia de las grandes empresas se recupere y continúe creciendo, que la explotación a la clase trabajadora siga con la misma intensidad que en la situación existente antes de la pandemia, e incluso que, justificandolo con un “toda la población ha de arrimar el hombro para paliar esta crisis”, aumente dicha explotación y se profundice en las dinámicas de privatización y especulación. 

Aprovechar sus propias crisis de producción para profundizar en las desigualdades con el objetivo recuperar y mantener en crecimiento la tasa de ganancia es algo esperable y recurrente en el capitalismo, por lo que no sorprende que el fin de todas las medidas que se están llevando a cabo van encaminadas, de mayor o menor forma, hacia ese objetivo. Sin embargo, eso no invalida, per sé, el hecho de que sea o no necesario el desarrollo de una vacuna. 

Frente a las vacunas han surgido multitud de teorías de la conspiración, funcionales al sistema capitalista, que sitúan como enemigo a una herramienta científica y no a las empresas que se lucran con ella.

En este marco vemos como surgen diversas teorías conspirativas, que cargan contra las medidas de contención de los contagios o de la generación de una vacuna. A simple vista, algunas de ellas pueden parecer movimientos que luchan contra el sistema, pero no hace falta profundizar un poco en su, ya de por sí exiguo mensaje, para identificar un discurso reaccionario, que le hace el juego a la derecha y extrema derecha, estando muchas veces financiadas por grandes empresarios que buscan dividir así a la clase trabajadora. 

Ante esto la juventud combativa tenemos que defender con uñas y dientes el análisis materialista de la realidad, y no dejarnos engañar por teorías pseudocientíficas y reaccionarias, que sólo buscan distraernos y difuminar al verdadero enemigo. Un caso paradigmático es el uso de la vacuna para introducir micro-chips en la población, de manera que ésta sea fácilmente manejable. 

Si bien muchas vacunas que están en fases muy avanzadas utilizan mecanismos novedosos, como puede ser el uso de ARN, ADN o vectores no replicantes, esto no implica que escondan algo “malévolo” detrás. Detrás de esta teoría subyace el mensaje de que antes de que nos pongamos alguna de estas vacunas éramos “libres”, lo cual no deja de perseguir que se mantenga el statu quo. Son teorías de la conspiración enraizadas en el discurso de la ultraderecha o absolutamente compatibles con el sistema capitalista.

Así, el desarrollo de la ciencia, aunque en un marco capitalista va casi siempre a responder a necesidades del sistema de una forma más o menos directa, no lo hace menos necesario, ya que forma parte del desarrollo de las fuerzas productivas y de conocimiento de la realidad que facilitará la consecución del socialismo. El conocimiento de la realidad, aunque sea con una visión sesgada, es siempre necesario.

Es por ello por lo que el desarrollo de la vacuna es necesario, pues permite avanzar en el conocimiento y mejorar las condiciones actuales de la clase trabajadora. Pero no hay que perder de vista que persigue un fin claro: recuperar los niveles productivos y asegurar los beneficios de las empresas farmacéuticas.

Ante esto se abre la contradicción entre el acceso igualitario a la vacuna y los beneficios de las grandes industrias farmacéuticas. Actualmente hay once vacunas en fase III, estando involucradas empresas e instituciones de China (CanSino Biological; Sinovac; Sinopharm), Rusia (Gamaleya Research Institute), Reino Unido (Oxford Vaccine Group/AstraZeneca) y Estados Unidos (Moderna; Johnson & Johnson; Novavax; Pfizer/BioNTech, junto a Alemania). 

De estas, hay noticias de que la de Moderna, Pfizer y Oxford han obtenido buenos resultados, con eficacias superiores al 90%. Así, no es de esperar que en breves se pongan en marcha las maquinarias para tener listas las cantidades necesarias lo antes posible, ya que a las grandes empresas les beneficia que el acceso a la vacuna sea rápido y gratuito, ya que principalmente la vacuna estará financiada por los estados y en el caso de Europa también por la EMA (Agencia Europea del Medicamento), para que las masas trabajadoras puedan volver al ritmo productivo. Cabe destacar que los precios de las tres vacunas son muy dispares, mientras la desarrollada por Oxford cuesta unos 3 euros por dosis, la de Pfizer cuesta más de 15 y la de Moderna unos 21 euros.

En este punto habría que preguntarse de dónde está saliendo toda la maquinaria productiva necesaria para producir las dosis, si de las empresas farmacéuticas o de los estados. En el caso de España lo más probable es que se pongan laboratorios públicos (por ejemplo, del CSIC) o de empresas españolas para la fabricación de la vacuna. 

Sin embargo, estas multinacionales farmacéuticas cuentan con fábricas en muchos países, por lo que parte de la producción se realizará en ellas. Por ejemplo, en España, Pfizer posee 2 plantas de producción. A todas luces, con el anuncio del día de hoy de la fecha de autorización prevista para la vacuna, se ha iniciado ya de hecho su producción.

En la difusión de los hallazgos sobre las vacunas de la COVID-19 se obvia la imprescindible financiación pública de la ciencia y la investigación, sin la cual no contaríamos con los avances científicos que hacen posibles las vacunas.

Vemos que, aunque el precio sea tan dispar, la Unión Europea se ha comprometido a adquirir vacunas de Oxford /AstraZeneca (300 millones de dosis), de Moderna (80 millones) y de Pfizer/BioNTech (200 millones) . Se abre el dilema sobre la dependencia de los estados respecto de las empresas farmacéuticas y biotecnológicas. ¿Hasta qué punto es seguro dejar la salud pública y gran parte de las fuerzas productivas del ámbito sanitario a empresas privadas, cuya única lógica es el beneficio? 

Y, en el caso de que el desarrollo de la vacuna fuera privado, como ha ocurrido con la vacuna para la COVID-19, ¿No sería lógico que la patente fuera pública, o al menos que se fijara un precio justo para todos los países y con el que se cubrieran solamente los gastos de su fabricación? 

Vemos que esto es imposible, ya no solo por la negativa de muchas empresas farmacéuticas de aceptar inversión estatal en sus proyectos de investigación sobre la vacuna, sino por la propia naturaleza del capitalismo, ya que las empresas farmacéuticas no obtendrían todos los beneficios que realmente tienen el poder de conseguir, por la enorme necesidad que hay de la vacuna. 

Los ensayos clínicos son una inversión que la industria realiza a fin de tener un posterior beneficio que se logra con el acceso del medicamento al mercado, en numerosas ocasiones estas empresas han dejado de fabricar medicamentos de los que ya había expirado la patente porque no eran ya beneficiosos económicamente y han producido en nuestro sistema de salud desabastecimientos que han conllevado a un perjuicio de la salud de los pacientes que han visto limitado el acceso a su medicación habitual. Así, vemos que claramente no nos beneficia esta dependencia estatal de las empresas farmacéuticas y biotecnológicas. 

Con todo, la población deberá pagar, de forma indirecta, el precio de la vacuna, lo que analizándolo con cierta profundidad resulta en algo así como “pagar para poder ir a trabajar de forma segura y asegurar los beneficios del resto de empresas”. Vemos que el análisis de algo en apariencia sencillo como es el desarrollo de una vacuna esconde una enorme complejidad y una gran cantidad de intereses enfrentados. 

Es por esto por lo que hemos de replantearnos por qué ha afectado tanto esta pandemia, más allá de las causas potenciales de su aparición (aumento de la deforestación, agricultura y ganadería extensivas…). Aquí entra en juego la prioridad del beneficio privado frente al colectivo, generando una sociedad muy poco resiliente ante cualquier adversidad. 

Este paradigma necesita ser cambiado, no sólo por su inherente injusticia, sino porque mientras el capitalismo siga rapiñando los últimos recursos del planeta, irán aflorando potenciales patógenos que se encontraban latentes o en poblaciones animales muy aisladas, lo cual sumado a la enorme capacidad y facilidad de transporte de personas y mercancías con la que contamos actualmente facilitará, como ha ocurrido con el SARS-CoV-2, su propagación. 

Esto a su vez se ve propiciado por los modelos de hacinamiento de muchas ciudades, falta de acceso a servicios públicos, ganadería intensiva (potencia la generación y propagación de enfermedades que pueden pasar al ser humano, a la par que es un caldo de cultivo para la aparición de bacterias resistentes a antibióticos), aumento de la polución y degradación de ecosistemas. Todo esto está generando una burbuja que, tarde o temprano, acabará explotando. Como siempre, será la clase trabajadora quien lo pagará, como está ocurriendo con la pandemia actual. 

Iria G. y Pablo A.
http://www.agitacion.org/2020/12/01/la-vacuna-de-la-covid-19-y-la-especulacion-farmaceutica/

martes, 26 de enero de 2021

Veinte razones por las que las Mascarillas Obligatorias son Inseguras, Ineficaces e Inmorales

© Gareth Chaney/Collins

Personas con mascarillas en la calle Grafton de Dublín.Nueve peligros potenciales y probados de amordazarse a sí mismo

1. Caries: Los dentistas de Nueva York informan de que la mitad de sus pacientes sufren deterioro dental, retracción de las encías y un aliento gravemente agrio por llevar mascarillas. "Estamos viendo inflamación en las encías de personas que han estado sanas siempre, y caries en personas que nunca las han tenido", dijo el doctor Rob Ramondi a FOX News.

2. Deformidades faciales: El enmascaramiento de los niños desencadena una respiración bucal que, como se ha demostrado, provoca "caras largas y estrechas, bocas estrechas, bóvedas palatinas altas, maloclusión dental, sonrisas gomosas y muchos otros rasgos faciales poco atractivos", según el Journal of General Dentistry..

3. Acné vulgar: La humedad y los gérmenes que se acumulan en la mascarilla causan "lesiones en la piel del rostro, dermatitis irritante... o empeoramiento del acné" (según Public Health Ontario), lo que estresa el sistema inmunitario, puede provocar cicatrices permanentes y se ha relacionado con la depresión y los pensamientos suicidas (según el Journal of Dermatologic Clinics). Los niños también desarrollan impétigo, una infección bacteriana que produce llagas rojas y puede provocar daños en los riñones (según la Clínica Mayo).

4. Aumento del riesgo de Covid-19: "El uso de mascarillas por parte del público en general podría estar asociado con un riesgo teóricamente elevado de Covid-19 a través de... la autocontaminación", afirma Public Health Ontario en Wearing Masks in Public and Covid-19. "Al usar una mascarilla, los virus exhalados no serán capaces de escapar y se concentrarán en las fosas nasales, entrarán en los nervios olfativos y viajarán al cerebro", teoriza el doctor en medicina Russell Blaylock, neurocirujano certificado a nivel nacional (en un artículo de The Centre for Research on Globalization).

5. Neumonía bacteriana: En una conferencia de prensa en Oklahoma, el Dr. en medicina James Meehan, declaró: "Los informes que llegan de mis colegas de todo el mundo sugieren que las neumonías bacterianas están en aumento" como resultado de la humedad que se acumula en las mascarillas.

6. Inmunodepresión: Las mascarillas las suelen llevar los delincuentes que intentan ocultar su identidad mientras perpetran un delito (robo, violencia, violación, asesinato, etc.). Producen ansiedad y miedo subconscientes. El miedo y la ansiedad activan el sistema nervioso de lucha o huida, que suprime el sistema inmunitario, tal y como demuestra un estudio de la Asociación Americana de Psicología.

7. Germofobia: Las mascarillas crean un miedo irracional a los gérmenes y una falsa sensación de protección frente a las enfermedades, lo que conduce a un comportamiento antisocial (o incluso hostil) hacia quienes no llevan mascarillas. (Véase el artículo del Journal of Obsessive-Compulsive and Related Disorders titulado "Covid-19, desorden obsesivo compulsivo y formas de vida invisibles que amenazan al individuo").

8. Toxicidad: Muchas (si no la mayoría) de las mascarillas y cubiertas faciales (incluidas las de tela) están fabricadas con productos químicos tóxicos y cancerígenos, como retardantes del fuego, fibra de vidrio, plomo, NFE, ftalatos, productos químicos polifluorados y formaldehído, que desprenden gases y son inhalados por el usuario. (Véase "Se nombran las 5 principales sustancias químicas peligrosas en la ropa procedente de China", de Fashion United).

9. Psicológicamente perjudicial: "Creo que la verdadera amenaza ahora mismo es lo que estamos haciendo para sabotear la salud mental, emocional y física de... nuestros hijos, cuyo desarrollo depende de las interacciones sociales, el contacto físico y las expresiones faciales", escribe el Dr. Joseph Mercola de Mercola.com. "Entre el uso de mascarillas y el distanciamiento social, me temo que el impacto en los niños en particular puede ser a largo plazo, si no permanente".


© Allen Forest
Mona Lisa enmascarada

Seis pruebas de que las mascarillas no reducen las infecciones

1. Insustancial: Una revisión financiada por los CDC sobre el enmascaramiento en mayo de 2020 llegó a la siguiente conclusión: "Aunque los estudios mecanicistas apoyan el efecto potencial de la higiene de manos o de las mascarillas, las pruebas de 14 ensayos controlados aleatorios de estas medidas no apoyaron un efecto sustancial sobre la transmisión de la gripe confirmada en laboratorio... 

Ninguno de los estudios domésticos informó de una reducción significativa de las infecciones secundarias por el virus de la gripe confirmadas en laboratorio en el grupo de las mascarillas." Si las mascarillas no pueden detener la gripe común, ¿cómo pueden detener el SAR-CoV-2?

2. No es razonable: "Las pruebas de que el enmascaramiento como fuente [de] control se traduce en una reducción material de la transmisión son escasas, anecdóticas y, en general, inexistentes... [y el enmascaramiento obligatorio] es exactamente lo contrario de ser razonable", dictaminó un árbitro del hospital en una disputa entre la Asociación de Enfermeras de Ontario y la Red Académica de Ciencias de la Salud de Toronto.

3. Ineficaz: "Las mascarillas orales en individuos sanos son ineficaces contra el contagio de infecciones virales", escriben doctores en medicina belgas en una carta abierta publicada en The American Institute of Stress, el 24 de septiembre de 2020.

4. Insalubre: "Nunca se ha demostrado que el uso de mascarillas quirúrgicas disminuya las infecciones de las heridas postoperatorias", escribe el doctor en medicina Göran Tunevall en el World Journal of Surgery. "Por el contrario, se ha informado de una disminución del 50% [de la infección bacteriana] tras omitir las mascarillas".

5. No hay protección: "Había 17 estudios elegibles.... Ninguno de los estudios estableció una relación concluyente entre el uso de mascarillas respiratorias y la protección contra la infección de la gripe", concluye una revisión de la investigación en la revista Influenza and Other Respiratory Viruses.

6. No está probado: La ministra holandesa de Asistencia Médica, Tamara van Ark, afirmó que "desde el punto de vista médico no hay eficacia probada de las mascarillas" tras una revisión del Instituto Nacional de Salud el 29 de julio de 2020 (según Reuters).

Cinco formas por las que el enmascaramiento forzado es inmoral

1. Imprudente: "Al hacer recomendaciones y políticas de uso de mascarillas para el público en general, o al aprobar expresamente la práctica, los gobiernos han ignorado la evidencia científica y han hecho lo contrario de seguir el principio de precaución", escribe el doctor en física Denis Rancourt en su artículo de 2020 Las mascarillas no funcionan.

2. Manipulador: El Dr. Andreas Voss, miembro del equipo de expertos de la Organización Mundial de la Salud y jefe de microbiología de un hospital holandés en Nimega, el 24 de julio de 2020, dijo a I Am Expat que las mascarillas se hicieron obligatorias "no por la evidencia científica, sino por la presión política y la opinión pública".

3. Miedo a la vida: "De hecho, no hay ningún estudio que sugiera siquiera que tenga algún sentido que los individuos sanos lleven mascarillas en público", las doctoras en física, Karina Reiss, y en medicina, Sucharit Bakdi, escriben en Corona, ¿falsa alarma? "Uno podría sospechar que la única razón política para aplicar la medida es fomentar el miedo en la población".

4. Totalitario: "Si se mira la historia de los regímenes totalitarios... todos hacen lo mismo, que es tratar de aplastar la cultura, y aplastar cualquier evidencia de autoexpresión...", explica Robert F. Kennedy, Jr. en una entrevista respecto a las mascarillas. "¿Y cuál es el último vector de autoexpresión? Son tus expresiones faciales.... [Sin embargo] a todos nos han dicho que nos pongamos el burka y seamos obedientes".

5. Señalización de la virtud: "Las mascarillas son totalmente inútiles", declaró el Dr. Roger Hodkinson, patólogo, certificado por el Real Colegio de Médicos y Cirujanos de Canadá, en una reunión del consejo municipal. "...las mascarillas son simplemente una señal de virtud... Es totalmente ridículo ver a estas personas desafortunadas e incultas (no lo digo en sentido peyorativo) caminando como lemmings, obedeciendo sin ninguna base de conocimiento, para ponerse las mascarillas".

Sobre el autor

John C. A. Manley ha pasado más de una década escribiendo como fantasma (negro literario) para médicos, naturópatas y quiroprácticos. Desde marzo de 2020, ha estado escribiendo artículos que cuestionan y exponen las contradicciones de la narrativa y las medidas de control de la Covid-19. También está terminando una novela, "Much Ado About Corona: A Dystopian Love Story (Mucho ruido y pocas nueces sobre el corona: Una historia de amor distópica". Puede visitar su sitio web en MuchAdoAboutCorona.ca.


Traducido por el equipo de SOTT.net en español

John C. A. Manley
sab, 23 ene 2021 00:58 UTC
https://es.sott.net/article/76087-Veinte-razones-por-las-que-las-mascarillas-obligatorias-son-inseguras-ineficaces-e-inmorales

lunes, 25 de enero de 2021

Miles de israelíes dan POSITIVO a Covid-19 a pesar de haber recibido la vacuna de Pfizer/BioNTech

Más de 12.400 personas en Israel han dado positivo en coronavirus después de haber sido vacunadas con la vacuna de Pfizer/BioNTech, incluyendo 69 que habían recibido su segunda dosis, dijo el Ministerio de Salud del país.

© Reuters / Ammar Awad
Un hombre recibe la vacuna contra el coronavirus en Israel.Unas 189.000 personas se sometieron a la prueba del Covid-19 después de ser vacunadas, y el 6,6% dio un resultado positivo, según los datos del ministerio recogidos por los medios israelíes. Al parecer, la mayoría se infectó poco después de recibir la primera inyección de la vacuna de dos dosis, un periodo en el que se espera que la inoculación no haya hecho todavía efecto.

Sin embargo, 1.410 personas dieron positivo dos semanas después de su primera inyección, momento en el que la inmunidad parcial ya debería haber surtido efecto.

Además, 69 pacientes se infectaron con el nuevo coronavirus a pesar de que ya se les habían administrado las dos inyecciones de la vacuna, dijo el ministerio. Israel comenzó a administrar las segundas dosis hace casi dos semanas, siendo el primer ministro Benjamin Netanyahu el primero en completar el curso

Pfizer ha dicho que se produce un pico de inmunidad entre el día 15 y el 21 después de la primera inyección, cuando la eficacia de su vacuna aumenta del 52 al 89%. Según ensayos anteriores, la protección ofrecida por la vacuna alcanza el nivel del 95% una semana después de la administración de la segunda dosis, dijo el gigante farmacéutico.

Cuando se trata de vacunas, los resultados de los ensayos clínicos pueden diferir de los resultados de la inmunización en el terreno, donde se administra a un número mucho mayor de personas.

El martes, el "rey" del coronavirus de Israel, Nachman Ash, se quejó al parecer ante los ministros israelíes de la insuficiente protección que ofrecía la primera inyección de la vacuna estadounidense. Resultó ser "menos eficaz de lo que habíamos pensado" y "menor de lo que presentó Pfizer", dijo Ash, citado por la Radio del Ejército.

Sin embargo, el jefe de la unidad de infecciones del Centro Médico Sheba -donde Netanyahu se vacunó- dijo a los medios de comunicación israelíes que la vacuna de Pfizer "funciona de maravilla" después de dos inyecciones. Según el profesor Gili Regev-Yohai, 102 de los médicos del centro fueron sometidos a pruebas una semana después de completar el curso de vacunación, y todos menos dos mostraron niveles de anticuerpos entre seis y 20 veces más altos que siete días antes.

Israel está a la cabeza del mundo en cuanto al ritmo de vacunación contra el nuevo coronavirus. En los últimos meses, unos 2,15 millones de personas han recibido las vacunas de Pfizer/BioNTech, y 300.000 ya han recibido las dos dosis.

A pesar de haber vacunado ya a más del 20% de su propia población, Israel no parece tan dispuesto a compartir la inmunización con los palestinos de los territorios ocupados. El miércoles, la Organización Mundial de la Salud expresó su "preocupación" por la desigualdad en el acceso a las vacunas entre israelíes y palestinos.

Un representante de la OMS para Palestina dijo que el organismo de la ONU ha mantenido conversaciones con las autoridades israelíes sobre la posibilidad de asignar vacunas a la Franja de Gaza y Cisjordania. La ministra de Sanidad israelí, Yuli Edelstein, ha dicho que su departamento podría ofrecer a las autoridades palestinas un excedente de dosis después de que los israelíes hayan recibido sus vacunas.

Traducido por el equipo de SOTT.net en español

mie, 20 ene 2021 08:43 UTC

domingo, 24 de enero de 2021

California recomienda suspender el suministro de la vacuna Moderna debido al alto número de eventos adversos

Moderna, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) y la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) están revisando actualmente el suministro después de que unas 10 personas sufrieron "una posible reacción alérgica grave".

© REUTERS / David Himbert

Según el Departamento de Salud Pública de California, se sospecha que las dosis del lote de Moderna 041L20A causan un "número de eventos adversos superior al habitual", por lo que deben ser guardadas antes de concluir la investigación.

Dichos incidentes parecen estar localizados en una sola clínica comunitaria que, según se informa, estuvo cerrada durante varias horas después de que se notificaran las reacciones adversas. En total, el lote de 330.000 dosis se ha distribuido a 287 proveedores en todo el estado, pero es la primera vez que se ha informado de una reacción alérgica a la misma, dijo la epidemióloga del estado, la Dra. Erica S. Pan.


Una reacción alérgica aguda fue previamente reportada en Boston en diciembre después de que un médico recibiera la vacuna de Moderna. Al mismo tiempo, las autoridades médicas estadounidenses también están investigando varios casos de reacciones graves a la medicación del coronavirus de Pfizer/BioNTech.

California es el estado de los Estados Unidos más golpeado, con alrededor de 3 millones de infectados (un millón de ellos en Los Ángeles) y más de 33.000 muertos, según la Universidad Johns Hopkins.

Traducido por el equipo de SOTT.net en español

Evgeny Mikhaylov
lun, 18 ene 2021 08:13 UTC
https://es.sott.net/article/76004-California-recomienda-suspender-el-suministro-de-la-vacuna-Moderna-debido-al-alto-numero-de-eventos-adversos