lunes, 29 de agosto de 2022

Hidroterapia de Colon: mitos y realidades que debes conocer

Existen diversas técnicas disponibles en el mercado que proponen que la limpieza intestinal tienen beneficios para la salud. Entre estas se encuentra la hidroterapia de colon. ¿Funciona?


La gran variabilidad en el hábito evacuatorio depende, en gran parte, de la forma en la que nos alimentamos. La popularidad de la regularidad defecatoria ha causado que quienes no van con frecuencia al baño, recurran a técnicas que ayuden al movimiento intestinal. Uno de estos métodos es la hidroterapia de colon o irrigación colónica.

La constipación crónica afecta entre el 2 al 34 % de los adultos en algunas sociedades. Por lo que es un hallazgo bastante frecuente.

Los síntomas asociados con el estreñimiento llevan a las personas a buscar formas de producir la evacuación. Por lo general, recurren al uso de laxantes y enemas, pero algunos acuden a tratamientos más drásticos, como la irrigación colónica.

¿En qué consiste la hidroterapia de colon?

La hidroterapia de colon es una técnica en la cual se introduce un tubo a través del recto para irrigar el colon. La finalidad de este método es permitir un lavado exhaustivo del intestino, eliminando los residuos de la dieta que estén presentes en la porción final del tubo digestivo.

Para ello, se han diseñado diversos equipos que facilitan el trabajo. Poseen opciones ajustables que brindan una mayor libertad de manipulación al practicante.

Estos equipos introducen grandes cantidades de agua al intestino (hasta 120 litros). Aunque también se describen que otras sustancias, como café, infusiones de hierbas y enzimas, son utilizadas.

Suelen estar diseñados para trabajar con presiones que no sobrepasan los 120 milibares y mantienen una temperatura cercana a la corporal. Sin embargo, dependiendo del dispositivo, esta última se puede ajustar entre 21 y 41 °C.

Sesiones de irrigación colónica

La duración aproximada de una sesión es de 40 minutos, dividida en unos pequeños períodos de irrigación. En total, en una sola sesión pueden realizarse entre 40 y 60 irrigaciones, en las que se introduce cerca de 2 litros de líquido en cada una.

La hidroterapia de colon es realizada por un hidroterapeuta, que no suele tener ninguna preparación científica. Excepto por el entrenamiento técnico para manipular el equipo.


Las opciones para abordar la constipación son variadas. La hidroterapia es una de las más extremas.

¿Por qué surge la hidroterapia de colon?

La irrigación colónica aparece como respuesta a una antigua y controversial teoría, que en las últimas décadas ha vuelto a ganar popularidad: la autointoxicación. Esta creencia asume que el intestino grueso es un simple sistema de alcantarillado y relaciona la retención de los desechos de la digestión con enfermedad.

La hipótesis inicial es que la putrefacción de estos materiales producen tóxicos, los cuales son absorbidos por el organismo. Por ello, la constipación era considerada un enemigo silente, ya que permitía que las heces se mantengan durante más tiempo en el intestino.

Sin embargo, tales afirmaciones fueron desmentidas en la década de 1920. En la actualidad ha recobrado importancia la salud del colon, solo que la finalidad de las investigaciones se centra en comprender la interacción del microbioma con el resto del organismo.

¿Tiene algún beneficio la hidroterapia de colon?
Este método no tiene aval científico y la mayoría de los médicos están en su contra.

Algunos le ven utilidad en la preparación del colon, previo a la realización de una colonoscopia. Sus defensores la proponen como una técnica curativa para un sinnúmero de condiciones, entre las que se encuentran las siguientes:

Colitis.
Flatulencias.
Estreñimiento.
Enfermedad de Crohn.

Los hidroterapeutas pretenden incrementar su número de clientes al proponer a la irrigación colónica como un recurso efectivo para el tratamiento de otras condiciones. Estas afirmaciones no poseen ninguna evidencia científica que las secunde, pero tampoco existen legislaciones que protejan al paciente frente a tales pretensiones.

Entre las afecciones que se insinúan tratar, se incluyen las siguientes:

Sinusitis y otros trastornos respiratorios.
Cefaleas recurrentes y migraña.
Halitosis o mal aliento.
Trastornos mentales.
Problemas cutáneos.
Alergias varias.
Alcoholismo.

¿Qué dice la ciencia?

En las últimas décadas, algunas investigaciones intentan descubrir los beneficios reales de la hidroterapia de colon. Por ejemplo, en un estudio con pacientes con síndrome de colon irritable, se utilizó un equipo de irrigación colónica que está aprobado por la agencia sanitaria de Taiwán.

Las sesiones propuestas eran menos drásticas, con tasas de irrigación mucho más bajas que las descritas en las sesiones convencionales. El resultado de la investigación es que hubo mejoría en la sintomatología de estos pacientes.

Sin embargo, en el mismo estudio describen las limitaciones de sus hallazgos, ya que se trataba de una muestra poblacional pequeña y el tiempo de seguimiento de los pacientes fue corto. Por otro lado, uno de los indicadores de efectividad era subjetivo, pudiendo ser el resultado de un efecto placebo.

Asimismo, en otra serie de investigaciones realizadas con pacientes que presentaban constipación crónica o diarrea, también se llegó a la mejoría de los síntomas. De todos modos, el grupo de personas no superaba las 40.

Riesgos de la irrigación del colon

Aunque quienes la practican la proponen como una técnica inocua, la realidad dista bastante de esta versión. El mayor riesgo al que se expone una persona que recurre a un hidroterapeuta es la perforación intestinal, que puede desencadenar sepsis y desequilibrio hidroelectrolítico. Ambas condiciones son mortales.

Por lo que la seguridad de la hidroterapia de colon es solo un mito. Además, otros riesgos incluyen contaminación cruzada, síntomas gastrointestinales posteriores a la sesión (náuseas, vómitos o diarrea), sensación de plenitud abdominal y dolor en el ano.


Tras la sesión, es posible que queden dolores y molestias por la manipulación que se efectuó con el instrumento.

Contraindicaciones de la hidroterapia de colon

Una lista que sí es interminable con respecto a esta técnica es la constituida por aquellos pacientes que bajo ninguna circunstancia deberían acudir a un hidroterapeuta de colon. Entre estas contraindicaciones se encuentran las siguientes:

Embarazo.
Neoplasias.
Hernias abdominales.
Hemorragias digestivas.
Fisuras y fístulas anales.
Enfermedad hemorroidal.
Antecedente de irradiación.
Hipertensión arterial y cardiopatías.

Una conclusión controversial

Puede que la irrigación colónica tenga una utilidad potencial en el manejo de ciertos pacientes con condiciones que afectan al tracto gastrointestinal. En especial, los desórdenes evacuatorios.

De todos modos, este recurso debe considerarse solo en pacientes en los que el tratamiento médico no ha sido efectivo. Asimismo, la técnica debe ser tomada en cuenta antes de optar por algún procedimiento quirúrgico, ya que resulta menos invasiva.

No obstante, las recomendaciones para la práctica de la hidroterapia colónica son que los equipos sean de uso individual exclusivo y que sus partes sean descartables, que se utilice agua corriente filtrada en vez de otras sustancias y que las cantidades de líquido sean reducidas. La capacitación en el uso de esos aparatos debe ser ineludible para evitar efectos adversos graves.

Es de vital importancia que estos pacientes mantengan un seguimiento médico cercano. De igual forma, muchas más investigaciones son necesarias al respecto.

Se debe dilucidar si estamos en presencia de una técnica con un factor riesgo/beneficio aceptable, como para poder considerarla como opción. O si por el contrario, nos hallamos de nuevo inmersos en un mito.

https://mejorconsalud.as.com/hidroterapia-colon/

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