viernes, 2 de junio de 2023

La OMS advierte de un Aumento "Inusual" de la Miocarditis grave en Bebés

Las autoridades británicas están investigando un "inusual" aumento de la miocarditis grave que ha afectado a 15 bebés en Gales e Inglaterra y ha causado la muerte de al menos uno, según ha anunciado la Organización Mundial de la Salud.

© Fred Dufour /AFP via Getty Images

El martes, la OMS alertó de un incremento de la "miocarditis grave" en recién nacidos y lactantes entre junio de 2022 y marzo de 2023 en Gales e Inglaterra.

Dijo que esto estaba asociado con la infección por enterovirus, que rara vez afecta al corazón.

Un portavoz de la Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido (UKHSA) confirmó a The Epoch Times que se han diagnosticado 10 bebés en Gales y cinco en Inglaterra.

La OMS declaró que "aunque las infecciones por enterovirus son frecuentes en neonatos y lactantes, el aumento notificado de miocarditis con desenlace grave en neonatos y lactantes asociado a la infección por enterovirus es inusual".

Dijo que en el mismo hospital (que cubre la región de Gales del Sur) durante los seis años anteriores, "sólo se ha identificado un único caso similar".

La OMS evaluó el riesgo para la salud pública como bajo, pero añadió que, en determinadas situaciones, "puede ser aconsejable cerrar las guarderías y las escuelas para reducir la intensidad de la transmisión."

Sin embargo, la OMS retiró la alerta el miércoles. The Epoch Times entiende que esto podría deberse a que algunas de las cifras no eran correctas.

La OMS no respondió a la solicitud de comentarios de The Epoch Times.

Investigación

Las autoridades de Inglaterra y Gales están investigando el aumento de casos.

El Dr. Shamez Ladhani, pediatra consultor del UKHSA, dijo a The Epoch Times por correo electrónico que "dado un número de casos superior a la media en Gales en los meses de otoño/invierno en bebés muy pequeños, el UKHSA está investigando la situación en Inglaterra para ver si se han observado casos similares aquí y si hay algún factor que explique el aumento de casos."

La UKHSA no respondió a las preguntas sobre la posibilidad de descartar cualquier relación con los efectos de la vacuna COVID-19.

A principios de mayo, Salud Pública de Gales anunció que estaba investigando un grupo de infecciones graves por enterovirus con miocarditis en bebés muy pequeños de la región del sur de Gales.

Los casos se produjeron a partir de junio de 2022, con un pico en noviembre de 2022 que afectó a bebés menores de 28 días.

Diez bebés han desarrollado miocarditis dentro de este grupo. Un bebé permanece hospitalizado, ocho están siendo tratados como pacientes ambulatorios y un bebé ha muerto.

Una "Enorme Interrogante"

La Dra. Clare Craig, patóloga consultora y miembro de HART, declaró a The Epoch Times que existe "una enorme interrogante sobre si estos bebés o las madres están vacunados".

HART es una organización que se creó para compartir preocupaciones sobre las recomendaciones políticas y orientativas relacionadas con la pandemia de COVID-19.

"El Coxsackievirus es un miembro de una familia de virus llamados enterovirus y una de las causas más comunes de miocarditis viral", dijo.

"Y vimos que, al igual que con otros virus, el diagnóstico de Coxsackievirus se redujo masivamente en 2020, cuando llegó el SARS-COV 2".

Añadió que el número total de personas que contrajeron miocarditis después de 2020 se mantuvo igual, lo que sugiere que "el SARS-COV 2 ocupó el nicho" que había dejado el Coxsackievirus.

"Pero entonces llegó la vacuna y a partir de 2021 la tasa de incidencia de miocarditis se disparó", añadió.

"Las autoridades de salud pública afirman que quieren mantener la confianza y, sin embargo, no exploran estas vías para descartar preocupaciones", añadió.

Periodo de tiempo relativamente corto

El Dr. Christopher Williams, epidemiólogo consultor de Salud Pública de Gales, dijo a The Epoch Times por correo electrónico que la reacción a la infección "sigue siendo extremadamente rara".

Añadió que "el enterovirus es una infección común de la infancia, causante de una serie de infecciones que incluyen enfermedades respiratorias, de manos, pies y boca, y meningitis viral."

"En bebés muy pequeños, el enterovirus también puede, en casos raros, causar una enfermedad grave en las primeras semanas de vida. La mayoría de los bebés y niños se recuperan completamente tras la infección por enterovirus", señaló.

Williams reiteró que esto sólo "afecta al corazón en muy raras ocasiones".

"Este conglomerado es inusual debido al número de casos notificados en un periodo de tiempo relativamente corto, por lo que ahora se están llevando a cabo investigaciones en colaboración con el equipo pediátrico del hospital infantil de Gales para entender las razones y para investigar cualquier otro caso que pueda notificarse en las próximas semanas y meses", dijo.

"Los padres deben estar tranquilos porque, aunque se ha producido un aumento de los casos, sigue siendo un suceso extremadamente raro", añadió Williams.

Traducido por el equipo de SOTT.net

Owen Evans
jue, 18 mayo 2023 00:00 UTC
https://es.sott.net/article/88123-La-OMS-advierte-de-un-aumento-inusual-de-la-miocarditis-grave-en-bebes

miércoles, 31 de mayo de 2023

¿Operación Warp Speed? Pfizer patentó la Proteína Espiga para una vacuna contra el coronavirus hace más de 30 años

30 May 2023


Traducido de The Exposé por TierraPura.org

En 1966, el primer modelo de coronavirus COV se utilizó como un experimento biológico transatlántico de EE. UU./Reino Unido en manipulación humana. El resfriado común, el coronavirus, se convirtió en quimera en la década de 1970. En 1990, Pfizer presentó la primera vacuna de proteína de pico. En 2002, se patentó un coronavirus armado. En 2003, el SARS-CoV-1 se lanzó al mundo.

“Diseñamos el SARS. El SARS no es un fenómeno natural. El fenómeno natural se llama resfriado común”, dijo el Dr. David E. Martin. Lo que hemos visto a lo largo de las décadas es que “la naturaleza fue secuestrada… La ciencia fue secuestrada… La moralidad fue secuestrada… La humanidad fue secuestrada”.

El Dr. David E. Martin es el CEO fundador de M∙CAM Inc. M∙CAM es el líder internacional en gestión de riesgos financieros basada en propiedad intelectual. Desde auditar la calidad de las patentes para los gobiernos y las oficinas de patentes hasta proporcionar sistemas y soluciones de gestión de riesgos actuariales de última generación a los bancos y compañías de seguros más importantes, M∙CAM ha establecido un estándar mundial en la evaluación y gestión de la validez comercial y la calidad de las patentes.

Durante la Cumbre Internacional de Covid celebrada en el Parlamento Europeo el 3 de mayo, el Dr. Martin testificó sobre la historia y los orígenes del SARS-CoV-2, su proteína espiga y su “vacuna”.

En la Cumbre, testificaron más de 30 expertos internacionales y parlamentarios de la UE, exponiendo una amplia gama de aspectos de la “pandemia” de covid. Puede ver la sesión completa de 8 horas en YouTube cargada en dos partes AQUÍ (parte 1) y AQUÍ (parte 2). O, si los videos se eliminan de YouTube, puede encontrarlos en Rumble AQUÍ .

Puede encontrar una lista de todas las presentaciones con marcas de tiempo AQUÍ . El testimonio del Dr. Martin comienza en la marca de tiempo 12.56 de la parte 1. Anteriormente publicamos artículos sobre una conferencia de prensa celebrada después de la Cumbre AQUÍ y el testimonio de la Dra. Jessica Rose AQUÍ . A continuación se encuentra el testimonio del Dr. Martin seguido de la transcripción.

En particular, el testimonio del Dr. Martin se está publicitando en algunos medios de comunicación de todo el mundo, pero ningún medio corporativo occidental ha tenido el coraje o la integridad de informar al respecto. Por ejemplo, The Standard (Hong Kong) publicó un informe ‘ EE. UU. ‘lanzó intencionalmente el virus Covid en Wuhan’ dijo la cumbre de la UE ‘. Y, aunque quizás sea un medio de comunicación independiente, Today News Africa publicó un informe ” El Dr. David Martin afirma que la pandemia de Covid-19 fue terrorismo interno premeditado, habla en la cumbre del Parlamento Europeo “.

¿Cuánto tiempo más pueden los medios como la BBC y su red Trusted News Initiative engañarse a sí mismos de que no se ha dejado salir al gato de la bolsa?

Como se mencionó en su testimonio en la Cumbre Internacional Covid, el Dr. Martin ha estado hablando sobre los orígenes del SARS desde 2006. Pero, hasta la era covid, había sido para pequeños grupos de personas. Al principio de la “pandemia”, su esposa lo animó a “ponerse frente a la cámara” y hablar sobre la información que tenía con un público más amplio. En otras palabras, hacer que la información esté disponible para nosotros, el público en general. Sus entrevistas y presentaciones se pueden encontrar fácilmente en medios independientes, incluidos nosotros mismos , y en sitios de redes sociales que no están siendo censurados activamente. 

Para aquellos que pueden haberlos perdido, a continuación hay una pequeña muestra de entrevistas con el Dr. Martin:El Dr. David Martin habló sobre el monopolio ilegal de Justin Trudeau, BigPharma, la tecnología CRISPR, el seguimiento y el nuevo orden mundial (video sobre Rumble) AQUÍ

El Dr. David Martin descubre información innovadora sobre los orígenes reales de covid-19 (video en Rumble) AQUÍ
Dr. David E. Martin: Es mucho peor de lo que piensa ~ Corrupción masiva del gobierno/universidad y la creación de Covid (video en Rumble) AQUÍ
El Dr. David Martin analiza el papel de la Universidad de Columbia Británica en el desarrollo de la tecnología de nanopartículas de lípidos utilizada para administrar las proteínas de punta en la inyección (video en Rumble) AQUÍ

Es un lugar particularmente interesante para mí sentarme hoy, dado que hace más de una década me senté en esta misma silla aquí en el Parlamento de la Unión Europea.

Y en ese momento, advertí al mundo de lo que se avecinaba. Durante esa conversación que fue organizada en ese momento por Green y EFA y varias otras partes de la Unión Europea, varias representaciones, estábamos teniendo una conversación sobre si Europa debería adoptar la política de los Estados Unidos de permitir las patentes en biológicamente materiales derivados. Y en ese momento, insté a este organismo e insté a la gente de todo el mundo a que el uso de la naturaleza como arma contra la humanidad tenía consecuencias nefastas.

Trágicamente, me siento aquí hoy, con esa línea desafortunada que no me gusta decir, que es “Te lo dije”.

Pero el hecho es que no estamos aquí para tomar represalias por decisiones pasadas. Estamos aquí para, una vez más, enfrentarnos a la condición humana y hacernos la pregunta: ¿Quiénes queremos ser? ¿Cómo queremos que sea la humanidad?

Y en lugar de ver esto como un ejercicio inútil, que es muy fácil de vez en cuando cuando estás en la posición en la que estoy, en realidad no lo veo como un ejercicio inútil. Veo esto como una de las mayores oportunidades que enfrentamos porque ahora tenemos una conversación pública, que ahora está al frente y al centro en la mente de las personas. Cuando se trataba de una conversación esotérica sobre patentes biológicas, a nadie le importaba. Pero cuando esa conversación llegó a casa, se convirtió en algo que a la gente le importa.

De hecho, estoy muy agradecido por esta oportunidad. Doy las gracias a los miembros del Parlamento por acoger esto. Agradezco de antemano a todos los traductores a quienes pido disculpas. Usaré terminología que probablemente sea muy difícil de traducir, así que mis disculpas.

Y también me gustaría reconocer el hecho de que muchos de ustedes conocen mi participación en esto en gran parte debido al increíble trabajo de mi maravillosa esposa, Kim Martin, quien me alentó en los primeros días de esta pandemia a obtener delante de la cámara y hablar sobre toda la información que había estado compartiendo entre grupos muy pequeños de todo el mundo. Y de hecho fue su aliento lo que me puso en un lugar donde muchos de ustedes han escuchado lo que tengo que decir. 

Irónicamente, el mundo del que vengo que solía ser muy popular, mis presentaciones de CNBC y Bloomberg que se televisaban en los principales medios de comunicación de todo el mundo, era una audiencia que perdí. Puedo decir con confianza que covid disminuyó mi fama. Pero también puedo decir con confianza que prefiero estar entre las personas con las que estoy hoy que cualquiera de las personas que formaron parte de ese mundo anterior. Entonces, este es un lugar mucho mejor para estar.

Mi papel hoy es preparar el escenario para esta conversación en un contexto histórico porque esto no sucedió en los últimos tres años. Esto no vino en los últimos cinco o seis años. En realidad, esta es una pregunta en curso que probablemente comenzó aquí en Europa a principios de mediados del siglo XX, pero ciertamente en 1913/1914, esta conversación comenzó aquí mismo en Europa Central.

La pandemia que alegamos que sucedió en los últimos años tampoco sucedió de la noche a la mañana. De hecho, la pandemia muy específica que usa coronavirus comenzó en un momento muy diferente.

(Intentaremos avanzar las diapositivas aquí con una de estas cosas. Allá vamos).


La mayoría de ustedes no saben que el coronavirus como modelo de patógeno se aisló en 1965. El coronavirus se identificó en 1965 como uno de los primeros modelos virales infecciosos y replicables que podrían usarse para modificar una serie de otras experiencias de la condición humana. . Fue aislado una vez asociado con el resfriado común.

Pero lo que es particularmente interesante acerca de su aislamiento en 1965 fue que se identificó de inmediato como un patógeno que podría usarse y modificarse por una gran cantidad de razones. Y me has oído bien, eso fue en 1965.

Y por cierto, estas diapositivas son de dominio público. Le invitamos a mirar cada referencia. Cada comentario que hice se basa en material publicado. Así que asegúrese de mirar esas referencias.

Pero en 1966, el primer modelo de coronavirus COV se utilizó como un experimento biológico transatlántico de manipulación humana. Y escuchaste la fecha: 1966.

Espero que estés captando el punto de lo que estoy diciendo. Esto no es algo de la noche a la mañana. En realidad, esto es algo que se ha estado gestando durante mucho tiempo. Un año antes de que yo naciera, tuvimos el primer experimento transatlántico de intercambio de datos sobre coronavirus entre los Estados Unidos y el Reino Unido.

Y en 1967, el año en que nací, hicimos las primeras pruebas en humanos para inocular personas con coronavirus modificado.

¿No es increíble? Hace 56 años, el éxito de la noche a la mañana de un patógeno que lleva 56 años en ingeniería. Y quiero que eso se enfríe con todos ustedes. ¿Dónde estábamos cuando en realidad lo permitimos en violación de los tratados de armas biológicas y químicas? ¿ Dónde estábamos como civilización humana cuando pensamos que era aceptable tomar un patógeno para los Estados Unidos e infectar al mundo con él? ¿Dónde fue esa conversación? ¿Y cuál debería haber sido esa conversación en 1967? Esa conversación no se tuvo.

Irónicamente, el resfriado común se convirtió en una quimera en la década de 1970. Y en 1975, 1976 y 1977, empezamos a descubrir cómo modificar el coronavirus poniéndolo en diferentes animales: cerdos y perros. Y como era de esperar, cuando llegamos a 1990, descubrimos que el coronavirus como agente infeccioso era un problema industrial para dos industrias principales: las industrias de perros y cerdos. Los criadores de perros y cerdos descubrieron que el coronavirus creaba problemas gastrointestinales, y eso se convirtió en la base para la presentación de la primera patente de vacuna de proteína de pico de Pfizer. ¿Está listo para esto? – presentada en 1990.

¿Escuchaste lo que acabo de decir? 1990.

Operación Warp Speed. Lo lamento. ¿Dónde está la urdimbre? ¿Y la velocidad?

Pfizer 1990, la primera vacuna de proteína espiga para el coronavirus .

¿No es eso fascinante? ¿No es fascinante que nos dijeran que: “Bueno, la proteína Spike es algo nuevo, acabamos de descubrir que ese es el problema”. ¡No! De hecho, no solo descubrimos que no era “ahora” el problema, lo descubrimos en 1990 y presentamos las primeras patentes de vacunas en 1990 para la proteína de punta del coronavirus.

¿Y quién hubiera pensado en Pfizer? Claramente, la organización inocente que no hace más que promover la salud humana. Claramente, Pfizer, la organización que no ha comprado los votos en esta cámara y en todas las cámaras de todos los gobiernos del mundo. No ese Pfizer. Ciertamente, ellos no habrían tenido nada que ver con esto. Pero oh sí, lo hicieron.

Y en 1990 se enteraron de que había un problema con las vacunas. No funcionaron .

¿Sabes por qué no funcionaron? Resulta que el coronavirus es un modelo muy maleable: se transforma, cambia y muta con el tiempo. De hecho, todas las publicaciones sobre vacunas contra el coronavirus desde 1990 hasta 2018 concluyeron que el coronavirus escapa al impulso de la vacuna porque se modifica y muta demasiado rápido para que las vacunas sean efectivas. Y desde 1990 hasta 2018, esa es la ciencia publicada, damas y caballeros. Eso es seguir la ciencia. Seguir la ciencia es su propia acusación de sus propios programas que decían, no funciona.

Y hay miles de publicaciones en ese sentido, no unos pocos cientos. Y no pagado por las compañías farmacéuticas. Estas son publicaciones que son investigaciones científicas independientes que muestran de manera inequívoca, incluidos los esfuerzos de las modificaciones de quimeras realizadas por Ralph Baric en la Universidad de Carolina del Norte Chapel Hill , que todas ellas muestran que las vacunas no funcionan contra el coronavirus. Esa es la ciencia. Y esa ciencia nunca ha sido discutida.

Pero luego tuvimos un desarrollo interesante en 2002. Y esta fecha es más importante porque en 2002, la Universidad de Carolina del Norte, Chapel Hill, patentó, y cito, “un clon defectuoso de replicación infecciosa del coronavirus”.

Escuche esas palabras… “Replicación infecciosa, defectuosa”. ¿Qué significa realmente esa frase? Para aquellos de ustedes que no están familiarizados con el idioma, permítanme explicarlo.

“Replicación infecciosa defectuosa” significa un arma. Significa algo destinado a apuntar a un individuo pero no causar daños colaterales a otros individuos. Eso es lo que significa replicación infecciosa defectuosa.

Y esa patente se presentó en 2002 sobre un trabajo financiado por Anthony Fauci del NIAID de 1999 a 2002. Y ese trabajo, patentado en la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill, precedió misteriosamente al SARS 1.0 por un año.

[Dr. Martin jadea como si lo estuviera escuchando por primera vez, y luego pregunta como si fuera otra persona:]

“Dave, ¿estás sugiriendo que el SARS 1.0 no era de un mercado húmedo en Wuhan? ¿Estás sugiriendo que podría haber venido de un laboratorio en la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill?

No, no lo estoy sugiriendo. Te digo que esos son los hechos. Diseñamos el SARS. El SARS no es un fenómeno natural. El fenómeno natural se llama resfriado común. Se llama enfermedad similar a la influenza. Se llama gastroenteritis. Ese es el coronavirus natural.

El SARS es la investigación desarrollada por humanos que utiliza como arma un modelo de sistema de vida para atacar realmente a los seres humanos. Y lo patentaron en 2002.

[Aplausos]

Y en 2003, sorpresa gigante, el CDC presentó la patente de coronavirus aislado de humanos en violación, una vez más, de armas biológicas y químicas, tratados y leyes que tenemos en los Estados Unidos. Y soy muy, muy preciso en esto.

A Estados Unidos le gusta hablar de sus derechos y todo lo demás, y del estado de derecho y todas las tonterías de las que nos gusta hablar. Pero no ratificamos tratados sobre, no sé, la defensa de los humanos. Evitamos eso de manera notoria, en realidad tenemos un gran historial de defensa de los derechos humanos y luego los negamos cuando se trata de ser parte de la comunidad internacional, lo cual es algo un poco problemático.

Pero dejemos algo muy claro. Cuando los CDC en abril de 2003 presentaron la patente sobre el coronavirus del SARS aislado de humanos, ¿qué hicieron? Descargaron una secuencia de China y presentaron una patente en los Estados Unidos.

Cualquiera de ustedes que esté familiarizado con los tratados de armas biológicas y químicas sabe que eso es una violación. Eso es un crimen. Eso no es un inocente, “ups”. Eso es un crimen.

Y la Oficina de Patentes de los Estados Unidos llegó tan lejos como para rechazar esa solicitud de patente en dos ocasiones hasta que los CDC decidieron sobornar a la oficina de patentes para anular al examinador de patentes y finalmente emitir la patente en 2007 sobre el SARS Coronavirus. Pero no dejemos que eso se nos escape porque resulta que la RT-PCR, que era la prueba que supuestamente íbamos a usar para identificar los riesgos asociados con el coronavirus, en realidad fue identificada como una amenaza de bioterrorismo, por mí, en los eventos patrocinados por la Unión Europea en 2002 y 2003, hace 20 años. Eso pasó. Aquí en Bruselas y en toda Europa.

En 2005, este patógeno en particular fue etiquetado específicamente como tecnología de plataforma de bioterrorismo y armas biológicas . Descrito como tal, esa no es mi terminología que estoy aplicando. En realidad, se describió como una tecnología de plataforma de armas biológicas en 2005. Y desde 2005 en adelante, en realidad fue un agente habilitador de guerra biológica, esa es la clasificación oficial a partir de 2005 en adelante.

No sé si eso te suena a salud pública, ¿verdad?

Tecnología que permite la guerra biológica: que se siente como si no fuera salud pública, que no se siente como medicina, que se siente como un arma, diseñada para acabar con la humanidad. Eso es lo que se siente, y se siente así porque eso es exactamente lo que es.

Se nos ha hecho creer que EcoHealth Alliance y DARPA y todas estas organizaciones son a las que deberíamos señalar. Pero se nos ha pedido específicamente que ignoremos los hechos de que más de 10.000 millones de dólares se han canalizado a través de operaciones negras, a través del cheque de Anthony Fauci y de un libro de contabilidad paralelo en el que el NIAID tiene un balance, y a su lado hay un balance de biodefensa equivalente dólar a dólar del que nadie en los medios de comunicación habla. Y ha estado sucediendo desde 2005.

Nuestra ganancia de moratoria funcional. La moratoria que se suponía congelaría cualquier esfuerzo para hacer investigación de ganancia de función. Convenientemente, en el otoño de 2014, la Universidad de Carolina del Norte, Chapel Hill, recibió una carta del NIAD que decía que si bien la moratoria de ganancia de función sobre el coronavirus in vivo debería suspenderse porque sus subvenciones ya habían sido financiadas, recibieron una exención. .

¿Escuchaste lo que acabo de decir?

Una instalación de laboratorio de armas biológicas en la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill recibió una exención de la moratoria de ganancia de función para que en 2016 pudiéramos publicar el artículo de revista que decía que el coronavirus del SARS está listo para la emergencia humana, en 2016. “¿Y qué ”, podría preguntar: “Dave, ¿el coronavirus estaba listo para la emergencia humana?”

Era WIV-1 . Instituto de Virología de Wuhan Virus Uno. Preparado para la emergencia humana en 2016 en las actas de la Academia Nacional de Ciencias. De tal manera que para cuando llegamos a 2017 y 2018, la siguiente frase entró en el lenguaje común entre la comunidad, “va a haber una liberación accidental o intencional de un patógeno respiratorio”.

La palabra operativa, obviamente, en esa frase es la palabra “liberar”. ¿Suena como una fuga? ¿Suena como si un murciélago y un pangolín entraran en un bar en el mercado de Wuhan, pasaran el rato y tuvieran sexo? Y, he aquí, tenemos SARS-CoV-2. ¡No! “Liberación accidental o intencional de un patógeno respiratorio” fue la terminología utilizada. Y cuatro veces en abril de 2019, siete meses antes de la acusación del paciente número uno, se modificaron cuatro solicitudes de patente de Moderna para incluir el término “liberación accidental o intencional de un patógeno respiratorio” como justificación para fabricar una vacuna para algo que no existió.

[Aplausos]

[Nota: Se pueden encontrar más detalles sobre el artículo anterior en The Criminal Conspiracy of Coronavirus publicado por Medic Debate.]

Si no lo ha hecho, asegúrese de hacer referencia en cada investigación a la naturaleza de premeditación de esto. Porque fue en septiembre de 2019 que se informó al mundo que íbamos a tener una “liberación accidental o intencional de un patógeno respiratorio” para que en septiembre de 2020 hubiera una aceptación mundial de una plantilla de vacuna universal. Esas son sus palabras justo frente a ti en la pantalla.

La intención era lograr que el mundo aceptara una plantilla de vacuna universal. Y la intención era usar el coronavirus para llegar allí.

(Y la última diapositiva. Esto no avanza, así que si pudiera hacer que alguien lo hiciera).


Vamos, vamos a leer esto porque tenemos que leer esto en el registro donde quiera que vaya:

“Hasta que una crisis de enfermedades infecciosas es muy real, presente y en el umbral de emergencia, a menudo se ignora en gran medida. Para sostener la base de financiamiento más allá de la crisis, dijo, necesitamos aumentar la comprensión pública de la necesidad de [MCM] contramedidas médicas, como una vacuna pan-influenza o pan-coronavirus. Un impulsor clave son los medios de comunicación y la economía seguirá el bombo publicitario . Necesitamos usar esa exageración a nuestro favor para llegar a los problemas reales. Los inversores responderán si ven ganancias al final del proceso”.

¿Suena a salud pública? ¿Suena como lo mejor de la humanidad?

¡No, señoras y señores! Esto fue terrorismo doméstico premeditado declarado en las actas de la Academia Nacional de Ciencias en 2015, publicado frente a ellos. Este es un acto de guerra biológica y química perpetrado contra la raza humana, y se admitió, por escrito, que se trataba de un atraco financiero y un fraude financiero. “Los inversores seguirán si ven ganancias al final del proceso”.

Permítanme concluir haciendo cinco recomendaciones muy breves.

(La última diapositiva.)


La naturaleza fue secuestrada . Toda esta historia comenzó en 1965 cuando decidimos secuestrar un modelo natural y decidimos comenzar a manipularlo.

La ciencia fue secuestrada cuando las únicas preguntas que se podían hacer eran preguntas autorizadas bajo la protección de patentes de los CDC, la FDA, los NIH y sus organizaciones equivalentes en todo el mundo. No teníamos ciencia independiente. Habíamos secuestrado la ciencia.

Y desafortunadamente, no hubo supervisión moral en violación de todos los códigos que defendemos. Nunca hubo una junta de revisión independiente, financieramente desinteresada e independiente en torno al coronavirus. Ni una sola vez, ni una vez, no desde 1965. No tenemos un solo IRB independiente que se haya reunido en torno al coronavirus. Entonces, la moralidad fue suspendida por contramedidas médicas .

Y finalmente la humanidad se perdió porque decidimos permitir que sucediera.

Nuestro trabajo hoy es decir…

¡No más ganancia de investigación funcional, punto!

¡No más militarización de la naturaleza, punto!

Y lo más importante, no más patrocinio corporativo de la ciencia para su propio interés a menos que asuman el 100% de la responsabilidad del producto por cada lesión y cada muerte que mantengan.

Muchas gracias.

https://tierrapura.org/2023/05/30/operacion-warp-speed-pfizer-patento-la-proteina-espiga-para-una-vacuna-contra-el-coronavirus-hace-mas-de-30-anos/

lunes, 29 de mayo de 2023

¿Es posible reformar la Medicina tras la era de la ‘Corrupción Covid’?

El médico y académico estadounidense Clayton J. Baker analiza las distintas formas en que los cuatro pilares de la ética médica fueron destruidos durante el manejo de la pandemia. Una dolorosa descripción que la sociedad no puede ignorar si pretende evitar que vuelvan a vulnerarse sus derechos individuales tal como ocurrió durante los últimos tres años.

29 May 2023


Por Agustina Sucri – La Prensa

Que la ‘pandemia de covid’ se haya dado por concluida oficialmente no significa que podamos dar vuelta la página y esperar de brazos cruzados la próxima “amenaza” sanitaria. Algunos dirán qué sentido tiene ya seguir hablando de lo mismo (incluso a mí me genera hastío), pero lo cierto es que nadie puede estar prevenido frente a aquello que desconoce. Y hoy por hoy no conviene darse el lujo de ignorar los gravísimos atropellos cometidos durante los últimos tres años, que no solo aniquilaron derechos humanos fundamentales sino las vidas de millones de personas como consecuencia de un manejo corrupto de la respuesta frente al -también turbio- SARS-CoV2. 

Una corrupción que involucró actores a distintos niveles: desde instituciones mundiales -como la OMS- hasta gobiernos, sociedades científicas, establecimientos médicos, medios de comunicación y los propios profesionales de la medicina, salvo contadas excepciones.

“Al igual que la propia decencia humana, los cuatro pilares de la ética médica fueron completamente ignorados por las autoridades durante el covid”, subraya en un reciente artículo de su autoría el doctor Clayton J. Baker, un médico internista estadounidense con un cuarto de siglo de práctica clínica y exprofesor de Humanidades Médicas y Bioética en la Universidad de Rochester.

Para este profesional, cuyos trabajos se han publicado en revistas como el ‘Journal of the American Medical Association’ y el ‘New England Journal of Medicine’, la demolición de estos principios éticos básicos fue deliberada. 

“Se originó en los niveles más altos de la formulación de políticas del covid, que a su vez había pasado de ser una iniciativa de salud pública a una operación militar y de seguridad nacional en los Estados Unidos en marzo de 2020, produciendo el giro concomitante en las normas éticas que cabría esperar de tal cambio”, sostiene.

“Aunque resulte difícil de creer tras el covid, la profesión médica posee un Código de Etica. Los cuatro conceptos fundamentales de la ética médica -sus cuatro pilares- son la autonomía, la beneficencia, la no maleficencia y la justicia”, detalla Baker, quien añade que estos conceptos éticos se basan en lecciones históricas aprendidas por las malas de los abusos cometidos por gobiernos, sistemas sanitarios, empresas y médicos contra pacientes desprevenidos e indefensos y que, al igual que una Constitución, la función principal de un Código de Etica es poner límites a la inevitable sed de poder que los seres humanos tienden a demostrar cuando obtienen autoridad y estatus sobre los demás.

“Los cuatro pilares de la ética médica protegen a los pacientes de los abusos. También ofrecen a los médicos el marco moral para seguir su conciencia y ejercer su juicio individual, siempre que los médicos posean el carácter para hacerlo”, enfatiza.

Al examinar las maquinaciones que condujeron a la desaparición de estos cuatro pilares de la ética médica durante el covid, el médico y académico analiza cómo se abusó de cada uno de ellos.

AUTONOMIA

De los cuatro pilares de la ética médica, la autonomía ha ocupado históricamente un lugar de honor, en gran parte porque el respeto de la autonomía individual del paciente es un componente necesario de los otros tres, considera Baker, para luego contrastar: “La autonomía fue el más sistemáticamente abusado y desatendido de los cuatro pilares durante la era covid”

Según explica, la autonomía puede definirse como el derecho del paciente a la autodeterminación con respecto a cualquier tratamiento médico y recuerda que este principio ético fue claramente enunciado por el juez Benjamin Cardozo en 1914.

“Para que sea aplicable y de cumplimiento obligatorio en la práctica médica, contiene varios principios derivados clave que son bastante comunes por naturaleza. Entre ellos figuran el consentimiento informado, la confidencialidad, la veracidad y la protección contra la coacción”, prosigue Baker.

En ese sentido, aclara que el verdadero consentimiento informado es un proceso mucho más complejo que la mera firma de un formulario de autorización. “El consentimiento informado requiere un paciente competente, que reciba información completa sobre el tratamiento propuesto, lo entienda y lo acepte voluntariamente”, remarca.

Basándose en esta definición, “resulta inmediatamente obvio para cualquiera que haya vivido en los Estados Unidos durante la era covid que el proceso de consentimiento informado fue sistemáticamente violado por la respuesta covid en general, y por los programas de vacunas covid en particular”, apunta el médico.
En opinión de Baker, todos y cada uno de los componentes de un auténtico consentimiento informado fueron desechados en lo que respecta a las vacunas covid: “Se negó sistemáticamente al público la información completa sobre las vacunas covid, que eran terapias experimentales extremadamente nuevas, que utilizaban tecnologías novedosas, con señales de seguridad alarmantes desde el principio. 

Las falsas campañas contra la ‘desinformación’ suprimieron activamente la divulgación completa de esa información y la sustituyeron por mantras simplistas y falsos (por ejemplo, ‘son seguras y eficaces’) que, en realidad, no eran más que eslóganes propagandísticos de manual”.

Además, recuerda que la coacción flagrante (por ejemplo, “vacunate o te despiden/no puedes ir a la universidad/no puedes viajar”) era omnipresente y sustituyó al consentimiento voluntario.

Menciona incluso los disparates a los que, al igual que en la Argentina se recurrió en Estados Unidos: a cambio de la vacuna covid-19 se ofrecían formas más sutiles de coacción (desde pagos en efectivo hasta cerveza gratis). Múltiples estados de EE.UU. organizaron loterías para los receptores de la vacuna covid-19, con hasta 5 millones de dólares en premios prometidos en algunos estados.

“A muchos médicos se les ofrecieron incentivos económicos para vacunar, a veces de cientos de dólares por paciente. Estos incentivos se combinaron con sanciones que ponían en peligro la carrera profesional por cuestionar las políticas oficiales”, relata e insiste en que “esta corrupción socavó gravemente el proceso de consentimiento informado en las interacciones médico-paciente”.

Por otra parte, hace hincapié en que los pacientes incompetentes (por ejemplo, innumerables pacientes institucionalizados) fueron vacunados en masa, a menudo mientras estaban aislados por la fuerza de sus familiares designados para tomar decisiones.

Baker subraya que, en las condiciones tendenciosas, punitivas y coercitivas de las campañas de vacunación covid, especialmente durante el periodo de la “pandemia de los no vacunados”, era prácticamente imposible que los pacientes obtuvieran un auténtico consentimiento informado, “sobre todo porque era casi imposible obtener la información completa”.

Como contrapartida, advierte que una pequeña minoría de personas consiguió, sobre todo a través de su propia investigación, obtener información suficiente sobre las vacunas covid-19 para tomar una decisión realmente informada. “Irónicamente, se trataba principalmente de personal sanitario disidente y sus familias, que, al descubrir la verdad, sabían ‘demasiado’ y este grupo rechazó abrumadoramente las vacunas de ARNm”, enfatiza.
Otro principio clave, derivado de la autonomía, que fue vulnerado durante la era covid fue la confidencialidad. 

“El uso generalizado pero caótico del estado de vacunación covid como sistema de crédito social de facto, que determinaba el derecho de acceso a espacios públicos, restaurantes y bares, acontecimientos deportivos y de ocio y otros lugares, no tenía precedentes en nuestra civilización”, remarca el médico y académico, quien ironiza: “De repente, por decreto público extralegal, el historial de salud del individuo era de dominio público, hasta el punto absurdo de que cualquier guardia de seguridad o portero de un bar tenía derecho a interrogar a las personas sobre su estado de salud personal, todo ello sobre la base vaga, espuria y, en última instancia, falsa de que tales invasiones de la privacidad promovían la ‘salud pública’”.

MENTIRAS OFICIALES

Baker pone de manifiesto que durante la era covid se prescindió por completo de decir la verdad. “Las mentiras oficiales se transmitían por decreto desde altos cargos, como Anthony Fauci, organizaciones de salud pública como los CDC y fuentes de la industria, y luego eran repetidas como loros por las autoridades regionales y los médicos clínicos locales”

, puntualiza para luego añadir: “Las mentiras eran legión y ninguna ha envejecido bien”. Y, como ejemplo, enumera algunas de ellas:

* El virus SARS-CoV-2 se originó en un mercado, no en un laboratorio.
* “Dos semanas para aplanar la curva”.
* Dos metros de “distanciamiento social” evitan eficazmente la transmisión del virus.
* “Una pandemia de los no vacunados”.
* “Segura y eficaz”
* Los barbijos previenen eficazmente la transmisión del virus
* Los niños corren un grave riesgo de contraer COVID
* Es necesario cerrar los colegios para evitar la propagación del virus
* Las vacunas de ARNm previenen que se contraiga el virus
* Las vacunas de ARNm previenen la transmisión del virus
* La inmunidad inducida por la vacuna de ARNm es superior a la inmunidad natural
* La miocarditis es más frecuente por la enfermedad COVID-19 que por la vacuna de ARNm

Asimismo, Baker se detiene en un punto crucial: que las autoridades sanitarias no solo impulsaron mentiras deliberadas, sino que quienes las decían sabían que eran mentiras en ese momento. De hecho, un pequeño pero muy insistente grupo de disidentes presentó desde un principio a las autoridades contraargumentos basados en datos contra estas mentiras.

“Con el tiempo, muchas de las mentiras oficiales sobre el covid quedaron tan desacreditadas que ahora son indefendibles. En respuesta, los agentes de poder del covid, reculando furiosamente, ahora tratan de disfrazar sus mentiras deliberadas de errores por la “neblina durante la guerra”, describe el médico, quien hace notar que, para manipular al público, estas personas afirman que no tenían forma de saber que estaban difundiendo falsedades y que los hechos sólo han salido a la luz ahora. “Se trata, por supuesto, de las mismas personas que suprimieron despiadadamente las voces de la disidencia científica, que presentaban interpretaciones sensatas de la situación en tiempo real”, contrapone.

Cita como ejemplo el que debería haber sido un escándalo que ocupara las primeras planas de los diarios, aunque eso nunca ocurrió. “El 29 de marzo de 2021, durante la campaña inicial a favor de la vacunación universal contra el covid, la directora de los CDC, Rochelle Walensky, proclamó en MSNBC que ‘las personas vacunadas no portan el virus’ ni ‘enferman’, basándose tanto en ensayos clínicos como en ‘datos del mundo real’. Sin embargo, al testificar ante el Congreso el 19 de abril de 2023, Walensky admitió que ahora se sabe que esas afirmaciones son falsas, pero que ello se debía a la ‘evolución de la ciencia’. Walensky tuvo el descaro de afirmar esto ante el Congreso dos años después de los hechos, cuando en realidad, los propios CDC habían emitido discretamente una corrección de las falsas afirmaciones de Walensky en MSNBC en 2021, apenas tres días después de que ella las hubiera hecho”, resume Baker, quien recuerda que el 5 de mayo último, tres semanas después de su mendaz testimonio ante el Congreso, Walensky anunció su dimisión.

“Decir la verdad por parte de los médicos es un componente clave del proceso de consentimiento informado, y el consentimiento informado, a su vez, es un componente clave de la autonomía del paciente. Una matriz de mentiras deliberadas, creada por las autoridades en la cúspide de la jerarquía médica del covid, se proyectó hacia abajo en las cadenas de mando y, en última instancia, fue repetida por los médicos en sus interacciones cara a cara con sus pacientes. Este proceso anuló la autonomía del paciente durante la era covid”, insiste Baker.

COACCION

La autonomía del paciente en general, y el consentimiento informado en particular, son imposibles cuando existe coacción, afirma el médico estadounidense. “La protección contra la coacción es una característica principal del proceso de consentimiento informado y una consideración primordial en la ética de la investigación médica. Esta es la razón por la que las denominadas poblaciones vulnerables, como los niños, los presos y las personas internadas en instituciones, suelen gozar de protecciones adicionales cuando los estudios de investigación médica propuestos se someten a juntas de revisión institucional”, argumenta.

Sin embargo, enfatiza que la coacción y la coerción no sólo fueron desenfrenadas durante la era covid, sino que fueron perpetradas deliberadamente a escala industrial por los gobiernos, la industria farmacéutica y el estamento médico. “Miles de trabajadores sanitarios estadounidenses, muchos de los cuales habían servido en primera línea de atención durante los primeros días de la pandemia en 2020 (y ya habían contraído covid-19 y desarrollado inmunidad natural) fueron despedidos de sus puestos de trabajo en 2021 y 2022 después de rechazar vacunas de ARNm que sabían que no necesitaban, que no consentirían y para las que, sin embargo, se les negaron exenciones”, rememora Baker y añade que también cientos de miles de estudiantes universitarios estadounidenses fueron obligados a ponerse las vacunas covid y los refuerzos para asistir a la escuela pese a que tienen estadísticamente el mayor riesgo de miocarditis relacionada con la vacuna covid ARNm.

BENEFICENCIA

En ética médica, beneficencia significa que los médicos están obligados a actuar en beneficio de sus pacientes, explica Baker. Este concepto se distingue de la no maleficencia en que es un requisito positivo. “En pocas palabras, todos los tratamientos realizados a un paciente individual deben ser beneficiosos para ese paciente. Si un procedimiento no puede ayudarle, entonces no debe hacérsele. En la práctica médica ética, no existe el ‘tomar uno por el todo’”, aclara.

En esa línea, el médico y académico recuerda que a más tardar a mediados de 2020, los datos existentes dejaban claro que el SARS-CoV-2 planteaba un riesgo realmente mínimo de enfermedad grave y muerte para los niños. Sin embargo, afirma que las autoridades ocultaron sistemáticamente o minimizaron escandalosamente estos datos y que la política subsiguiente no fue cuestionada por la mayoría de los médicos, con el tremendo perjuicio que ello supuso para los niños de todo el mundo.

“El impulso frenético y el uso desenfrenado de vacunas de ARNm en niños y embarazadas -que continúa en el momento de escribir este artículo en Estados Unidos- viola escandalosamente el principio de beneficencia. Y más allá de Anthony Faucis, Albert Bourla y Rochelle Walenskys, miles de pediatras éticamente comprometidos son responsables de esta atrocidad”, subraya Baker.

“El principio de beneficencia se ignoró total y deliberadamente cuando estos productos se administraron a discreción a niños de tan solo seis meses, una población a la que no podían aportar ningún beneficio y a la que, como se demostró, perjudicarían”, continúa y agrega:

“Los niños fueron el grupo de población más evidente y atrozmente perjudicado por el abandono del principio de beneficencia durante el covid. Sin embargo, se produjeron daños similares debido a la insensata presión a favor de la vacunación con ARNm de otros grupos, como las embarazadas y las personas con inmunidad natural”.

NO MALEFICENCIA

Para Baker, el principio de no maleficencia fue ampliamente ignorado durante la pandemia. “Con el creciente conocimiento de las motivaciones reales de muchos aspectos de la política sanitaria de la era covid, queda claro que la no maleficencia se sustituyó muy a menudo por la malevolencia absoluta”, lamenta.

En ética médica, el principio de no maleficencia está estrechamente vinculado a la sentencia médica universalmente citada de primum non nocere, o “Primero, no hacer daño”, señala. Esa frase -prosigue- está a su vez asociada a una afirmación de la obra de Hipócrates ‘Epidemias’, que dice: “En cuanto a las enfermedades, acostúmbrate a dos cosas: a ayudar o, al menos, a no hacer daño”. 

Esta cita ilustra la estrecha relación entre los conceptos de beneficencia (“ayudar”) y no maleficencia (“no hacer daño”).

“En términos sencillos, la no maleficencia significa que si es probable que una intervención médica te perjudique, entonces no debería hacerse”, sintetiza, para luego sentenciar: “Los programas de vacunas pediátricas covid de ARNm son sólo un aspecto destacado de la política sanitaria de la era covid que viola absolutamente el principio de no maleficencia”.

También menciona como violación del principio de no maleficencia el cierre de las escuelas y los confinamientos. Recuerda que tanto epidemiólogos prominentes como prestigiosos médicos produjeron documentos basados en datos que se proclamaban públicamente en contra de estas medidas y fueron suprimidos agresivamente o ignorados por completo.

“Curiosamente, muchos de los peores infractores procedían de las llamadas democracias liberales de la anglosfera, como Nueva Zelanda, Australia, Canadá y las ‘zonas azules’ de Estados Unidos”, hace notar.
La actitud punitiva mostrada por las autoridades sanitarias fue ampliamente respaldada por el estamento médico, dice Baker. “Se desarrolló el argumento simplista de que, como había una ‘pandemia’, los derechos civiles podían decretarse nulos y sin efecto o, más exactamente, someterse a los caprichos de las autoridades de salud pública, por disparatados que fueran esos caprichos. Se produjeron innumerables casos de locura sádica”, evalúa.

“¿Quién puede olvidar la obligación de llevar un barbijo al ir y volver de la mesa de un restaurante, y que luego se te permita quitártela una vez sentado? Dejando a un lado los memes humorísticos de que ‘sólo se puede contraer el covid estando de pie’, semejante idiotez pseudocientífica huele a totalitarismo más que a salud pública. Se asemeja mucho a la humillación deliberada de los ciudadanos mediante el cumplimiento forzoso de normas manifiestamente estúpidas que era una característica legendaria de la vida en el antiguo Bloque del Este”, reflexiona.

SADISMO MEDICO

Baker se detiene luego en “la vena sádica” que tantos médicos y administradores sanitarios obedientes al establishment mostraron durante el covid.
“Estos colaboradores de nivel medio y bajo trataron activamente de arruinar las carreras de los disidentes con investigaciones falsas, difamación y abuso de autoridad en la concesión de licencias y certificaciones. Despidieron a los que se negaban a aceptar las vacunas en sus filas por despecho, diezmando de forma autodestructiva sus propias plantillas en el proceso. Y lo que es más perverso, negaron un tratamiento temprano que podría salvar la vida de todos sus pacientes con covid. Más tarde, negaron terapias estándar para enfermedades no relacionadas con el covid -incluso trasplantes de órganos- a pacientes que rechazaron las vacunas covid, todo ello sin ningún motivo médico legítimo”, repasa.

Según Baker, esta vena sádica de la que hizo gala la profesión médica durante el covid recuerda a los dramáticos abusos de la Alemania nazi. “Sin embargo, se asemeja más (y en muchos sentidos es una prolongación) al enfoque más sutil, pero aún maligno, seguido durante décadas por el nexo médico/industrial/sanitario/de seguridad nacional del Gobierno de los Estados Unidos, personificado por individuos como Anthony Fauci. Y aún sigue vigente tras la aparición del covid”, sostiene.

JUSTICIA

Respecto del cuarto pilar de la ética médica, la justicia, Baker explica que se refiere al trato justo y equitativo de las personas, algo que en su opinión tampoco se tuvo en cuenta durante el covid. “En numerosos casos, personas en posiciones de autoridad procuraron un trato preferente para sí mismas o para sus familiares”, apunta y agrega que las cargas de los confinamientos también se distribuyeron de forma extremadamente injusta durante el covid. “Mientras los ciudadanos de a pie permanecían encerrados, sufriendo aislamiento personal, con la prohibición de ganarse la vida, los poderosos burlaban sus propias normas. ¿Quién puede olvidar cómo la presidenta de la Cámara de Representantes de EE.UU., 

Nancy Pelosi, rompió el estricto bloqueo de California para hacerse peinar, o cómo el primer ministro británico, Boris Johnson, desafió sus propias órdenes, supuestamente de vida o muerte, organizando al menos una docena de fiestas en el número 10 de Downing Street sólo en 2020? Arresto domiciliario para ti, vino y queso para mí”, hace memoria Baker y de esta manera obliga a acordarse también de la fiesta de cumpleaños de la primera dama argentina en pleno momento de encierro.

El médico destaca que estos actos atroces rara vez, o nunca, fueron denunciados por el estamento médico y que los propios comportamientos demuestran que quienes ostentan el poder nunca han creído realmente en su propia narrativa. “Tanto el estamento médico como los agentes del poder sabían que el peligro que planteaba el virus, aunque real, era exagerado. Sabían que los encierros, el distanciamiento social y el uso de barbijo de la población en general eran, en el mejor de los casos, teatro kabuki y, en el peor, totalitarismo blando. Los confinamientos se basaban en una gigantesca mentira, que ni ellos mismos creían ni se sentían obligados a seguir”, analiza.

SOLUCIONES Y REFORMA

Baker entiende que el abandono de los cuatro pilares de la ética médica durante el covid ha contribuido en gran medida a una erosión histórica de la confianza pública en la industria sanitaria. “Esta desconfianza es totalmente comprensible y merecida, por muy perjudicial que resulte para los pacientes”, aclara.

Por ejemplo, a nivel de población, menciona que la confianza en las vacunas en general se ha reducido drásticamente en todo el mundo, en comparación con la época anterior al covid. “Millones de niños corren ahora un mayor riesgo de contraer enfermedades prevenibles mediante vacunación, debido a la presión totalmente contraria a la ética de la vacunación universal innecesaria y perjudicial de los niños”, sostiene.

En esa línea, considera que la profesión médica necesita desesperadamente una reforma ética a raíz del covid. “Lo ideal sería que comenzara con una fuerte reafirmación y un nuevo compromiso con los cuatro pilares de la ética médica, con la autonomía del paciente en primer plano. Continuaría con el enjuiciamiento y castigo de los principales responsables de las fallas éticas, desde Anthony Fauci hacia abajo. La naturaleza humana es tal que si no se establecen medidas disuasorias suficientes contra el mal, éste se perpetuará”, sopesa.

Sin embargo, Baker cree que, por desgracia, no parece haber dentro del estamento médico ningún ímpetu por reconocer las fallas éticas de la profesión durante el covid, y mucho menos por emprender una verdadera reforma. “Esto se debe en gran medida a que las mismas fuerzas financieras, administrativas y reguladoras que impulsaron los fracasos de la era covid siguen controlando la profesión. Estas fuerzas ignoran deliberadamente los daños catastróficos de la política covid, y consideran la época como una especie de ensayo para un futuro de asistencia sanitaria altamente rentable y estrictamente regulada. Consideran todo el enfoque de la ley marcial como sanidad pública de la era covid como un prototipo, más que como un modelo fallido”, reflexiona.

Es por eso que este médico considera que la reforma de la medicina, si llega a producirse, surgirá probablemente de los individuos que se nieguen a participar en la visión de la asistencia sanitaria de la “Gran Medicina”.

“Los pacientes pueden y deben cambiar las cosas. Deben sustituir la confianza traicionada que una vez tuvieron en el sistema de salud pública y en la industria sanitaria por un enfoque crítico, basado en el consumidor y en el principio ‘caveat emptor’ (a riesgo del ‘comprador’). 

Si alguna vez los médicos fueron intrínsecamente dignos de confianza, la era covid ha demostrado que ya no lo son”, sentencia.

Para concluir, enfatiza que los pacientes deben ser muy proactivos a la hora de investigar qué estudios, medicamentos y terapias aceptan para sí mismos (y especialmente para sus hijos). “Deben preguntar sin reparos a sus médicos su opinión sobre la autonomía del paciente, los cuidados obligatorios y hasta qué punto sus médicos están dispuestos a pensar y actuar según su propia conciencia. Deben abandonar ese médico o institución cuando se les den respuestas inaceptables. Deben aprender a pensar por sí mismos y a pedir lo que quieren. Y deben aprender a decir no”, finaliza.

https://tierrapura.org/2023/05/29/es-posible-reformar-la-medicina-tras-la-era-de-la-corrupcion-covid/