lunes, 2 de agosto de 2010

Aloe Vera, ese Regalo Divino

1. Origen de la planta

Historia. El uso del aloe es de los más antiguos en fitoterapia

El uso del aloe es de los más antiguos en fitoterapia –aplicación de las plantas con fines terapéuticos-. Se conoce desde el tiempo de los antiguos egipcios, como ha quedado reflejado en jeroglíficos y papiros. Sus sacerdotes y alquimistas utilizaban aloe para preparar pócimas medicinales, e incluso era empleado para embalsamar momias.

Esta cultura, que puede considerarse foco principal de la medicina clásica, conocía muy bien todas sus propiedades curativas y diferentes aplicaciones.

2. Composición

La pulpa es la zona de la planta del aloe vera donde se concentra la mayor parte de sus propiedades. Se caracteriza por su textura gelatinosa y contiene el gel de aloe. Este gel de color blanco amarillento, procede de las células de la parte central de la hoja y constituye toda una fuente de salud.

Esta planta contiene más de 160 elementos diferentes entre los que encontramos monosacáridos y polisacáridos; enzimas (oxidasa, amilasa, catalasa, lipasa…); más de 20 minerales (calcio, magnesio, cobre, sodio, hierro, potasio, zinc...); 18 de los 22 aminoácidos que se hallan presentes en el organismo humano, y siete de los ocho que se consideran esenciales; y vitaminas, sobre todo del grupo B (B1, B2, B3, B6...) que mejoran el estado de la piel y funcionan sobre el sistema nervioso.

3. Beneficios

El aloe vera es una planta que tiene el poder de regenerar sus propias hojas para mantener su vitalidad, y es esta misma fórmula la que nos permite a nosotros obtener grandes beneficios curativos y nutricionales de ella.

3.1. Curativos

- Refuerza el sistema inmunitario porque contiene acemanano que es un polisacárido que actúa como un potente estimulador de glóbulos blancos que destruye las bacterias.

- Es cicatrizante, tiene una gran capacidad para regenerar las células. Es eficaz en toda clase de heridas ya sean externas (en la piel) o internas (por ejemplo, úlceras estomacales). Su comprobación científica tuvo lugar, por primera vez con los heridos por las bombas atómicas de Hirishima y Nagasaki. Los especialistas pudieron observar la magnífica evolución de los pacientes a los que se les había aplicado cataplasmas hechos con aloe puro.

- Antiinflamatorio. La planta contiene ácido acetilsalicílico que contribuye en gran medida a reducir el dolor y la inflamación que provocan los procesos reumatoides o artríticos, las tendinitis y las contusiones.

- Rejuvenecedor. El aloe aumenta la producción de las células fibroplásticas que se encuentran en la dermis y que son las responsables de la formación de colágeno, además aporta proteínas que mantienen la piel tersa y flexible. Con la aceleración de la formación de colágeno se atenúan las arrugas existentes y se reduce la aparición de otras nuevas.

- Coagulante. Contiene calcio, potasio y celulosa y provoca en las lesiones la formación de una red de fibras que aseguran las plaquetas de la sangre, ayudando a la coagulación y cicatrización.

3.2. Nutricionales

El aloe contiene más de 80 componentes nutricionales: minerales, aminoácidos y vitaminas, razón por la que se le otorga un importante papel como suplemento nutricional al que se puede recurrir en estados carenciales, o simplemente como preventivo.

En China forma parte de la cultura culinaria, suelen cocinarlo rebozado. Los primeros productos que se comercializaron con aloe fueron yogures, de mano de la industria suiza. A nuestro país poco a poco están llegando estas novedades.

El gel de aloe puede utilizarse en la preparación de jugos, zumos o infusiones. Con poca cantidad pueden observarse magníficos resultados. Lo mejor para realizar nuestras recetas sin excedernos en la cantidad recomendada, es consultar con un especialista médico o farmacéutico para que nos asesore.

4. Aplicaciones

- Dermis. En la piel el aloe vera tiene multitud de propiedades. Actúa como magnífico limpiador para elimina las impurezas y toxinas y desinfectar. Rehidrata, restituye los líquidos perdidos, repara los tejidos y regenera las células.

Es antiinflamatorio y mejora la circulación sanguínea y, consecuentemente, el estado de la piel. Elimina marcas de granitos e imperfecciones, cicatrices y manchas.

- Se emplea como after sun , para después del sol porque hidrata y refresca la piel agredida por la exposición solar.

- Pelo. Es perfecto para el pelo graso porque tiene tendencia a resecar. Si se desea regenerar las puntas en cabellos secos, debe mezclarse con algún aceite natural hidratante como el de rosa mosqueta, joyoba, argan (proviene de un árbol de marruecos), aceite de almendras dulces…

- Dientes. El gel dentífrico realizado a base de aloe mejora la higiene bucal y ayuda a prevenir la caries. Además es eficaz para las encías inflamadas.

- Estómago e intestino. El jugo del aloe vera resulta eficaz para tratar las inflamaciones del intestino porque puede regular y equilibrar su función y neutraliza la acidez del estómago por lo que es muy recomendable en cosos de úlceras gástricas.

- Músculos y articulaciones. Numerosos estudios concluyen que esta planta ayuda a prevenir la artritis y a reducir la inflamación del as articulaciones.

- Gripe, hepatitis, meningitis... El aloe es un producto que refuerza el sistema inmunológico y, por tanto, previene de muchas enfermedades causadas por virus o bacterias.

5. Recomendaciones

Puede utilizarse todos los días, ingerido mediante un preparado o sobre la piel como si de una crema se tratase. También puede frotarse la piel con un trocito de penca que cortemos de la planta. Si se aplica sobre la piel no existe ningún problema, pero si decidimos ingerirla debemos tener precaución con la dosis. En este caso, es mejor consultar con un especialista en medicina natural.

El aloe puede extraerse directamente de la planta, retirando la capa externa y tomando la parte gelatinosa, que hay que lavar con abundante agua antes de ingerir porque tiene una sustancia que la envuelve (entre la parte verde de la hoja y la gelatina) llamada acíbar que es un poco abrasiva y desagradable al sabor y, además, puede provocar diarrea porque es un fuerte laxante.

Para conocer si un producto realizado con aloe es de calidad, el consumidor debe fijarse en la etiqueta. Ésta debe certificar que se trata de aloe puro 100% o con dosis alta, porque sino apenas tiene propiedades. Existe un sello que la Internacional Aloe Science Council otorga a los envasadores que cumplen las normas de utilizar el 100% aloe. Este certificado es una garantía de calidad que ayudar a diferenciar un buen producto.

Si queremos tener una planta en casa, al comprarla debemos asegurarnos que no ha sido fumigada con pesticidas, ni ha estado en contactos con productos químicos; de este modo, evitamos que produzca alergia o reacción dérmicas. Aunque actualmente las venden con fines terapéuticos y ya están preparadas para que puedas llevarla a casa y utilizarla.

No necesitan de demasiados cuidados porque se adaptan fácilmente a casi cualquier climatología. Crece y se multiplica rápidamente y su gel es eficaz desde que la planta es pequeña, aunque las propiedades son más potentes cuando la planta tiene 3 años aproximadamente y su penca alcanza los 20 ó 25 cm.


Carmen Moreno Santiago
Con la colaboración de Lourdes Prat

2 comentarios:

  1. bueno no me sirbio mucho pero gracias

    ResponderEliminar
  2. Para más informacion y videos interesantes sobre el Aloe Vera y al Argán, podeis clicar en mis canales de You Tube y los blogs: http://www.youtube.com/user/Lourdespf
    http://www.youtube.com/user/Bencaloe
    http://elaceitedeargan.wordpress.com/
    http://lourdesprat.blogspot.com/

    Felices Fiestas: Lourdes Prat
    Autora de:EL GRAN LIBRO DDEL ALOE VERA / ed. RBA
    EL GRAN LIBRO DEL TE / Ed. RBA
    EL ACEITE DE ARGAN / Ed. Onelisco

    ResponderEliminar