Dicen que el tiempo es el que cura las heridas pero a veces el tiempo puede escaparse de las manos y pasar de un duelo normal a un duelo patológico. Entonces, ¿Qué es lo que puedes hacer para elaborar y superar el duelo en el menor tiempo posible y de la forma más sana?
Tal y como os planteábamos en el artículo "¿Qué es el duelo?", en el que hablábamos de qué supone para una persona perder a alguien a quien se ama y los diferentes tipos de duelo, en este artículo nos centraremos en cómo se puede superar porque si hay algo que tenemos que tener presente es que los atajos para el dolor no existen, hay que vivir un proceso, pero éste puede ser más o menos sano/patológico.
Cómo elaborar el duelo
Indudablemente se necesita tiempo para poder aceptar que hemos perdido a un ser querido, se necesita tiempo para extrañarle y llorarle hasta que llegue el momento en el que puedas mirar hacia tu tiempo presente y poco a poco comenzar a ser consciente, otra vez, de la vida.
Hay diferentes teorías sobre cómo puedes elaborar y superar el duelo de la forma menos patológica, la propuesta que nosotros hacemos es la que consideramos la menos nociva y la que permite que cada persona pueda ir pasando de nivel con sus tiempos personales.
Aceptar que ya no está
En múltiples ocasiones de la vida hemos podido comprobar en nuestra propia piel como cabeza y corazón no están en sintonía, lo que podemos entender con la cabeza no es pausible para el corazón y viceversa.
En el duelo se vive un mismo proceso, es verdaderamente complicado hacerse a la idea que la persona que se ha marchado no va a regresar, es alguien a quien no vamos a poder volver a ver ni ya vamos a poder compartir ningún momento.
Como veíamos en el artículo anterior, muchas veces se puede pasar por una etapa de negación en la que nos cuesta aceptar la realidad pero tenemos que trabajar para poder aceptarlo, siendo piadosos con nosotros mismos pues nos llevará tiempo pero haciendo un esfuerzo.
Algunas de las cosas que podemos hacer es hablar de la pérdida con personas cercanas y empáticas, las visitas al cementerio pueden resultar increíblemente dolorosas pero nos ayudan a confrontarnos con una realidad que nos resistimos a ver.
Llegará un momento en el que puedas aceptar que ya no está y date la oportunidad de despedirte, sean cuales sean las creencias religiosas que tengas o no tengas, dedícale unas palabras y un adiós.
Permítete sentir
En muchas ocasiones me he encontrado con personas que creen dedicar palabras de aliento y fuerza a aquellos que han perdido a sus seres queridos diciéndole "No llores", "Tienes que ser fuerte" o palabras parecidas que realmente no están permitiendo a la persona ir hacia adelante.
Cuando perdemos a alguien a quien amamos tenemos que poder sentirnos y cada uno lo expresa de una manera diferente, pero hay que tener la oportunidad de poder expresarlo. Si necesitas llorar hazlo, digan lo que digan; permítete estar triste, sentir rabia o impotencia, es el momento de sentir y dejar que todo fluya pues si aguantas lo único que estás haciendo es retener unos sentimientos que al final, antes o después, tendrán que encontrar la salida.
Compartir con personas de tu confianza momentos como estos pueden ayudarte a sentirte menos solo y comprendido, un gran abrazo puede ser la mejor cura para tus heridas y puede estar lleno de palabras silenciosas porque a veces el mejor "lo siento" es aquel que no se pronuncia.
Aprender a vivir de nuevo
Una vez que has aceptado que ese ser querido no va a volver, llega el momento de aprender a vivir de nuevo y no hablamos de sobrevivir que podría ser hacer las tareas cotidianas de forma mecánica, si no aprender a vivir y sentir otra vez más allá del dolor y la nostalgia.
No digo que sea una tarea sencilla pues requiere de tiempo y de fuerza de voluntad, pero hay que volver a trabajar por encontrar el equilibrio personal porque a pesar de que tu mundo se haya parado, la vida no ha dejado de seguir hacia adelante y puedes parar por un tiempo, pero enseguida ésta te exige que vuelvas a desempeñar tu labor.
A veces lo que más cuesta es aprender a "caminar" solo cuando uno se ha acostumbrado a hacerlo todo en común, cuando todo parece que te recuerda a él, pero de nuevo hay que comenzar a dar pasos para la vida.
No sufrir no es olvidar. Vive
Llega un momento en el que la vida y tu mismo sentirás como el dolor no es tan fuerte, no sabrás si es porque te has acostumbrado a esa sensación o porque lo estás superando. Hay muchas personas que se sienten culpables cuando llega este momento porque ya no se sienten de la misma manera, pero debes de entender que el hecho de llevar mejor la situación e incluso, poder llegar a ser feliz con el paso del tiempo no implica que hayas olvidado a esa persona ni que la hayas querido menos.
Vivir no es un acto egoísta pues son muchas personas las que se encuentran a tu alrededor esperando a que salgas de la oscuridad y por fin, puedas volver a verlas. Hay personas que también dependen de ti por lo que no temas en avanzar, cuando llegue ese momento continúa hacia delante y vuelve a vivir.
Fuente: http://depsicologia.com/como-superar-el-duelo/
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