domingo, 26 de mayo de 2013

«La concentración es el arma más poderosa para calmar la mente»


El psiquiatra y catedrático de Psicobiología Vicente Simón es uno de los impulsores de la meditación Mindfulness en España


«Fijar la atención en el momento presente, con aceptación y sin juzgar», esta es la base del Mindfulness, una forma de meditaciónque ayuda a «disminuir la ansiedad, la depresión, aumenta la capacidad de atención y el control emocional», explica a ABC el doctor Vicente Simón, psiquiatra y catedrático de Psicobiología de la Universidad de Valencia y uno de los principales impulsores de este método en España.
En la escuela nos enseñan matemáticas, lengua, física... pero ninguna asignatura aborda algo tan elemental como el manejo de las emociones:aprender a controlar nuestros impulsos, a aceptar las situaciones adversas, a no desesperarnos cuando estamos en un atasco, nos satura el trabajo o discutimos con la pareja. «Es ideal que los niños aprendan a practicarlo desde los tres años, porque se vuelven más tranquilos y calmados, pero los adultos también están a tiempo. Como toda habilidad, se tiene que entrenar, pero es un método bastante agradecido. Se ven pronto los beneficios», apunta el doctor.

Para notar estos resultados, hay que practicarlo a diario «como el ejercicio físico». Durante 15 ó 20 minutos al día, sentados en un cojín de meditación y con un temporizador. «Uno de los ejercicios más elementales es centrarse en la respiración y sentirla. Los pensamientos vendrán, pero hay que invitarlos suavemente a que se vayan», explica el psiquiatra, que asegura que la concentración «es el arma más poderosa para calmar la mente». «Se trata de aprender a conocer la mente y domesticarla», señala.

Para casos de urgencia, cuando no podemos sentarnos en un lugar tranquilo a meditar pero necesitamos una terapia de choque para relajarnos, el doctor recomienda «la pausa de la autocompasión». «Es muy efectiva para esos momentos en los que morderías», cuenta jocoso. Esta técnica consta de tres pasos: «primero, pararse y darse cuenta de lo que ha pasado y de la emoción que estamos sintiendo; segundo, pensar que no estás solo, que nos pasa a todos, y lo tercero es darnos cariño y pensar: merezco darme cariño», explica el psiquiatra, que afirma que todo este proceso, «acompañado de una respiración profunda y de gestos como abrazarse, acariciarse o ponerse la mano en el pecho, consigue cambiar el estado de ánimo de ese momento».

Los orígenes del Mindfulness, que se ha traducido al castellano como Atención plena o Conciencia plena, están en la meditación oriental, pero el método se popularizó en EE.UU. en los setenta gracias al doctor Jon Kabat-Zinn. Ofreció a los pacientes crónicos de un hospital de Massachusetts un programa para reducir el estrés que mezclaba meditación y yoga, con el que obtuvo buenos resultados. «A partir de ahí se empezó a estudiar científicamente», relata el doctor Simón, quien asegura que mostrarse escéptico con esta técnica a estas alturas es «ridículo». «Solo hay que mirar los trabajos científicos», insta.

Uno de esos estudios, realizado hace dos años por el Hospital General de Massachusetts, y publicado por «Psychiatry Research», documentaba, por primera vez, cómo la meditación puede provocar considerables cambios en las regiones cerebrales relacionadas con la memoria, la autoconciencia, la empatía y el estrés. Para llegar a esta conclusión, los científicos tomaron imágenes por resonancia magnética de la estructura cerebral de 16 voluntarios dos semanas antes y después de realizar un curso de meditación consciente de ocho semanas.

Más recientemente, un grupo de investigadores españoles también llevó a cabo un estudio de resonancia magnética cerebral en el que se comparó a diez personas de un monasterio budista con otras diez sanas. El estudio, publicado en la revista científica «Plos One», determinó quelas personas que practican la meditación gozan de mejor salud y bienestar.

El Mindfulness se puede practicar en casa con la ayuda de libros guía o asistiendo a cursos con un instructor. Si optamos por lo segundo, es recomendable indagar primero sobre el prestigio y la formación de la persona que lo imparte para evitar fraudes.

CRISTINA GARRIDO 

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