Sorprendentes beneficios de los productos procedentes de la colmena

Miel, polen, jalea real, propóleos, cera e incluso veneno de abeja encuentran hoy en día su sitio en la terapia natural. Hoy queremos contarte los beneficios de estos productos procedentes de la colmena, y que te permitirán tener una vida más saludable de forma natural. ¿Quieres conocerlos?

La miel: cicatrizante y antibacteriana

Utilizada durante las dos guerras mundiales para acelerar la cicatrización de las heridas de los soldados, la miel no ha empezado a ser estudiado más que recientemente: apenas se han realizado una veintena de estudios, entre los que se encuentran los del profesor Bernard Descottes, quien consiguió demostrar las propiedades cicatrizantes y antibacterianas de la miel.

Otros experimentos demuestran también que, por razón de su contenido en antioxidantes, concretamente los flavonoides, cuanto más oscura es la miel mayor es el contenido en flavonoides y en oligoelementos, lo que puede contribuir a la protección de ciertas enfermedades degenerativas.

En cualquier caso, según la farmacopea tradicional, cada miel tiene sus propias virtudes: un tipo de miel es diurética, otra es calmante, otra es un buen antiséptico para los bronquios, otra es un estimulante cardíaco...

En cuanto a la miel de manuka, procedente de un arbusto salvaje de Nueva Zelanda, ciertos estudios muestran que posee una acción bactericida superior a la de algunos antibióticos. Esta miel tiene propiedades no solo sobre las heridas, las cicatrices, las quemaduras, las micosis y las infecciones cutáneas, sino también sobre las úlceras de estómago, las aftas, la sinusitis, el dolor de garganta y la rinitis. 

Beneficios sin efectos secundarios

Los otros productos de la colmena presentan todo un abanico de cualidades no despreciables. El polen es útil para la regulación de las funciones intestinales y el refuerzo del sistema inmunitario. La jalea real se utiliza para la resistencia en general. El propóleos por su acción bacteriana y el tratamiento de afecciones gastrointestinales.

La cera –asociada a la miel– presenta una buena acción antibacteriana, cicatrizante y antiinflamatoria. El veneno de abeja es ideal para tratar problemas reumáticos, cardíacos, enfermedades autoinmunes, oftalmias.

Lo más importante de todo esto es que, además, no tiene riesgos de efectos secundarios. En resumen, en una época en la que los gérmenes son cada vez más resistentes a los antibióticos, las abejas podrían ser muy útiles en terapias alternativas.

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