jueves, 13 de julio de 2017

5 formas prácticas para construir la Resiliencia

Es posible que al principio nos cueste trabajo hacerlo, pero la resiliencia es algo fundamental para darnos la importancia que merecemos y ser mucho más felices

Las adversidades siempre nos van a estar sorprendiendo a lo largo de nuestra vida. Así pues, para enfrentarlas es bueno aprender a construir la resiliencia.

La resiliencia no es más que la capacidad que tenemos para soportar y afrontar los golpes que nos puede dar la vida. Cuanta mayor sea nuestra resiliencia, más entereza tendremos para encarar todos los problemas con los que nos podamos encontrar.



Pero, ¿cómo construir la resiliencia? Esto es algo que se puede aprender con la experiencia. No obstante, hoy te ayudaremos dándote algunas claves que te ayudarán a hacerlo mucho más fácil.

1. Las crisis no son obstáculos insuperables

En muchas ocasiones, construir la resiliencia se nos hace cuesta arriba porque vemos las crisis como obstáculos insuperables.

Sin embargo, no nos damos cuenta de que esto es así porque no estamos viendo la situación con la debida perspectiva.

¿Verdad que si miras hacia atrás aquellas experiencias de las que creíste jamás salir no eran tan negativas como en su momento creíste?

Cuestiónate siempre lo catastrofistas que están siendo tus pensamientos con respecto a la situación actual. No te dejes llevar por ellos y esfuérzate por tomar cierta distancia.

Comprobarás que no hay nada que no puedas superar.

2. El cambio forma parte de la vida

La toma de decisiones, los cambios… Todo esto nos cuesta muchísimo porque apostamos por lo cotidiano y la rutina, es decir, por todo aquello que nos proporcione una determinada seguridad y comodidad.

Sin embargo, cuando un problema nos acecha, nuestra vida se vuelve de repente patas arriba. No sabemos qué hacer, ¡nos encontramos perdidos!

Es importante dejar de tomar los cambios como algo negativo. No tenemos porqué rechazarlos o tomárnoslos como algo a lo que hay que temer.

Los cambios pueden ser más positivos de los que creemos. Si no lo crees, puedes recordar alguna experiencia de cambio en el pasado. Seguro que el cambio te proporcionó, ante todo, un gran aprendizaje.

3. Tómalo como una oportunidad de crecimiento

Los problemas, las dificultades, los obstáculos no son tan terribles como así queremos imaginárnoslos. Y es que pueden ser una gran oportunidad para crecer y aprender más sobre nosotros mismos.

¿Quién no ha descubierto una parte de su personalidad que no afloró hasta que se encontró con un determinado obstáculo?

Ver las tragedias como verdaderas desgracias es algo socialmente bien visto, pero ¿y si nos las tomamos como, además, oportunidades para mejorar como personas?

Podemos construir la resiliencia más poderosa, gracias a ver con otros ojos las situaciones más terribles. Porque entre todo lo negativo, siempre hay algo positivo.

¿Aprendemos a verlo?

4. Gestionar las emociones, ¡muy importante!

Nadie nos enseña a gestionar las emociones, por eso tenemos tantos problemas con ellas. A veces las reprimimos, otras veces las expresamos sin control alguno.

Nuestro desconocimiento, en ocasiones, a la hora de identificar cómo en realidad nos estamos sintiendo provoca que a veces tengamos reacciones desmesuradas y que no sepamos controlar nuestros impulsos.

Esto repercute negativamente en nuestras relaciones, también mina nuestra autoestima y provoca la terrible sensación de que los sentimientos nos desbordan.

Practicar mindfulness, meditación o yoga puede ayudarnos a observar nuestros pensamientos y sentimientos, a conocernos mejor, a bucear en nuestro interior y, ante todo, a ganar en resiliencia.

5. No te olvides de ti

La mejor manera de construir la resiliencia es cuidándonos a nosotros mismos. Pues siempre tendemos a preocuparnos por los demás, pero ¿y de nosotros quién se preocupa?

Hacer ejercicio, comer bien, priorizarnos cuando sea necesario, aprender a decir “no” son actitudes que parecen sencillas, pero que normalmente dejamos en un segundo e incluso en un tercer plano.

No nos damos la importancia que merecemos y eso tiene sus consecuencias cuando un problema nos aborda.

Si empezamos a prestarnos atención, descubriremos que podemos mantenernos más enteros cuando la vida nos dé golpes. Estaremos preparados para todo, gozaremos de una gran resiliencia.



Ahora que ya sabes cómo construir la resiliencia, es importante que empieces a introducir pequeños cambios en tu vida que vayan a su favor, nunca en su contra.

A veces, sin darnos cuenta, vamos en contra de nuestra propia salud y bienestar, pues actuamos según un modelo inconsciente de conducta que nos lleva al victimismo, al dramatismo y a cultivar una baja autoestima.

Es el momento de darle una vuelta a todo esto, de empezar a ver lo positivo entre lo negativo y comenzar a ser mucho más felices.

https://mejorconsalud.com/5-formas-practicas-construir-la-resiliencia/

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