martes, 5 de enero de 2016

Guía práctica anticáncer: los 12 pasos de una estrategia contra el cáncer

Células de cáncer vistas en una pantalla conectadas a un microscopio en la feria de la computación CeBit en Hanover.

© Fabian Bimmer / Reuters

Quienes afrontan un cáncer suelen tener dificultades para organizar toda la imponente cantidad de información que se les viene encima cuando intentan mejorar su tratamiento: terapias convencionales, dietas anticáncer de toda índole, cientos de suplementos, hierbas y extractos, múltiples terapias cuerpo-mente, y necesitan perentoriamente una orientación. 

Esta es una guía anticáncer dirigida a enfermos y a familiares de enfermos, con un listado de las acciones terapéuticas que creo más aconsejables. Sintetiza y centraliza toda la información del blog y responde a las principales preguntas que asaltan a enfermos y familiares. 

Los propósitos de este artículo son:

Desterrar ciertas ideas acerca del cáncer y destacar otras
Listar las acciones terapéuticas, basadas en ciencia, que cada enfermo puede abordar por su cuenta y con ayuda de los médicos
Mejorar la efectividad de las terapias convencionales
Proteger al cuerpo sano de los efectos secundarios de esas mismas terapias
Proporcionar argumentos que compartir con los médicos1. Todos los cánceres comparten características comunes 

Aunque la tendencia actual es considerar que el cáncer son más de 200 enfermedades, y que proceden de mutaciones genéticas, eso sólo está permitiendo desarrollar decenas de fármacos pero no mejorar el pronóstico, que sigue siendo prácticamente el mismo desde hace décadas, no importa lo que los medios de comunicación proclamen. 

En realidad todos los cánceres comparten similitudes metabólicas y lo más racional (si el objetivo fuera curar), sería usarlas como dianas terapéuticas en primer lugar. 

 El abordaje del tratamiento debe ser integral y sistémico 

El cáncer es una enfermedad crónica y no sólo todos los cánceres comparten características comunes, sino todas las enfermedades crónicas en general. Los problemas de base de los enfermos de cualquier dolencia crónica suelen ser también similares. 

Inflamación alta, altos niveles de glucosa e insulina, débil sistema inmune, mitocondrias dañadas: esos deben ser, entre otros, los objetivos de todo tratamiento y debe tener en cuenta el cuerpo en su totalidad, no sólo la zona afectada por el cáncer. 

Las terapias convencionales se focalizan en el tumor, pero ese enfoque se quedará corto si no potenciamos el cuerpo sano para que, por una parte, se defienda del daño infligido por quimioterapia y radiación y, por otra, para que contribuya a la remisión. 

Lecturas adicionales:
9 hábitos de los enfermos de cáncer 'incurable' que terminaron por curarse3. No existen las balas mágicas, el enfoque terapéutico debe combinar múltiples acciones sinérgicas con base científica 

La sinergia debe presidir todas las acciones terapéuticas, combinadas para fortalecerse unas a otras. 
De momento no existen los remedios milagrosos, ya pertenezcan a la medicina convencional o a las técnicas complementarias, y todas las terapias deben tenerse en cuenta, a cambio de que se apliquen con racionalidad y criterios científicos. 

Al ser el cáncer una enfermedad sistémica hay que abordar múltiples caminos bioquímicos a la vez y no uno de cada vez, secuencialmente. Este último enfoque es el más rentable, pero terapéuticamente desastroso. 

Por esa razón no podemos limitarnos a los tratamientos estándar, basados en estudios que sólo las compañías farmacéuticas tienen la capacidad de poner en marcha, sino aplicarlo de forma más racional y usar también otras terapias basadas en estudios preliminares y limitados pero que pueden ser muy efectivos al usarse de forma combinada. 

Los tratamientos que puede aplicar cualquier paciente por su cuenta (luego abundaremos en ellos) son:

Alimentación: dieta cetogénica con optimización de nutrientes
Plan de suplementación
Vitamina C liposomada
Técnicas que alivien el estrés y mejoren la relación mente-cuerpo
EjercicioCon ayuda de un médico (o sin ella, si planteamos bien los protocolos usando fármacos que puedan obtenerse sin receta), intentando que los fármacos que requieran prescripción sean lo más usuales y sencillos de obtener
Cócteles de drogas off-labelCon ayuda de algún centro de oncología integrativa y/o profesionales de medicina natural:
Vitamina C intravenosa a altas dosis
Combinaciones de extractos de hierbas
Cámara hiperbárica
Hipertermia
Quimioterapia a dosis bajas potenciada con insulina
Campos eléctricos
Ultrasonidos
Crioterapia

Muchos cánceres, no importa el tipo o estadio, YA pueden controlarse 

Las remisiones de cánceres terminales son más habituales de lo que parece, a condición de que el enfermo aplique acciones combinadas de terapias convencionales (aplicadas racionalmente), más acciones complementarias. 

Lecturas adicionales:

Supervivientes de un cáncer avanzado o terminal I: Ben Williams
9 hábitos de los enfermos de cáncer 'incurable' que terminaron por curarse5. Busca más de una opinión y, si puedes, elige cuidadosamente a tu oncólogo 

Si puedes hacerlo solicita más de una opinión. Generalmente los médicos repetirán el estándar de tratamiento y sus recomendaciones no variarán demasiado pero, en ocasiones, sobre todo en cánceres o estadios menos comunes, pueden sugerir tratamientos diferentes. Es necesario conocer varias opciones para elegir la mejor. 

Lo normal es que las decisiones se tomen conjuntamente por un equipo formado por cirujanos, radioterapeutas y oncólogos, así que intenta acceder al menos a dos equipos diferentes, en dos centros distintos, para detectar posibles inconsistencias. 

Si no puedes acceder a más de un centro, elige al oncólogo más receptivo con las terapias complementarias basadas en ciencia. 

6. Tienes el derecho a intervenir activamente en el tratamiento médico 

Exponiendo tus dudas, haciendo preguntas y proponiendo alternativas basadas en razonamientos y estudios fundamentados
Pregunta las consecuencias a largo plazo de las intervenciones terapéuticas. A veces los médicos las aconsejan porque no esperan que el paciente viva lo suficiente como para experimentar los efectos a largo plazo de cirugías, radiaciones excesivas o quimioterapias con dosis agresivas, pero tú sí debes pensar a largo plazo.
Plantéales la posibilidad de combinar el tratamiento con terapias complementarias. La mayoría de pacientes hacen algo similar y los oncólogos están acostumbrados a ello. Generalmente reciben esa información con paternalismo y no se oponen, pero tampoco colaboran. 

La cosa cambia cuando se enfrentan a pacientes realmente bien informados y que abordan su terapia con una estrategia sistemática y bien vertebrada. 

Escríbeles el abordaje integral que proponemos en sitios como éste, junto con estudios que los apoyan y observa sus reacciones y argumentaciones: mi consejo es que huyas de cualquier oncólogo que se niegue al menos a escuchar, que utilice el principio de autoridad para desacreditar los argumentos en vez de responder con razones bien fundamentadas o que utilice un discurso manipulador.

Pregunta los riesgos a largo plazo de una intervención quirúrgica y estudia si es o no conveniente realizarla en ese momento. Cada caso es un mundo y en muchos de ellos la cirugía puede ser necesaria. En otros, no. La competencia del equipo de cirujanos es especialmente relevante.

Pregunta los riesgos a largo plazo de la radiación y si debe abordarse en ese momento. Redobla las preguntas y las prevenciones si te proponen reirradiar una zona ya previamente radiada. Pregunta porqué insistentemente.

Propón la conveniencia de una quimioterapia a dosis bajas, si vas a complementarla con otra medidas que pueden hacerla más efectiva. 

Preséntale los estudios al respecto para que pueda decidir y presta atención a la solidez de sus posibles argumentos en contra. 

Si antepone su ego o se muestra paternalista o sarcástico, o si zanja la conversación sin atender lo que tienes que decir, tal vez sea el momento de cambiar de oncólogo.Lecturas adicionales:
La quimioterapia a dosis bajas como tratamiento alternativo7. Asume la responsabilidad de complementar tu tratamiento y actúa en múltiples frentes 

Buena parte de las decisiones terapéuticas deben recaer en ti mismo. 

Eso no implica que debas cargarte con un fardo extra de responsabilidad: plantéalo como un añadido de libertad, que te permitirá no depender del albur externo de fuerzas que no puedes controlar, sino de las que provienen de tu propio conocimiento. 

Las acciones que puedes emprender tienen que ver con la dieta, el plan de suplementación, la atención a la relación entre la mente y el cuerpo, y el ejercicio físico. 

Otras acciones en las que tal vez debas implicar a tu médico será la aplicación de algún cóctel de fármacos usados para otras dolencias comunes. 

A. Dieta cetogénica nutricionalmente óptima 

El objetivo es alcanzar un nivel de glucosa en sangre lo suficientemente bajo como para producir un importante estrés en el tumor. El tumor necesita cantidades considerables de glucosa (y glutamina) para medrar usando dos procesos metabólicos llamados glucólisis y glutaminólisis. 

Si le privas de sus fuentes de combustible el tumor no sólo puede pasar hambre y morir, sino que será más vulnerable al resto de terapias sinérgicas que apliques. 

Si elevas el nivel de cuerpos cetónicos en sangre el cuerpo sano los usará como combustible y no notarás síntomas de hipoglucemia, mientras que el cáncer no tiene capacidad de nutrirse de ácidos grasos y cuerpos cetónicos. 

Pero la dieta también debe aportar el mayor entorno antiangiogénico y citotóxico posible mediante el óptimo balance de aminoácidos y el aporte de fitoquímicos. 

Lee las siguientes guías rápidas (escritas especialmente para completar este artículo) para diseñar una dieta anticáncer óptima:

PRÓXIMAMENTE: Cómo medir los niveles de cetosis y glucosaLecturas adicionales:

El objetivo es alcanzar una sinergia con las moléculas más adecuadas para atacar el tumor desde múltiples enfoques bioquímicos, que se complementen sin contrarrestarse. 

De entre todos ellos hay algunos especialmente importantes debido al peso de los estudios científicos que los apoyan. Los muestro a continuación, aunque debes ser tú, en última instancia, quien decida qué tomar. 

La lista de los que creo muy necesarios son nada menos que 16. Escribo juntos los suplementos que han demostrado ser especialmente sinérgicos.

LDN + Ácido r-alfalipoico + Extracto de ajo envejecido + Melatonina
Cúrcuma
Aceite de pescado o Krill
GLA (ácido gamma linoleico)
Extracto de té verde
Berberina (o Metformina, más barata)
Vitamina D3
Glicina + L-lisina (o gelatina en polvo de muy alta calidad)
Coriolus versicolor
Probióticos
Vitamina C liposomada
¿Yodo?Si no tomas suficiente hígado o vegetales de hoja verde, también puede ser conveniente añadir un suplemento biodisponible de folato. 

Lecturas adicionales:
45 suplementos contra el cáncerC. Vitamina C liposomada 

Te aconsejo también que pruebes a liposomar tu propia vitamina C en casa y tomes unos 6 gramos al día, repartidos en varias tomas. 

Aún no he escrito el artículo dedicado a la elaboración casera de la vitamina C liposomal, con los cálculos necesarios y el proceso que conlleva, pero en internet hay dos métodos para hacerlo. 

Éste es el que parece más efectivo, pero utiliza alcohol como diluyente y puede incrementar la glucemia, así que no hay que sobrepasar una dosis máxima que podría estar en torno a 10 gramos de vitamina C al día, con 6 gramos como posible dosis más adecuada. 

La clave es ser consistente y tomar pequeñas cantidades a lo largo del día para hacer que se vaya acumulando en las células tumorales y produzca la acción citotóxica deseada. 

Lecturas adicionales:
Vitamina C a altas dosis contra el cáncerD. Cócteles de fármacos 

Tanto si usas dieta y suplementos como si no quieres saber nada de ellos, los cócteles de fármacos off-label (medicamentos usados para otras dolencias pero que han demostrado eficacia antitumoral) son opciones adicionales de gran potencial. 

Si sólo confiáis en las moléculas sintéticas, puedes actuar contra la enfermedad usando combinaciones de fármacos, algunos de ellos baratos y sencillos de conseguir, otros no tanto. 

Si sólo confías en la dieta y los suplementos, sabes que tienes esa baza en la recámara por si tus elecciones no funcionan o por si no consigues aplicar con eficacia esas medidas. 

Sea como sea significa que las opciones son múltiples y esa idea debe darte fuerza para afrontar con mayor esperanza tu tratamiento. 

En el foro de cáncer integral iremos discutiendo los fármacos adecuados para diseñar los mejores cócteles anticáncer y posibles suplementos y extractos de hierbas con similar efecto a las moléculas sintéticas. 

Lecturas adicionales:

Foro de cáncer integralE. Haz ejercicio (si puedes) 

El ejercicio no debe ser extenuante, tan sólo exigente: caminar a buen paso todos los días es un excelente principio para, junto con la dieta cetogénica y los suplementos que se enfocan en el metabolismo, imponerle un estrés redoblado al tumor. Nada de correr. Caminar a buen paso sí, correr NO. 

Te desaconsejo una dieta y un plan de ejercicios destinados a "construir músculo": no debes propiciar en tu cuerpo un entorno excesivamente anabólico, al menos mientras trates tu cáncer. 

El ejercicio extenuante puede incrementar tus niveles de cortisol que, aunque supongan picos puntuales, no son nada aconsejables. También podría inducir un volcado sanguíneo de lactato y aminoácidos que se reaprovecharán para crear nueva glucosa y elevarían puntualmente los niveles sanguíneos. Adicionalmente, supondría un estrés en el sistema inmune y algunos investigadores sostienen que podría activar los monocitos para facilitar las metástasis. 

En resumen: durante las primeras etapas del tratamiento del cáncer, el ejercicio debe ser moderado, que produzca calor, sudor y cierta fatiga pero sin agotar ni producir un estrés excesivo. 

Por eso es tan buena idea caminar a paso vivo, en circunstancias que mejoren además nuestro bienestar emocional: por calles o parajes que nos relajen y/o acompañado por personas que nos agraden. 

F. Mejora la relación mente-cuerpo 

Actúa contra el estrés y, si puedes, invierte en alguna técnica que te permita alcanzar un buen estado de relajación. 

Ya sea yoga, meditación, técnicas de respiración y relajación u otro tipo de intervenciones, la relación entre sistema inmune, hormonas como el cortisol y el estado mental es sólida: el cáncer lo tiene difícil frente a un sistema inmune saludable. Algunas de esas técnicas incluyen también alguna forma de ejercicio físico, como el yoga. 

Las técnicas de relajación te permitirán dormir bien y, si puedes, al menos 7 horas cada noche. Dedicar el suficiente número de horas a un sueño de calidad es un aliado de tu salud. 

G. Cuida los aspectos emocionales 

Detesto los manuales de autoayuda, pero seguramente entiendas intuitivamente la verdad objetiva de los dos párrafos que voy a escribir a continuación: 

Fomenta el contacto con personas que añaden y replantéate tu relación con personas tóxicas que restan. 
Intenta igualmente que el cáncer sirva para mejorar tu percepción propia y la de quienes te rodean; que sea una plataforma de sabiduría, de transformación. 

Dos simples párrafos no hacen justicia a lo que esa situación implica ni a su dificultad de aplicación, pero veo más honesto decirlo con esa sencillez y brevedad a dedicar un libro a algo que requiere la intervención ineludible de cada paciente, que debe poner en práctica su propia capacidad de reflexión, introspección y autoconocimiento. 

Lecturas adicionales:
9 hábitos de los enfermos de cáncer 'incurable' que terminaron por curarse8. Si puedes, acude a un centro de oncología integrativa 

A ser posible con cierto prestigio y buenas referencias. La mayoría de estos centros cuentan con oncólogos que no sólo conocen las terapias estándar sino que utilizarán otras, basadas en ciencia, con alta eficacia potencial. 

En el foro de cáncer integral iremos listando centros que pueden ser buenas elecciones, en función de la provincia y el país de residencia. 

9. Ponte en contacto con otros enfermos 

El foro de Cáncer Integral tiene también esa intención. Compartir conocimiento y experiencias con personas en similares circunstancias puede ejercer un poderoso efecto benéfico, no sólo gracias a la posible mejora en la efectividad del tratamiento que la información puede aportar, sino a la acción de compartir los miedos y ansiedades con personas en situaciones parecidas. 

Hay otros foros como el de Ayuda Cáncer, bastante activos, con una estructura más clásica y más enfocados al intercambio de experiencias personales, que también pueden servir de ayuda. 

10. Si eres familiar o amigo del enfermo 

Sé lo que significa ser el familiar del enfermo, y ser también el único de quienes lo rodean que ha alcanzado esta 'epifanía' necesaria para afrontar el tratamiento con decisión y eficacia, usando armas terapéuticas complementarias. 

Sé también lo que significa que el enfermo sea a veces su peor enemigo y rehúse hacer lo que podría ser mejor para él hasta que comprende que no tiene otro remedio. 

Es decir, sé lo difícil que resulta inducir en otras personas el estado de lucidez necesario para 'comprender' cabalmente. 

Si estás en una situación similar y el enfermo no quiere saber nada de lo que le cuentas porque confía en que 'la medicina ha avanzado mucho'; o si quienes te rodean no te ayudan a mejorar el tratamiento por desidia, ignorancia o incapacidad para pensar por si mismos, tal vez pueda ayudarte el conocer nuestra experiencia. 

Aunque no es posible que un consejo sirva para todos los pacientes tal vez nuestro caso te ayude a solucionar el tuyo: mi mujer sólo aplicó con diligencia lo que yo le recomendaba una vez que fue consciente de que la medicina había decretado que su caso era incurable. 

Ayudó también que le mostrara dos datos adicionales: los que certificaban que no había esperanzas de que nada cambiara en los tratamientos oficiales a corto plazo y los que demostraban que casos aún peores que el suyo habían salido adelante aplicando medidas similares a las que yo le proponía, y que no implicaban necesariamente abandonar los tratamientos oficiales sino mejorarlos y complementarlos para hacerlos mucho más efectivos y, a la vez, menos lesivos para el cuerpo sano. 

Es decir, en su caso, conocer el pronóstico de su enfermedad y las alternativas existentes fue primordial para que, con mi ayuda, asumiera la responsabilidad de su tratamiento. 

Cada caso es distinto, y no puedo pretender que estas propuestas vayan a ser efectivas en todos ellos, pero enseñarle este artículo al enfermo y a los familiares, junto con la base argumentativa en la que se apoya, tal vez incline la balanza de manera decisiva. 

Si tu familiar o amigo es reacio a aplicar nada diferente a fármacos sintéticos, puedes comenzar por los apartados dedicados a los cócteles de fármacos y a la quimioterapia a dosis bajas, y dejar que pase algo de tiempo antes de convencerle de nuevo de la conveniencia de abordar también la dieta, los suplementos, el ejercicio y la mejora mental y emocional. 

Lecturas adicionales:

Tienes derecho a desesperarte a veces. 

Tienes derecho a mandar a hacer puñetas los artículos donde personas con lazos rosas sonríen y abonan la estupidez que nos rodea con frases hechas vacías de contenido. 

No tienes que "ser fuerte" en todo momento, mantener una "actitud positiva" y sonreír si eso significa no darle problemas a nadie, no molestar con preguntas, no plantear dudas. El estoicismo es una excelente manera de afrontar la vida, pero no significa que no debas preguntar, cuestionar y proponer. 

Tienes derecho a desconfiar de todo lo que te cuenten, sean médicos o no (este blog incluido), y a labrarte tu propia opinión, que será la única que te dará fuerzas. 

Tienes derecho a cambiar de médicos si percibes que éstos no son tus aliados y no escuchan tus argumentos, sino que sólo son meros prescriptores de terapias. 

Y tienes derecho a construir una esperanza razonable y realista, incluso cuando algún oncólogo te la haya arrebatado con negros presagios, a condición de que esté sólidamente fundamentada. 

Ésa es la razón de existir de este blog: empoderar al lector, pertrechándolo con las armas más efectivas para construir una esperanza sólida: conocimiento, sentido común, razón y corazón. 12. Nadie sabe aún lo suficiente 

Este artículo sólo compila un conjunto de dudas e ignorancias porque NADIE, absolutamente nadie (sean oncólogos, nutricionistas o premios Nobel), sabe lo suficiente sobre cómo tratar con total garantía un cáncer avanzado, con la nutrición como ejemplo más evidente de ese desconocimiento universal. 

La ciencia de la nutrición y también la oncología son, por el momento, un mero cúmulo de tentativas que en ocasiones se van contradiciendo con el paso de las décadas, debido a la manipulación de intereses corporativos y al establecimiento de dudosas metodologías científicas. 

Por eso no tengo miedo de exhibir mi estratosférica ignorancia, la de quien no es ni médico ni nutricionista, tal vez porque he conocido médicos y nutricionistas dedicados a la tarea de tener certezas en teorías tan oficiales como pseudocientíficas, basadas en inconsistencias y que jamás se preguntan porqué nada cambia realmente ni qué es lo que falla. 

Pero todos los estudios y teorías científicas palidecen ante el testimonio de cualquier caso 'anecdótico' de remisión que siguió determinadas directrices heterodoxas y aun así se curó. No sólo eso, sino que algunos de quienes replicaron esas mismas terapias se curaron igualmente. 

Personalmente prefiero una "curación anticientífica" a los millones de "muertes científicas" que asolan esta curiosa civilización que nos toca vivir. 

Esta guía es un muestrario de ignorancias, pero al menos basadas en las (a veces débiles, pero generalmente plausibles) evidencias científicas que este mundo corporativizado nos permite tener y en los testimonios de pacientes que salieron adelante contra todo pronóstico. 

Por eso tu opinión es no sólo válida sino necesaria, y por eso este blog pretende ser un punto de encuentro y de transmisión. 

Lecturas adicionales:

Alfonso Fernández
lun, 21 dic 2015 17:38 UTC
http://es.sott.net/article/43475-Guia-practica-anticancer-los-12-pasos-de-una-estrategia-contra-el-cancer

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