viernes, 25 de noviembre de 2022

La ola de los cánceres del confinamiento no ha hecho más que empezar

La historia menos difundida de toda la pandemia es el exceso de muertes, no por covid, sino por otras condiciones de salud que fueron brutalmente dejadasde lado. Se ha producido un enorme aumento del número de personas que mueren por causas no relacionadas con el virus, que se ha acelerado a lo largo del año y no muestra signos de desaceleración.

© Getty Images

Al principio fue la diabetes, los problemas cardíacos y un puñado de otros problemas, pero recientemente el número de personas que muere de cáncer está empezando a aumentar considerablemente por encima de lo esperado. ¿Continuará? Nadie puede asegurarlo, pero sospecho que así será durante muchos años.

Cuando expuse la magnitud de la crisis del cáncer en Twitter, varias voces se complacieron en señalar que las muertes por cáncer no estaban aumentando; ya no las escucho. De hecho, muchos de los comentaristas más vociferantes del confinamiento están activamente llamando la atención sobre el problema ahora.

El cáncer es lento, pero implacable. Un tumor no diagnosticado no causará complicaciones graves en días o semanas. Pero si se deja sin tratar durante uno o dos años, las probabilidades de supervivencia se reducen drásticamente. Me temo que esos retrasos del confinamiento están empezando a ser un problema.

Traducido por el equipo de sott.net

Karol Sikora
lun, 21 nov 2022 00:00 UTC
https://es.sott.net/category/7-Salud-y-Bienestar

miércoles, 23 de noviembre de 2022

La carne roja no es un riesgo para la salud. Un nuevo estudio echa por tierra años de investigación chapucera

Desde hace años el consumo de carne roja se ha vinculado a dolencias tales como cardiopatías, accidentes cerebrovasculares y cáncer. Pero en los entresijos de esos trabajos publicados hay notables limitaciones.


Casi todas las investigaciones son observacionales, incapaces de establecer la causalidad de forma convincente. La mayoría está plagada de variables de confusión. Por ejemplo, ¿quizás los consumidores de carne simplemente comen menos verduras, o tienden a fumar más o a hacer menos ejercicio? 

Además, muchos se basan en el consumo declarado por los propios consumidores. El hecho es que la gente no puede recordar con exactitud lo que come. Y, por último, el valor de los efectos declarados en estos artículos científicos suele ser pequeño. ¿Merece la pena preocuparse por un supuesto 15% más de riesgo de cáncer?

Un estudio denuncia la vaguedad en la investigación

En un nuevo esfuerzo sin precedentes, científicos del Instituto de Métrica y Evaluación de la Salud (IHME) de la Universidad de Washington han analizado décadas de investigación sobre el consumo de carne roja y su relación con diversos resultados de salud, formulando un nuevo sistema de clasificación para comunicar los riesgos para la salud en el proceso. Sus conclusiones disipan en su mayor parte cualquier preocupación por el consumo de carne roja.

"Encontramos escasas pruebas de asociación entre el consumo de carne roja no procesada y el cáncer colorrectal, el cáncer de mama, la diabetes de tipo 2 y la cardiopatía isquémica. Además, no encontramos pruebas de una asociación entre la carne roja no procesada y el ictus isquémico o el ictus hemorrágico", resumieron.

Los científicos del IHME llevaban décadas observando la naturaleza chapucera de la ciencia de la salud. Cada año se publican cientos de estudios francamente flojos que simplemente intentan encontrar un vínculo observacional entre alguna acción — comer un alimento, por ejemplo — y un resultado de salud, como la muerte o la enfermedad. 

Al final, debido a métodos descuidados, poblaciones de sujetos variables y medidas estadísticas inconsistentes, todo, especialmente los diferentes alimentos, parece estar asociado y no asociado al cáncer. ¿Cómo se supone que el público no especializado debe interpretar este lío?

Un nuevo sistema para establecer el riesgo

Y así, los investigadores idearon la función de riesgo de la carga de la prueba, un novedoso método estadístico para "evaluar y resumir cuantitativamente las pruebas de riesgo en diferentes pares de riesgo-resultado". 

Con esta función, cualquier investigador puede evaluar los datos publicados sobre un determinado riesgo para la salud y, a continuación, mediante la función, calcular un único número que se traduce en un sistema de clasificación de una a cinco estrellas.

"Una calificación de una estrella indica que puede no haber una verdadera asociación entre el comportamiento o la condición y el resultado de salud. Dos estrellas indican que el comportamiento o la condición se asocia al menos con un cambio del 0 al 15% en la probabilidad de un resultado de salud, mientras que tres estrellas indican al menos un cambio del 15 al 50%, cuatro estrellas indican al menos un cambio del 50 al 85%, y cinco estrellas indican un cambio de más del 85%".

Cuando el IHME utilizó esta función sobre el consumo de carne roja y sus posibles vínculos con diversos resultados adversos para la salud, descubrió que ninguno merecía más de una calificación de dos estrellas.

"Las pruebas de un riesgo vascular o sanitario directo por comer carne con regularidad son muy escasas, hasta el punto de que quizás no exista ningún riesgo", comentó el Dr. Steven Novella, neurólogo de Yale y presidente de la Sociedad Escéptica de Nueva Inglaterra.

 "Sin embargo, hay más pruebas de un riesgo para la salud por comer muy pocas verduras. Ese es realmente el riesgo de una dieta rica en carne, esas calorías de la carne están desplazando a las calorías de las verduras."

"Además de ayudar a los consumidores, nuestro análisis puede orientar a los responsables políticos en el desarrollo de programas de educación para la salud y el bienestar, de modo que se centren en los factores de riesgo con mayor impacto en la salud", dijo en un comunicado la doctora Emmanuela Gakidou, profesora de ciencias métricas de la salud en el IHME y autora principal del estudio.

 "Los investigadores sanitarios también pueden utilizar este análisis para identificar las áreas en las que las pruebas actuales son débiles y se necesitan estudios más definitivos".

Traducido por el equipo de sott.net

Ross Pomeroy
sab, 12 nov 2022 20:54 UTC

https://es.sott.net/article/85136-La-carne-roja-no-es-un-riesgo-para-la-salud-Un-nuevo-estudio-echa-por-tierra-anos-de-investigacion-chapucera

lunes, 21 de noviembre de 2022

Regulador de EE. UU. Aprueba por primera vez Carne Cultivada en laboratorio para el consumo humano

18 November 2022



La Administración de Drogas y Alimentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) autorizó por primera vez un producto cultivado a partir de células animales para consumo humano, anunció la agencia el 16 de noviembre mediante un comunicado.

UPSIDE Foods, una empresa californiana que produce pollo cultivado a partir de células, podrá llevar sus productos al mercado una vez que hayan sido inspeccionados por el Departamento de Agricultura de EE. UU. (USDA), dijo la FDA.

El regulador estadounidense dijo que había revisado los datos de la compañía y que no tenía más preguntas sobre la conclusión de que su producto es seguro para el consumo humano.

La revisión no es técnicamente una aprobación y se aplica solo a los productos UPSIDE, aunque la agencia está lista para trabajar con otras empresas que desarrollan alimentos con células animales cultivadas, dijo la FDA.

«Los avances en la tecnología de cultivo celular están permitiendo a los desarrolladores de alimentos utilizar células animales obtenidas de ganado, aves y mariscos en la producción de alimentos, y se espera que estos productos estén listos para el mercado estadounidense en un futuro próximo», dijo la agencia.

A su vez, expresó que «el mundo está experimentando una revolución alimentaria» y que está dispuesta a apoyar esta iniciativa.
Comentarios sobre las alternativas a la «carne de verdad»

Las alternativas a la carne de granja están siendo apoyadas por nuestras élites gubernamentales, corporativas y mediáticas. Estas se ofrecen supuestamente para crear conciencia sobre las emisiones de gases de efecto invernadero originadas de la cría de ganado y como parte de la Agenda 2030 de la ONU, que se propone a disminuir o erradicar estas «emisiones contaminantes».

Para hacer más lobby aún, se sirvió pollo cultivado a los asistentes a la conferencia climática COP27 de este año en Egipto, a pesar de que estos llegaron en sus jets privados altamente contaminantes.

Otro que ha bregado mucho por la carne artificial es el magnate estadounidense Bill Gates, quien ha instado a las naciones desarrolladas como Estados Unidos a reemplazar la carne real con un reemplazo sintético fabricado en un laboratorio.

Cabe aclarar que estas alternativas a la carne, pueden tener un gusto más o menos semejante, pero no dejan de ser alimentos ultraprocesados con cantidades excesivas de grasas omega-6 en forma de ácido linoleico (LA), que es uno de los contribuyentes más significativos a la disfunción metabólica.

Según un artículo de opinión del sitio LifeSiteNews, la carne cultivada en laboratorio se promociona como la ola del futuro: la forma “verde y sostenible” de consumir carne sin sufrimiento animal y sin emisiones de gases de efecto invernadero, pero debajo de esta «fachada pintada de verde» nada hay que tenga que ver con la salud ni con el medio ambiente, sino que estas alternativas artificiales son una «herramienta para eliminar gradualmente a los agricultores y ganaderos y reemplazarlos con un producto alimenticio ultraprocesado que puede ser controlado por patentes.

El artículo señala que, irónicamente, la verdadera ola del futuro no se encontrará a través de la tecnología, sino a través de regresar a lo natural, es decir a las prácticas agrícolas regenerativas que han sido probadas, validadas y valoradas durante años.

https://tierrapura.org/2022/11/18/regulador-de-ee-uu-aprueba-por-primera-vez-carne-cultivada-en-laboratorio-para-el-consumo-humano/

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