miércoles, 29 de marzo de 2017

La mayoría de las vacunas son una “bomba de tiempo”

Un excelente artículo del médico Juan Gérvas plantea un problema que pueden provocar numerosas vacunas y del que se habla poco. Lo llama bomba de tiempo: la capacidad inmunizadora de ciertas vacunas dura poco tiempo y esto puede provocar brotes, como algunos de los observados durante los últimos años.

Cita Gérvas varios de los mitos que rodean a las inmunizaciones y uno de ellos es que la capacidad preventiva de las vacunas dura “toda la vida”. Esto no es cierto (por desgracia, ojalá fuera así y sólo hubiera que vacunarse una vez). A quienes nos han vacunado o nos hemos vacunado contra algo (o contra todo) estamos protegidos durante determinado tiempo, luego el efecto de la vacuna pasa y hay que revacunar, de lo contrario puede haber problemas.

Comienza el autor, una persona que está a favor de las vacunas que sean necesarias, efectivas y seguras (yo creo que como la mayor parte de las personas), haciendo un resumen de esos mitos que menciono sobre las vacunas. Es bueno leerlo.



La vacuna contra el tétanos es una excelente vacuna, argumenta Juan:

Si se vacuna bien en la infancia y adolescencia (cinco o seis dosis) en toda la vida no se precisa re-vacunación alguna hasta los 65 años. Es decir, carece de cienciatodo eso de revacunar contra el tétanos cada diez años o ante cualquier herida en urgencias”.

Yo mismo fui revacunado en la adolescencia tras un accidente con un objeto metálico.

La vacuna contra el tétanos no produce “defensas” para toda la vida y se demuestra que los anticuerpos van descendiendo conforme pasan los años. Por eso considera Gérvas que es una bomba de tiempo y en los ancianos sin revacunar puede darse el tétanos (más mortífero en las mujeres pues los varones suelen tener “el recuerdo” puesto en el servicio militar).

La vacuna del sarampión tiene una eficacia limitada en el tiempo y al cabo de 15-20 años es posible la infección de quien está bien vacunado. Es una de las razones por las que se producen brotes en comunidades en que conviven estrechamente los jóvenes vacunados, como colegios mayores universitarios.

La vacuna de la tosferina también es una bomba de tiempo pues su inmunidad apenas dura cinco años (máximo doce), nos cuenta el autor del post publicado por Acta sanitaria. Eso explica las muertes en bebés no vacunados y los brotes repetidos de tosferina en vacunados.

En los últimos años ha ocurrido dolorosos decesos que han dado pié a abrir el debate sobre si es necesario vacunar a las mujeres embarazadas durante las últimas semanas de gestación para intentar que los niños nazcan protegidos contra esta enfermedad. ¿Ha habido motivos para la alarma? Es bueno conocer algunas verdades incómodas y sus pruebas científicas.

Juan Gérvas califica la vacuna contra la difteria de “muy defectuosa”:

pues su efecto se desvanece en unos diez/veinte años. Por ello más de la mitad de los adultos están indefensos frente al bacilo de la difteria (hasta el 70% de los ancianos). Además, los vacunados pueden transportar gérmenes más agresivos de la difteria. La vacuna contra la difteria es una bomba de tiempo“, concluye.

También lo es la vacuna contra las paperas, de escasa eficacia y duración, lo que explica los brotes repetidos de la misma que se han padecido en los últimos años en Asturias o Madrid, por poner algunos ejemplos.

La vacuna contra la varicela ofrece una protección de apenas diez años. Hace no mucho además, los intereses comerciales que la rodean consiguieron que se incluya en los calendarios de vacunaciones bajo la recomendación de inmunizar desde bebés cuando, con criterios científicos, estaba aplicándose a partir de los doce años de edad si no se ha pasado de manera natural la enfermedad.

Esta “ampliación del mercado” de la vacuna puede significar otra bomba de tiempo relacionada con aspectos de su seguridad. De hecho, como hemos publicado, un juez va a investigar si la vacuna de la varicela Varivax es la causa de la muerte del pequeño Alejandro, que falleció horas después de recibir la segunda dosis de dicho producto.

También considera el médico y profesor de salud pública en cuyo trabajo nos basamos, que es una bomba de tiempo la vacuna contra la meningitis, ya sea contra la B, ya sea conjugada (A, C, W, Y), pues su inmunidad dura menos de ocho años. De la vacuna de la gripe indica directamente que

es inútil, pero en todo caso apenas dura tres o cuatro meses; es una bomba de tiempo”.

Son muchos ejemplos de vacunas por mejorar pues nos protegen durante poco tiempo y por lo general, la población no está actualizada. Como recuerda el galeno, en muchas otras vacunas carecemos de datos para saber cuánto duran; por ejemplo, en la vacuna contra el virus del papiloma (“que además es inútil”, añade).

Desde el punto de vista de la salud pública, tales vacunas bombas de tiempo conllevan el riesgo permanente de brotes repetidos de enfermedades contra las que se vacuna la mayoría de la población.

Para fomentar el uso de las vacunas, sin duda un buen descubrimiento, es necesario mejorar mucho estos productos y creo que eso quien mejor puede hacerlo son los estados pues investigar en su mejora no es muy interesante para los laboratorios privados dada la baja rentabilidad de hacerlo (salvo en vacunas nuevas que cobran a precios muy elevados).

Por Miguel Jara  29 de marzo de 2017
http://www.migueljara.com/2017/03/29/la-mayoria-de-las-vacunas-son-una-bomba-de-tiempo/

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