El debate sobre los riesgos del Wi-fi sobre la salud de los más pequeños no se ha cerrado pese al cerrojazo dado por el Departamento de Educación a esta cuestión con su modelo de Eskola 2.0.
La Unión Europea está estudiando prohibir el sistema Wi-fi y el uso de los teléfonos móviles en los colegios por sus efectos perjudiciales para los niños.
El Comité de Medio Ambiente, Agricultura y Asuntos Locales y Regionales del Consejo de Europa ha elaborado un informe que alerta sobre el uso de estos dispositivos y ha confeccionado una hoja de ruta que incluye la prohibición de este tipo de tecnología en colegios y escuelas de Europa.
Fuentes del Consejo de Europa han confirmado a DNA que el próximo día 27 de mayo, la Asamblea Parlamentaria del Consejo debatirá y votará en Kiev el contenido y recomendaciones recogidas en la propuesta de resolución, aprobada por la Comisión el pasado 11 de abril.
La discusión será a todas luces muy intensa. No en vano, la comunidad científica no tiene una opinión unánime sobre los efectos de la exposición a señales electromagnéticas. Frente a la postura de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que defiende la inocuidad del Wi-fi; una comisión del Consejo de Europa, órgano consultivo del Consejo de Ministros europeo, asegura lo contrario. Y sostiene que los menores son, precisamente, el colectivo más vulnerable.
La propuesta aprobada por unanimidad sobre el trabajo del relator Jean Huss, se basa en el informe Los peligros potenciales de los campos electromagnéticos y sus efectos en el entorno, elaborado por la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA). Según la AEMA, "hay indicios suficientes o niveles de evidencia científica de efectos biológicos nocivos, los justos para invocar la aplicación del principio de precaución y de medidas eficaces, preventivas urgentes".
Este órgano consultivo, que se define como la "conciencia de la UE" sostiene que "hay suficientes pruebas de los efectos potencialmente nocivos de los campos electromagnéticos sobre la fauna, la flora y la salud humana". Por este motivo, considera necesario "reaccionar y protegerse contra los riesgos ambientales y de salud potencialmente graves". Cita diversos estudios que indican que las ondas electromagnéticas pueden provocar cáncer y podrían afectar a los cerebros en desarrollo de los menores. Por ello, propondrá a los estados miembros que tomen medidas en relación al uso de teléfonos móviles y redes Wi-fi. Entre ellas, la prohibición del uso de teléfonos móviles y redes Wi-fi en escuelas infantiles y colegios.
Fuente: noticias de Alava
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