sábado, 29 de junio de 2019

Esto es lo que le sucede a tu cuerpo cuando Rechinas los Dientes

Rechinar los dientes es un trastorno involuntario que se está volviendo cada vez más común. Conoce qué le ocasiona a tu cuerpo.


28/06/2019

Con el ritmo de vida actual, se está volviendo común que cada vez más personas tengan bruxismo. Se trata de un trastorno que hace que rechinen tus dientes de manera involuntaria. Puede ocurrir de día o de noche, aunque es más común que suceda mientras dormimos.

Algunas investigaciones arrojan que el bruxismo afecta a entre un 10% y un 20% de la población. A pesar de que es involuntario, puede traer consecuencias para la salud.





¿Qué ocurre en tu cuerpo?

El bruxismo puede tener algunos efectos negativos sobre tu cuerpo. Estos son algunos de ellos:

1. Dolor de cabeza

Si sueles despertarte con dolor de cabeza, es posible que sea por rechinar los dientes durante la noche.

2. Dolores musculares y alargamiento de los músculos faciales

​​​​​​​Al igual que sucede con los dolores de cabeza, es posible que si tienes bruxismo sientas dolores en los músculos del rostro al despertar.

3. Desgaste de los dientes

Algunas personas rechinan los dientes con tanta fuerza que despiertan a quien duerme con ellas con el sonido que emiten. Esto desgasta las piezas dentales.

4. Sensibilidad a las bebidas frías y calientes

Esto se produce como consecuencia del desgaste de los dientes. Así que si sientes sensibilidad y dificultar al masticar, es posible que tengas bruxismo.

5. Insomnio

Puedes imaginar que si rechinas los dientes durante la noche, entonces no descansas bien. Además del insomnio, puedes sufrir somnolencia durante el día.​​​​​​​

6. Trastornos alimentarios

Trastornos del tipo de la anorexia y la bulimia pueden aparecer junto con el bruxismo.

7. Dolor de oído

Este malestar se debe a que las estructuras de la articulación temporomandibular están muy cerca del conducto auditivo externo.

8. Ansiedad o tensión




Sufrir de ansiedad o tensión a lo largo del día también está asociado con el bruxismo. Así, si una persona pasa mucho estrés durante el día, es más probable que rechine los dientes por la noche.

¿Cómo prevenirlo?

Según Mayo Clinic, hay algunas medidas que puedes tomar para prevenir o aliviar el bruxismo.
Reduce el estrés

¡Haz algo que te guste! Puedes escuchar música, darte un baño caliente o hacer ejercicio. Cualquiera de estas actividades te ayudará a relajarte y, por lo tanto, a reducir el riesgo de rechinar los dientes.

Evita los estimulantes

Para prevenir el bruxismo, una buena idea es evitar el consumo de sustancias estimulantes por la noche, por lo que no deberías beber café ni té luego de la cena. También deberías evitar el consumo de alcohol por la noche, porque también puede hacer que rechines los dientes.

Cuida tus hábitos de sueño

Tener una buena noche de sueño es fundamental para reducir el bruxismo. Procura dormir una cantidad de horas suficiente y toma todas las medidas necesarias para descansar de forma apropiada.

Habla con tu pareja

Pregúntale si te escucha hacer ruido con los dientes durante la noche, de manera tal que se lo puedas informar al médico.

La mejor manera de prevenir el bruxismo, de todas formas, es ir al dentista de manera regular.





¿CONOCÍAS ESTE TRASTORNO?

Importante: debe aclararse que Bioguía no da consejos médicos ni receta el uso de técnicas como forma de tratamiento para problemas físicos o mentales sin el consejo de un médico, sea directa o indirectamente. 

En el caso de aplicar con ese fin alguna información de este sitio, Bioguía no asume la responsabilidad de esos actos. La intención del sitio es solamente ofrecer información de naturaleza general para ayudar en la búsqueda de desarrollo y crecimiento personal.

Fuentes:


«Fake news» de la Agencia de Medicamentos, sociedades médicas y sus «expertos» para salvar a una farmacéutica

Resultado de imagen de fármaco Agreal.
El Bufete Almodóvar & Jara ha puesto una queja formal ante la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) en la que denuncia la lesión de derechos fundamentales que continúan sufriendo aún hoy las mujeres afectadas por el fármaco Agreal. 

Además, alertamos de un posible delito por fraude científico de esta institución y varias sociedades médicas.

La Aemps emitió una Nota Informativa sobre el medicamento Agreal el 9 de febrero de 2007, por tanto, hace ya más de doce años. 

En ella informaba sobre el dictamen de una Comisión de expertos designados por cinco sociedades médicas y una asociación profesional (Farmacología, Neurología, Psiquiatría, Medicina familiar y comunitaria y Asociación para el estudio de la menopausia). La conclusión de esos supuestos especialistas era que el tratamiento no podía ser la causa de los daños de las afectadas.





Esa «nota informativa» se ha utilizado durante estos doce años, INDEBIDAMENTE, en todos y cada uno de los numerosos juicios de mujeres que alegan estar dañadas gravemente por ese medicamento neuroléptico (lo tomaron durante mucho más de tres meses, tiempo máximo de uso reconocido en un dossier confidencial por la casa madre de Sanofi Francia -aunque no por Sanofi España que dicen desconocer ese informe-.).

Este laboratorio ha esgrimido ese documento que tanto le favorecía, al exculparle, desde marzo de 2007 hasta junio de 2019, contra las demandantes.

Sin duda, la Aemps favoreció mediante esa estrategia coordinada con esas entidades médicas y sus «expertos» los intereses del laboratorio multinacional, que en ese momento sentía la presión de más de 2.000 mujeres reclamando por los efectos secundarios del Agreal.

Uno de los posibles delitos cometidos por la Aemps es que nunca se han podido conocer los nombres de los especialistas de cada sociedad y asociación que participó en el comité de expertos de la Aemps. La Asociación «Agreal Luchadoras de España» envió recientemente burofaxes a las mencionadas sociedades y no ha obtenido una respuesta adecuada.

Sólo han respondido la Sociedad Española de Psiquiatría y la Sociedad Española de Neurología. Sus respuestas son una auténtica tomadura de pelo a las mujeres consumidoras del fármaco y al grupo de profesionales que las acompañamos en su lucha para obtener justicia.

Y bueno, también la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (Semfyc) comunicó en su día que fue el médico Vicente Baos quien actuó como consultor en el susodicho Comité de expertos.

Resulta paradójico además, que las citadas respuestas responsabilizan a la Aemps de la ocultación de información de los miembros del Comité de expertos referido. Y claro, es ilegal mantener el anonimato de esos profesionales, según el propio reglamento de la Agencia de Medicamentos.

La valoración que hace el grupo de «expertos» en febrero de 2007, sobre la inocuidad del Agreal en las esferas psiquiátrica, neurológica y endocrina, es errónea, pues niega en cualquier mujer sus reconocidos (por la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), en julio de 2007) efectos adversos, incluidos la depresión, ansiedad y síndrome de retirada.

En febrero de 2007 esos supuestos especialistas no podían conocer el Dictamen de la EMA de julio de 2007, la simultánea Alerta mundial nº 116 de la OMS y la Decisión de la Comisión de la UE de 1 de octubre de 2007, lo que debería haber ANULADO automáticamente la Nota de la Aemps de febrero de 2007.

Pero no fue así porque era lo que convenía a Sanofi, como luego se ha demostrado al ser usado ese documento en todos los juicios. Por explicarlo aún más claro: La Aemps, esos «expertos» y las entidades a las que pertenecían, actuaron en contra del criterio de altas entidades como la EMA, la OMS y la Comisión Europea obviándolo proque desmentía sus conclusiones (¿las de Sanofi quizá?).





A nivel jurídico os cuento que nuestra queja es un acto administrativo de denuncia. Si la Administración no actúa, iremos a los juzgados, donde tenemos varios procesos abiertos por los daños del Agreal.

Los «expertos», que se supone que actúan de acuerdo a las evidencias científicas, permitieron que Sanofi usase ante la prensa y en los juzgados una información fake, falsa. Esto es un fraude científico, uno de los mayores escándalos sanitarios contemporáneos (la estrategia ha vuelto a repetirse por cierto en otros casos de graves daños por medicamentos).



Estudio dice que comes una tarjeta de plástico a la semana, pero eso no es lo peor

Imagen de la campaña de WWF que alerta de la ingesta de plástico.

Aunque cada vez es más evidente el desastroso impacto del plástico en el planeta, falta mucho por saber sobre la contaminación de este material dentro de los propios humanos. 

De forma reciente, dos estudios científicos han tratado de estimar cuánto plástico entra hoy en día en nuestro organismo.

 Uno de ellos, elaborado por la Universidad de Newcastle (Australia) para la organización ecologista WWF, llega a calcular que una persona ingiere de media aproximadamente cinco gramos de microplásticos a la semana, cantidad que compara con una tarjeta de crédito. ¿Qué supone realmente esto para la salud de las personas?

«Ojalá todo lo malo fuese comer tanto plástico como una tarjeta de crédito, pues eso se expulsa en las heces», incide Nicolás Olea, investigador y catedrático de Radiología y Medicina Física de la Universidad de Granada, que lleva más de 30 años estudiando el efecto en la salud de determinados compuestos del plástico.





 «Lo importante es el tamaño de la partícula, pues si tiene un tamaño mínimo, puede interaccionar con algún sistema orgánico».

El segundo de los trabajos, realizado por la Universidad de Victoria (Canadá) y publicado en Environmental, Science and Tecnnology, estima el consumo de plástico humano en Norteamérica en un rango que va de 39.000 a 52.000 partículas anuales, dependiendo de la edad y el sexo. 

Esta es solo una aproximación, pues se basa en estudios anteriores de algunos alimentos (como marisco, pescado, sal, azúcar, miel…) que cubren apenas el 15% de la ingesta calórica habitual. 

Lo llamativo de esta investigación es que la cantidad de plástico que se estima que llega al interior del organismo aumenta a 74.000-121.000 partículas si se consideran las que pueden ser inhaladas y se añaden 90.000 partículasadicionales si se bebe normalmente agua embotellada en plástico.

«No se sabe qué toxicidad tienen estas partículas», incide Olea, que explica que en este caso se está hablando de plásticos de unas 130 micras(0,13 milímetros), más grandes que una célula humana. «Son tres veces el tamaño de una célula y nadie sabe ni su comportamiento intestinal, ni qué pasa cuando las bebes. 

Se sabe muy poco. Hay una sospecha de que las partículas al ser plásticas e hidrofóbicas –no se disuelven en agua– están sirviendo para atrapar otros contaminantes ambientales. Y hay varios trabajos describiendo que las partículas lo mismo están acumulando PCB, hidrocarburos aromáticos policíclicos u otras moléculas de pequeño tamaño».

Si estas partículas tienen un tamaño de unas 130 micras, habría que distinguir por encima los microplásticos, en este caso pedazos milimétricos, y por debajo, menores que las partículas, los nanoplásticos.

 «Las nanopartículas son más pequeñas y probablemente sean fagocitadas por las células intestinales, pues ya son partículas más pequeñas que el tamaño de una célula”, incide el investigador de Granada, que incide de nuevo en que no se sabe qué impacto tienen en el cuerpo.

Paradójicamente, este especialista llama la atención sobre trozos de plástico todavía más pequeños de los que sí se ha demostrado que impactan negativamente en el cuerpo humano y no son partículas, ni nanoplásticos, sino monómeros. Los plásticos están formados por moléculas gigantes que se crean por reacciones en las que se unen muchas unidades de otras moléculas pequeñas, los monómeros.

«Hay muchísima atención de pronto sobre los plásticos, de los que sabemos muy poco, pero nadie habla de los monómeros del plástico, de los que sabemos mucho», incide Olea. «Se trata del bisfenol A, los ftalatos… Su toxicología es bien conocida. Muchos de esos monómeros son disruptores endocrinos, es decir, están hackeando la señal de las hormonas. 

El estradiol, una hormona femenina, tiene un peso molecular de 250, es una molécula muy pequeña que viaja en sangre unida a proteínas y que tiene un receptor nuclear y da un mensaje dentro del organismo, el de las hormonas sexuales femeninas. El bisfenol A es un monómero del plástico que tiene un peso molecular de 200 y que es casi idéntico de tamaño, por eso hackean las señales internas de los receptores nucleares».

«Sabemos que todos los niños españoles mean plástico, pero no micropartículas, ni nanopartículas, lo que mean son monómeros de plásticos», incide el investigador, que explica que las partículas de plástico no pueden llegar a la orina porque son demasiado grandes para ser filtradas por el riñón.

«Cuánto más pequeño peor. Si el plástico es del tamaño de una célula, probablemente pase por el intestino y se elimine en las heces. Pero si es subcelular entonces puede incorporarse en la absorción intestinal y entre a formar parte de nuestro metabolismo. 

Probablemente, como sustancias inertes, pero bueno, no sabemos nada de ellas. Las nanopartículas podrían tener una toxicidad debido a su pequeño tamaño y su interacción con las células intestinales o con las células epiteliales pulmonares», incide el investigador.





Como destaca Olea, sorprende en el estudio de la Universidad de Victoria que la mayor fuente de exposición al plástico considerada sea en la inhalación, respirándolo. «Al tratarse de partículas de muy pequeño peso están como contaminantes en el polvo, en el aire, formando parte de las partículas de la contaminación del aire, las PM2,5 y las PM10″, señala el investigador.


https://www.eldiario.es/ballenablanca/365_dias/Ojala-plastico-tarjeta-credito-expulsa_0_914809318.html

viernes, 28 de junio de 2019

Logran convertir Proteínas en Música y viceversa



Recreación artística de la estructura de una molécula de proteína en un pasaje musical, como hace el sistema del MIT. / Christine Daniloff, MIT

Científicos del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) han llevado a cabo una curiosa investigación que ha logrado convertir las estructuras moleculares de las proteínas, los bloques básicos de construcción de todos los seres vivos, en sonidos audibles que se asemejan a pasajes musicales. Los resultados del estudio, del que es coautor el ingeniero químico español Francisco Martín-Martínez, se han publicado esta semana en la revista ACS Nano.




Han traducido la secuencia de aminoácidos de una proteína en una secuencia musical, utilizando las propiedades físicas de las moléculas

Además, el método utilizado por los investigadores, basado en inteligencia artificial, les permite invertir el proceso e introducir algunas variaciones en la música para convertirla en nuevas proteínas que no existen en la naturaleza.

Según comenta el Martín-Martínez a Sinc, “el método proporciona una forma sistemática de traducir la secuencia de aminoácidos de una proteína en una secuencia musical, utilizando las propiedades físicas de las moléculas para determinar los sonidos”.

Aunque estos sonidos se han transpuesto para situarlos en el rango audible para los humanos, “los tonos y sus relaciones se basan en las frecuencias vibratorias reales de cada molécula de aminoácidos en sí, calculadas usando teorías de química cuántica”, explica.

El sistema ha logrado traducir los 20 tipos de aminoácidos, los bloques que se unen en cadenas para formar todas las proteínas, en una escala de 20 tonos. La larga secuencia de aminoácidos de cualquier proteína se convierte así en una secuencia de notas.

Mientras que esta escala puede resultar poco familiar para las personas acostumbradas a la música occidental, los oyentes pueden reconocer fácilmente las relaciones y diferencias después de familiarizarse con los sonidos.

MarKus Buehler, líder del trabajo en el MIT, dice que después de escuchar las melodías resultantes, ahora es capaz de distinguir ciertas secuencias de aminoácidos que corresponden a proteínas con funciones estructurales específicas. “Es una lámina beta”, podría decir, o “es una hélice alfa”.

Idioma propio

La idea, dicen los autores, es conseguir una mejor comprensión de las proteínas y su amplia gama de variaciones. 

Estas biomoléculas constituyen el material estructural de la piel, los huesos y los músculos, pero también son enzimas, sustancias químicas de señalización, interruptores moleculares y una multitud de otros materiales funcionales que conforman la maquinaria de todos los seres vivos. 




Pero sus estructuras, incluyendo la forma en que se doblan en las formas que a menudo determinan sus funciones, son extremadamente complicadas.

“Tienen su propio idioma y desconocemos cómo funciona. ¿Qué hace que una proteína de la seda sea una proteína de la seda o qué patrones reflejan las funciones que se encuentran en una enzima? No sabemos el código”, resalta el investigador.

La idea es conseguir una mejor comprensión de las proteínas y su amplia gama de variaciones

Los autores indican que al traducir ese lenguaje esperan obtener nuevos conocimientos sobre las relaciones y diferencias entre las distintas familias de proteínas y sus variaciones, y usar esto como una forma de explorar los posibles ajustes y modificaciones de su estructura y función”.

Al igual que con la música, la estructura de las proteínas es jerárquica, con diferentes niveles de estructura a diferentes escalas de tiempo o duración.

El equipo ha utilizado un sistema de inteligencia artificial para estudiar el catálogo de melodías producidas por una amplia variedad de proteínas diferentes. Los científicos hicieron que el sistema de IA introdujera ligeros cambios en la secuencia musical o creara secuencias completamente nuevas, y luego tradujeron los sonidos de nuevo a proteínas que corresponden a las versiones modificadas o de nuevo diseño.

Con este proceso, fueron capaces de crear variaciones de las proteínas existentes, por ejemplo de una que se encuentra en la seda de araña, uno de los materiales más fuertes de la naturaleza, haciendo así nuevas proteínas que no se parecen a ninguna producida por la evolución.

“La inteligencia artificial ha aprendido el lenguaje de cómo se diseñan las proteínas», y puede codificarlo para crear variaciones de las versiones existentes, o diseños de proteínas completamente nuevos, dice Buehler. Dado que hay billones de combinaciones potenciales, cuando se trata de crear nuevas proteínas no se podría hacer desde cero, por eso hemos recurrido a estas tecnologías», agrega.

‘Componer’ nuevas proteínas

El método empleado para convertir proteínas en música y al revés todavía no permite ningún tipo de modificaciones dirigidas. Cualquier cambio en las propiedades como la resistencia mecánica, la elasticidad o la reactividad química será esencialmente aleatorio. “Todavía hay que hacer el experimento”, dice el director del estudio. Cuando se produce una nueva variante de la proteína, “no hay forma de predecir lo que hará”.

El equipo también creó composiciones musicales desarrolladas a partir de los sonidos de los aminoácidos, que definen esta nueva escala musical de 20 tonos. Las piezas de arte que construyeron consisten enteramente en los sonidos generados por los aminoácidos.

Las piezas musicales construidas consisten en los sonidos generados por los aminoácidos

“No hemos utilizado instrumentos sintéticos o naturales, lo que demuestra que esta nueva fuente de sonidos puede ser usada como una plataforma creativa”, dice Buehler.

En todos los ejemplos, se han empleado motivos musicales derivados tanto de proteínas existentes de forma natural como de proteínas generadas por la IA, y todos los sonidos, incluidos algunos que se asemejan a un bajo o a una caja de resonancia, también se generan a partir de los sonidos de los aminoácidos.




Los investigadores han creado una app gratuita para Android, llamada Amino Acid Synthesizer, para reproducir los sonidos de los aminoácidos y grabar secuencias de proteínas como composiciones musicales.

Referencia bibliográfica:

Chi-Hua Yu, Zhao Qin, Francisco J. Martin-Martinez, Markus J. Buehler. “A Self-Consistent Sonification Method to Translate Amino Acid Sequences into Musical Compositions and Application in Protein Design Using Artificial Intelligence”. ACS Nano (julio, 2019)

https://www.agenciasinc.es/Noticias/Logran-convertir-proteinas-en-musica-y-viceversa

junio 28, 2019

Un camino hacia el conocimiento de la enfermedad y de los síntomas

La salud es nuestro bien más preciado.

 Sin embargo, hoy en día parecería erróneo confiar sólo en la gran mayoría de los llamados profesionales de la medicina alopática que han sido parcialmente financiados desde sus mismos estudios por las grandes farmacéuticas con el fin de vendernos las respuestas/soluciones químicas dignas de enfermarnos si tuviéramos buena salud. 

© Organic Health Alliance

Entre estos profesionales de la salud, los que dicen no a esta enorme ganancia -inherente a la corrupción que reina en nuestras sociedades- representan sólo una pequeña fracción de todos los actores de este sector económico. 

Porque de eso se trata, de una medicina dogmática y todopoderosa hecha de economía, finanzas, eficiencia y control. Sin embargo, el enfoque alopático de la medicina tiene la ventaja de medir una "reacción física" -ya sea en un análisis de sangre, un ultrasonido o una resonancia magnética-, pero debido a que este enfoque sigue siendo muy incompleto en las explicaciones y soluciones que nos ofrece, además de encerrarnos en un único segmento de posibles respuestas -química y/o cirugía-, un número cada vez mayor de individuos recurre a otros tipos de terapia; a veces de forma complementaria, a veces de forma exclusiva. 




La medicina alopática se aplica a expensas de la comprensión del paciente, de la enfermedad y de sus síntomas y, por lo tanto, a expensas de una comprensión holística que tenga en cuenta la "integridad del ser humano", sus pensamientos, sus emociones, incluso su mente y su espiritualidad, o incluso sus historias transgeneracionales. 

La medicina holística (es decir, todas las medicinas conocidas como "alternativas", "tradicionales" o "no convencionales" como la acupuntura, la osteopatía, la fitoterapia, la naturopatía, la fagoterapia, la homeopatía, la quiropráctica, la psicoterapia, la ortoterapia, etc.) permite englobar al paciente, su enfermedad y sus dolores bajo un enfoque metafísico con el fin de re-conocer lo que la anima consciente e inconscientemente. 

Esta apertura a otros tipos de terapia abre la vía a la reapropiación del yo a través de la búsqueda y comprensión del "simbolismo" de los síntomas de la enfermedad. ¿Qué dice el mal? ¿Cuál es el significado de este síntoma? 

El simbolismo es la clave para la lectura de este significado oculto, ya que nos acerca a la decodificación de los síntomas de la enfermedad y del malestar. Es todo un campo de comprensión entre el hombre encarnado y el desencarnado lo que se abre ante nosotros, y el camino hacia la salud se ejerce a menudo a través de la implementación simultánea de varios "tipos de medicina". 

La medicina alopática, conocida como medicina "oficial", es altamente tecnológica y ha sido objeto de muchas críticas; "se la acusa, entre otras cosas, de falta de humanidad, de costes desorbitados, pero sobre todo de producir efectos secundarios y de sustituir un síntoma por otro...[1]". 

Dado el fracaso de la medicina en ofrecernos una sanación verdadera, debemos adquirir por nosotros mismos (con la ayuda de profesionales de la salud que practican la medicina "alternativa") el conocimiento de los diferentes aspectos, significados y claves de lectura que nos faciliten la comprensión de los síntomas que nos afectan a través de la enfermedad. Compartimos con ustedes algunas de estas claves a través de la lectura de una breve inmersión en la introducción del libro de Thorwald Dethlefsen y el Dr. Rüdiger Dahlke: La enfermedad como camino: Un método para el descubrimiento profundo de las enfermedades. 

¡Que disfrute de su lectura! 

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"Este libro llega a ser perturbador porque demuestra que la enfermedad es una coartada para que los seres humanos escapen de problemas que no consiguen resolver."* 

"Vivimos en una época en la que la medicina, ante el asombro de los laicos, presenta constantes medios y técnicas nuevos que descartan los límites de lo posible. Al mismo tiempo, cada vez se alzan más voces expresando desconfianza hacia esta medicina contemporánea prácticamente todopoderosa. [...] 

Es cierto que la medicina se ocupa principalmente de áreas concretas y prácticas, sin embargo, nos guste o no, seamos conscientes de ello o no, detrás de toda forma concreta yace un sustrato filosófico. No es en sus logros materiales que la medicina moderna fracasa, sino en la visión del mundo que la caracteriza y sobre la que ha establecido su plataforma irreflexivamente. Es su filosofía la culpable de su fracaso, o mejor dicho, su ausencia de filosofía. [...] 

© Ambre EditionsEl funcionamiento orgánico en sí no encierra significado oculto alguno. El significado, hay que descifrarlo. Por ejemplo, el que constatemos la subido del mercurio en un termómetro no significa nada, únicamente un cambio de temperatura visible nos permite sacar una conclusión.

 Del mismo modo, cuando la gente no establece una conexión entre su destino personal y lo que está sucediendo en el mundo, su existencia deja de tener sentido. Hay que sostener un punto de comparación para entender lo que está pasando. 

De ello deducimos que para descifrar lo que está sucediendo en el mundo material, una referencia metafísica se hace indispensable. ...] De la misma manera que los números y las letras representan los soportes de una idea, lo visible es el medio de lo invisible. En otras palabras, se podría afirmar que si en la forma se manifiesta el contenido, las formas son las que van adquiriendo sentido. [...] 

El análisis de un signo no provocará ningún cambio. Si tomamos un ejemplo del arte, es obvio que el valor de una obra no reside en la calidad de los materiales utilizados, los colores, las telas de una pintura por ejemplo, sino en la idea, la visión que el artista transmite.

La materia es el medio, la expresión física que hace visible un contenido metafísico que habría permanecido invisible en su ausencia. Por lo tanto, se trata de buscar el significado de la enfermedad y de la curación. [...] 

En medicina, y en el lenguaje cotidiano, hablamos de "enfermedades" en plural, lo que lleva a una interpretación errónea, la palabra enfermedad es un concepto y sólo debe utilizarse en singular. Lo mismo ocurre con la palabra "salud", es una palabra singular, no hablamos de la "salud" en plural. Enfermedad-Salud son dos estados del ser que no definen ni los órganos ni las diferentes partes del cuerpo humano. Un cuerpo nunca está enfermo, sólo es la expresión de la conciencia, transmite sus mensajes. 

El cuerpo no puede hacer nada por sí mismo, es fácil convencerse observando un cadáver. El cuerpo cobra vida gracias a sus instancias inmateriales, el alma y la "vida" (espíritu). La conciencia transmite una información que se manifiesta, haciéndose así visible.

La conciencia tiene el mismo efecto en el cuerpo que un programa de radio en un receptor. La conciencia no tiene materialidad, no es producida ni depende de la existencia del cuerpo. 

Lo que sucede en un cuerpo siempre refleja la expresión de un mensaje, de una información, la densificación de una imagen (en griego, la imagen se llama eidolón, lo que nos remite al concepto de la "idea"). 

La frecuencia cardíaca, las pulsaciones, la temperatura corporal que mantiene una temperatura constante, la producción de anticuerpos son funciones que no pueden explicarse únicamente basándonos en la materia, todas dependen de la información enviada por la conciencia.

Cuando todas las funciones corporales se desarrollan de cierta manera y armoniosamente, llamamos a este estado "salud". Si alguna función resulta dañada, hablamos de "enfermedad". 




La enfermedad se instala cuando la armonía se ve comprometida, cuando se cuestiona el orden preestablecido (veremos más adelante que la enfermedad, vista desde otro ángulo, es un reequilibrio). Lo que ha interrumpido la armonía se sitúa en la conciencia, en la información, y se manifiesta en el cuerpo. Por eso mismo, el cuerpo es el lugar de la realización, la escena donde la conciencia se expresa con todas sus variantes y fluctuaciones. 

El mundo de la materia en su conjunto es una escena en la que la FORMA ORIGINAL cobra vida y es representada. Asimismo, el cuerpo físico hace la función de revelador de las imágenes de la conciencia. 

Cuando un ser está perturbado, su conciencia se desequilibra y esto se reflejará en el cuerpo en forma de síntomas reconocibles. Por eso es un error decir que el cuerpo está enfermo, sólo puede significar que el ser está enfermo y que lo está demostrando mediante un estado de enfermedad en forma de síntomas. En una tragedia, lo trágico no es la escena, es la obra. [...] 

Existen muchos síntomas pero todos son sólo la expresión del mismo evento que llamamos "enfermedad" y que ocurrió en la conciencia de un ser dado. 

Una vez explicado esto, deberíamos ser capaces de comprender que lo que se ha subdividido en categorías como: "enfermedad" somática, psicosomática, psíquica o mental es un lenguaje inaceptable para nosotros. Esta forma de concebir y catalogar la enfermedad impide su comprensión, no facilita su identificación. [...] 

En el plano donde aparece un símbolo, se puede distinguir entre lo "somático" y lo "psíquico", pero esto no permite localizar "la enfermedad". El viejo concepto de enfermedad de la mente (enfermedad mental) induce al error dado que la mente nunca está enferma; en este caso se trata de la aparición de síntomas que se manifiestan a nivel físico, es decir, en la conciencia del ser. 

Intentemos desarrollar aquí una representación de la enfermedad como un todo. Al establecer una distinción entre los términos "soma" y "psíquico", entenderemos mejor el plano sobre el que se manifiestan los síntomas. 

Al separar los dos planos, enfermedad por un lado (plano de la conciencia) y síntomas por otro (plano del cuerpo físico), ampliamos nuestra forma de concebir la enfermedad, ya no nos limitamos a analizar lo que está sucediendo sólo en el plano físico, sino que también nos ocuparemos del plano psicológico, lo que hasta la fecha no ha sido habitual. 

Cuando un síntoma aparece, interrumpe el curso normal de la vida y casi siempre atrae toda la atención. Un síntoma es una señal, captará el interés, la energía y la preocupación de quien lo resiente. Nos obliga a interesarnos por él, nos guste o no. 

Como un impedimento desde el exterior, el síntoma se percibe como un obstáculo, debe ser eliminado, lo que perturba debe dejar de perturbar. El síntoma ocupa toda nuestra atención, así que debemos combatirlo, deshacernos de él a toda costa. 

Desde Hipócrates, la medicina ha estado esforzándose en persuadir al paciente de que los síntomas son manifestaciones aleatorias y que las causas han de hallarse en el funcionamiento orgánico, y que deben ser descubiertas.

 Para esta escuela de medicina, el síntoma no tiene sentido en sí, uno confunde el síntoma con la enfermedad, además estos no tienen importancia, no tienen sentido. Por ende no prestamos atención a la "señal", no la desciframos y el síntoma no tiene nada útil que aportar. 

Tomemos el ejemplo de un conductor: varias señales se encienden en el salpicadero de su coche en cuanto algo deja de funcionar normalmente. Cuando se enciende una bombilla, el conductor se preocupa, eventualmente se detiene, está contrariado. 

Sin embargo, no se le ocurriría enfadarse con la bombilla, más bien al contrario, ya que le asegura estar informado de una posible avería. La disfunción que constata está localizado en algún lugar dentro del coche, un lugar que no está a la vista.

Esta luz intermitente es una "señal" que anima al conductor a ponerse en contacto con un mecánico para llevar a cabo la inspección o reparación necesaria que hará que se apague la luz indicadora. [...] 

¿Qué pensaríamos de un mecánico que simplemente retirara la bombilla de la lámpara? Ciertamente estaríamos furiosos, sin embargo, la lámpara ya no se enciende y eso fue lo que nos alertó, pero sabemos que esta lámpara señalaba algo concreto, tuvimos que averiguarlo en lugar de apagarla. 

Lo que disparó esta luz no está en el salpicadero, hubo que mirar en otro lado y dejar de preocuparse por la bombilla para descubrir la avería. El indicador luminoso sólo sirvió para atraer nuestra atención, nos obliga a indagar. 

El síntoma en nuestro cuerpo es la expresión visible de los procesos invisibles, es una "señal" relacionada con una función que nos obliga a interrumpir el curso habitual de nuestra vida, a detenernos para observar que algo no está bien, que no está en "orden" y a buscar las razones. 

En este caso, como en el ejemplo del automovilista, sería estúpido atacar el síntoma y absurdo tratar de hacerlo desaparecer, pues sólo conseguiremos que nos sea imposible entender su significado. Un síntoma no debe ser eliminado, sino volverlo superfluo. Para lograrlo debemos mirar más allá, más profundamente, traducir lo que el síntoma quiere enseñarnos. 

© inconnu

Debido a la imposibilidad de franquear este paso, la medicina se encuentra en un atolladero debido a su fascinación por los síntomas. Por eso confunde lo uno con lo otro, el síntoma con la enfermedad, es decir, confunde la forma y el contenido. 

Así es como tratamos con un gran arsenal de medios técnicos a los órganos y partes del cuerpo pero nunca al ser que está enfermo. Todos los empeños tienen por objetivo evitar que tarde o temprano aparezcan los síntomas sin preguntarse cuáles son los significados y las razones de su aparición. Es extraño que la razón no haya logrado detener esta lucha utópica. 

Sin embargo, debemos tener en cuenta que el número de pacientes no ha disminuido desde el surgimiento de las técnicas médicas modernas. Siguen siendo igual de numeroso los pacientes, sólo los síntomas han cambiado. Nos mostramos orgullosos por los resultados obtenidos en las enfermedades infecciosas, pero no tenemos en cuenta lo que ocultan, es decir, cuáles de los síntomas han aumentado y su significado. [...] 

La enfermedad, al igual que la muerte, está profundamente arraigada en el ser humano, unos "trucos" superficiales y mecánicos no lograrán librar al mundo de ella. Si pudiéramos considerar la enfermedad y la muerte en su esencia y dimensiones, veríamos lo ridículo de nuestros esfuerzos, entenderíamos que nuestros esfuerzos no son suficientes. 

Uno puede protegerse de tal desilusión reduciendo la enfermedad y la muerte a un problema funcional, esto le permite a uno continuar creyendo en sus propios poderes y en su propia importancia. 

Repitamos: la enfermedad es un estado que denuncia, en el ser humano, un trastorno de conciencia, una discordancia, un "desorden". Esta pérdida de equilibrio se manifiesta en el cuerpo como síntoma. 

Un síntoma nos dice que como seres con alma estamos enfermos, que nos hemos resbalado, que hemos perdido el equilibrio, que nuestras fuerzas interiores, nuestras fuerzas del alma, ya no están intactas. [...] En el pasado, cuando a un paciente se le preguntaba: "¿Qué es lo que no anda bien?" "Tengo dolor, tengo dolor" era la respuesta infalible. Ahora lo que le preguntamos es: "¿Qué tienes?" 

Estas dos preguntas son polaridades, si nos detenemos a reflexionar un poquito son muy interesantes. Ambas se dirigen a un paciente, y siempre hay una "carencia" en un paciente (algo que no anda bien es una carencia) en realidad, esta carencia está localizada en la conciencia, porque si no le faltara de nada estaría "saint" (NdT: santo y sano se pronuncian igual en francés), es decir, íntegro y armonioso. Cuando le falta algo a su salud, está "malsano", es decir, enfermo. 

Esta carencia, esta enfermedad, se manifiesta en el cuerpo a través de algo que "tenemos", un síntoma. Por lo tanto, podemos deducir que padecer, tener algo, es la compensación de una falta. Nos falta conciencia, resultado: un síntoma. 

Una vez que se entiende la diferencia entre enfermedad y síntoma, el comportamiento cambia. Ahora tenemos una perspectiva diferente sobre la enfermedad. El síntoma ya no es un enemigo a negar o combatir a toda costa, descubrimos que puede ser un colaborador que nos ayuda a encontrar lo que falta y, en el proceso, a superar la enfermedad. 

El síntoma se ha convertido en una especie de guía, en un maestro que nos ayuda en nuestra conciencia, en nuestra evolución. Puede ser feroz e incrustarse si no tenemos cuidado, porque es él quien impone la ley. La enfermedad tiene un sólo propósito: devolvernos la salud. Si entendemos el lenguaje de un síntoma, nos indicará lo que tenemos que hacer. 

Este libro está dedicado a la decodificación de los síntomas. Se trata de un lenguaje olvidado que hay que volver a encontrar. Conocido desde hace mucho tiempo, en realidad es el lenguaje psicosomático, conoce las relaciones entre el cuerpo y la psique. 

Por lo tanto, el lenguaje muestra dos facetas, si podemos escucharlo, también podremos entenderlo. Nuestros síntomas tienen más que enseñarnos que nuestros parientes o amigos más cercanos porque ellos son nuestros compañeros más íntimos, aquellos que realmente nos conocen. 




La verdad que pueden revelarnos suele ser difícil de encajar. Ninguno de nuestros seres queridos se atrevería a decírnoslo de manera tan brutal. En cuanto al síntoma, no teme restregárnoslo en plena cara. Esta es probablemente la razón por la que preferimos olvidar el lenguaje de los síntomas. 

Creemos que vivimos mejor en la ignorancia, sin embargo el que nos tapemos los ojos y los oídos resulta inútil, no favorece la desaparición del síntoma. [...] 

La enfermedad y la curación son conceptos que van de la mano, se relacionan con la conciencia y no con el cuerpo. Un cuerpo no puede estar sano o enfermo, sólo refleja los estados de conciencia a los que está conectado. 

© Hervé Leblan

Todavía tenemos una crítica más respecto a la medicina oficial. Ella habla de la sanación sin tener en cuenta en lo más mínimo el único plano en el que la sanación se realiza. [...] las prácticas habituales de la medicina se limitan a las intervenciones sobre fenómenos funcionales que, en sí mismos, no son ni buenos ni malos, sino únicamente materiales. En este sentido, la medicina convencional logra a veces resultados sorprendentes. 

Estos son métodos a los cuales podemos renunciar nosotros mismos, pero no nos da el derecho de imponérselo a los demás. Debemos ser honestos con nosotros mismos y preguntarnos hasta qué punto estamos dispuestos a creer que el mundo se salvará mediante la invasión de sus propias funciones, o si estamos decididos a erradicar esta ilusión de nuestros pensamientos. 

Una vez que los trucos del juego se desplegan ante nosotros, podemos abandonar el juego (siempre y cuando no disgustemos a los demás) y dejar que aquellos que aún lo necesiten sigan viviendo en la ilusión. ¡Quitar el velo de los ojos ajenos atrae sus propias consecuencias! [...] 

La enfermedad no es un inconveniente detestable que ocurre por casualidad. En el camino de la vida, el ser humano camina hacia la salud. Cuanto mayor sea la atención prestada a este camino, mayores probabilidades tiene de alcanzar la meta." [1] 

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Este libro y los que se presentan en una breve lista al final del artículo son herramientas para comprender lo que se nos oculta como individuos por derecho propio, y no pretenden sustituir ningún enfoque alopático que "explica a las mil maravillas todos sus 'comos' en sus descipciones de los mecanismos e interacciones sutiles e increíblemente complejos** -y simbólicos- "necesarios para comprender el cuerpo humano con sus "por qués" ** 

Confiar en uno solo de ellos sin tener en cuenta al otro o a los demás sólo impide que la persona en busca de la salud logre este objetivo. El trabajo realizado quedaría ciertamente incompleto y es probable que el problema volvería con mayor tenacidad más adelante. 

Como bien dice Luc Bigé, parece que los diferentes enfoques, en lugar de oponerse entre sí, deberían utilizarse en sinergia, aunque como podrán constatarlo en este extracto, el camino para lograrlo se parece a una auténtica búsqueda:

Sabemos por experiencia que la salud del cuerpo depende de su estado fisiológico, del equilibrio psicológico de la persona y del sentimiento de ser útil para vivir una existencia significativa. Comer bien, amar y ser amado, conectar con los valores: estos son tres elementos fundamentales para una existencia humana floreciente. 

La nutrición explora lo que significa comer bien para el cuerpo, la psicología describe las actitudes del cuerpo y los síntomas que indican nuestra necesidad de amor. ¿Existe una disciplina que cuestione al cuerpo acerca de nuestra necesidad de comprender? 

De hecho, sí. La decodificación biológica cuestiona los síntomas del cuerpo enfermo aplicando, en situaciones de la vida cotidiana, los principios de lo que los psiquiatras han llamado histeria de conversión. Los pensamientos no sólo ocurren en la cabeza. 

También viajan a cualquier lugar: brazos, piernas, ojos, piel... Los pensamientos se mueven, van y vienen, produciendo a veces síntomas físicos enigmáticos. Se manifiestan en forma de patologías porque el cuerpo sólo puede expresarse de manera no verbal, mediante el lenguaje de los símbolos. [...] 

El lugar del síntoma se convierte en el asiento del pensamiento. Si supiera hablar, es él quien nos diría "yo pienso". Por eso, descifrar el significado del síntoma considerándolo como un símbolo equivale a darle voz y a rehacer el camino inverso: el pensamiento que construyó la enfermedad, una vez plenamente formulado en la relación paciente-terapeuta, abandona el cuerpo y lo libera de su sufrimiento. 

Escribimos en otro lugar, en una obra más general sobre la función del simbolismo en la vida ordinaria, que una patología debe ser analizada según cuatro enfoques complementarios, sujetos a escándalos entre sí porque no funcionan con la misma lógica:

"De manera más general, este ejemplo lleva a una reflexión sobre el papel de la medicina analizado según esta cuadripartición del conocimiento: 

En el primer cuadrante, la enfermedad es un problema objetivo que se reduce a un síntoma. 

En el segundo cuadrante, la enfermedad es la solución a un problema. El verdadero problema es el contexto: la alimentación, el ambiente familiar, la ausencia de proyectos vitales, la contaminación, etc. 

En el tercer cuadrante, la enfermedad es una señal, el "mal que hay que decir" (NdT: juego de palabras en francés con "maladie" que significa enfermedad") entonces, ¿qué significa entonces el mal? 

En el cuarto cuadrante la enfermedad es el proceso de curación, un proceso que tiene por objetivo transformar al paciente reajustando lo que él o ella cree que es en lo que es en realidad. 

Estos cuatro supuestos filosóficos implican naturalmente una respuesta diferente por parte del cuidador. En caso de fatiga, por ejemplo, cada una de las cuatro formas de pensamiento querrá imponer su verdad, es decir, su técnica terapéutica: 

Q1: Absorber vitaminas y oligoelementos. El médico tratará un síntoma, 
Q2: ir a las montañas, cambiar de aire, alejarse del ambiente familiar. El médico curará a un ciudadano, 
P3: observará lo que anda mal en su vida y, al hacerlo, ocurrirá un cambio con la participación del mismo enfermo. El médico ayudará a la persona a convertirse en ella misma, 
P4: Realizar un acto simbólico, es decir, realizar un ritual que promueva la expulsión de la enfermedad. El médico ayudará a la persona a metamorfosearse. 

El que sana debe, idealmente, ser tanto Médico (Q1), Terapeuta (Q2), Sabio (Q3) y Mago (Q4). O sea que aún queda trabajo por delante... y muchos caminos por explorar para las generaciones futuras. »

Estos "cuatro cuadrantes" aplicados al cuerpo humano nos hablan de la máquina-cuerpo (primer cuadrante, Q1) tan explorado por la medicina actual, el cuerpo psíquico tratado de mil maneras por los defensores del desarrollo personal (segundo cuadrante, Q2), el cuerpo-símbolo que revela el sentido, también explorado por el desarrollo personal (tercer cuadrante, Q3) y, finalmente, el cuerpo-templo entendido como una involución del Ser en una forma específica (cuarto cuadrante, Q4). 

Cada uno de estos enfoques tiene su legitimidad, sus especialistas y sus curaciones. El problema comienza cuando los partidarios de uno u otro de estos "cuadrantes" dejan de dialogar entre sí en un intento de imponer la verdad de su modelo a todo el mundo.

 Esto es bastante comprensible porque estas cuatro lógicas y sus leyes de desencriptación se sitúan cada una en los antípodos. Pude observar, por ejemplo, hasta qué punto los investigadores del Instituto Pasteur eran totalmente impermeables al pensamiento simbólico aplicado a las patologías.




 Este pasó por encima de ellos como un aguacero pasajero que fue rápidamente borrado por el brillante sol de la objetividad racional. Por el contrario, vi a un chamán de la tribu Huna Quin en Brasil que era totalmente incapaz de entender las teclas que había que pulsar para que las diferentes funciones de una linterna le obedeciera. 

¿Nos damos cuenta hasta qué punto el condicionamiento de nuestro pensamiento es tanto una ventaja como un obstáculo para el conocimiento y la libertad de ser? 

Le Parchemin Magnifique - Opuscule 1 : La Méthode, Luc Bigé - Éditions Réenchanter le Monde. Edición Kindle 
[El Pérgamino Magnífico - Opúsculo 1 : El Método, Luc Bigé - Edicones Réenchanter le Monde. Edición Kindle, no traducido al español.]


Los jóvenes que consumen Comida Basura pueden sufrir Daños Irreversibles en su Fertilidad

Según un estudio, la dieta basada en alimentos procesados mata las células productoras de esperma.

Imagen ilustrativa.
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Una investigación de la Universidad de Harvard sugiere que los jóvenes que prefieren alimentos procesados y altos en grasa, como pizzas, papas fritas y hamburguesas, tienen un conteo de espermatozoides mucho más bajo que aquellos que llevan una dieta saludable.

 El estudio ha sido presentado en la conferencia anual de la Sociedad Europea para la Reproducción y Embriología Humana que se desarrolla esta semana en Viena, informa The Telegraph.

La investigación analizó muestras de esperma de, aproximadamente, 3.000 hombres, con una edad promedio de 19 años, identificados con diferentes tipos de dieta. El análisis reveló que quienes consumían frecuentemente comida basura presentaban 25 millones menos de espermatozoides por eyaculación que aquellos que preferían el consumo de pescado, pollo, verduras y frutas.




En el segundo caso, la salud de los espermatozoides, medida por su concentración, volumen y motilidad, fue mejor. "Es casi seguro que este efecto se deba a que las personas con las mejores dietas están tomando más antioxidantes", señaló Allan Pacey, experto en fertilidad de la Universidad de Sheffield a Independent.

Además, este tipo de alimentos contribuyen a la protección de las células de Sertoli, encargadas de la producción de esperma, a diferencia de la comida procesada, bebidas azucaradas y carbohidratos con almidón, que carecen de antioxidantes y matan estas células que nunca pueden ser reemplazadas. 


Aunque los jóvenes involucrados en el estudio estaban en su punto máximo de reproducción, algunos de ellos presentaban recuentos de espermatozoides clínicamente bajos de menos de 39 millones, lo que incrementa las dificultades para concebir hijos de forma natural.

Si bien estudios anteriores ya han vinculado la mala alimentación con la disminución de la producción de espermatozoides, solo se habían enfocado en hombres adultos. 

Sin embargo, este nuevo análisis, liderado por el doctor Jorge Chavarro, es el primero que asocia la mala alimentación durante el crecimiento de los jóvenes con la reducción de fertilidad para el resto de su vida.

Publicado: 27 jun 2019 13:17 GMT

jueves, 27 de junio de 2019

6 claves para Autocurarse y recuperar energía





EQUILIBRIO

La energía va de unos sistemas a otros, llevada por la inteligencia instintiva del cuerpo. Te enseñamos cómo respetarla.

Karmelo Bizkarra

Nutrirse, relacionarse y eliminar los tóxicos son procesos esenciales para mantener la salud física y emocional. Y cada uno de ellos necesita energía para mantenerse en equilibrio y sostener la salud.




Esto es lo que puedes hacer para potenciar un flujo saludable de energía.

1. Duerme bien para depurarte

El sistema de eliminación funciona especialmente durante la noche, mientras descansamos, y sigue haciéndolo cuando nos levantamos. 

Por eso, es normal que nos despertemos con la boca seca y pastosa, la lengua blanca, y la orina más oscura y olorosa que la que expulsaremos a lo largo del día.

CALIDAD DE VIDA

2. Descansa para curarte

La persona enferma es una persona agotada y necesita descansar y dormir mucho. No olvidemos que el cansancio es uno de los principales síntomas de enfermedad. 

Junto a la eliminación, el cuerpo regenera al dormir lo que ha gastado durante el día en su actividad.

3. Escucha tus "crisis de desintoxicación"

El catarro y la gripe son ejemplos de crisis de desintoxicación. La mucosidad, sudoración, fiebre y orina oscura indican el esfuerzo que hace el cuerpo por "limpiarse". 

Y el escaso apetito de la persona, el malestar y el cansancio, especialmente cuando hay fiebre, indican la falta de energía en los sistemas de nutrición y de relación.

EMOCIONES

4. No derroches energía con la alimentación

Come poco y cena menos. Tras una comilona, no tenemos ganas de trabajar, movernos o pensar, y nos invade una somnolencia o letargo que nos indica que la sangre se ha retirado de los músculos y del cerebro; es decir, del sistema de relación.

Con fiebre o dolor, no comas. Con frecuencia, los síntomas de muchas enfermedades agudas no son más que un proceso de eliminación o limpieza. Suelen desaparecer durante la comida, para volver con más fuerza una vez realizada la digestión.

Ten hábitos saludables para mantener el entusiasmo.

 Cuando consumes alcohol y alimentos refinados o de origen animal, si respiras malos humos… derrochas energía en el sistema de nutrición y en el de eliminación, y no tienes ganas de nada. Tus sentidos no perciben el mundo con el "entusiasmo" que proporciona la energía vital y te sientes cansado y con ganas de dormir.

5. Combate el frío con una bolsa de agua caliente

Al enfermar, el cuerpo aumenta la desintoxicación y la curación a costa de reducir las demás actividades. La sangre y la energía se concentran en los órganos de eliminación y en las zonas dañadas, y producen un desvío de las zonas periféricas hacia los órganos centrales y más vitales.

Esta interiorización de la energía y de la sangre causa el frío que suele acompañar a toda enfermedad.

Consejo: para combatir el frío, puedes colocar una bolsa de agua caliente en tus pies, cuando te vayas a la cama.​

AYUDA A TUS DEFENSAS

6. Baja la fiebre de los niños de forma natural




Durante las crisis de limpieza, a los niños se les quita el hambre y las ganas de jugar.

Consejos: si hay fiebre, puedes aplicarle envolturas de agua fría en las pantorrillas o de agua con limón. También puedes ponerle un enema tibio de infusión de manzanilla (2 cucharadas de manzanilla en ½ litro de agua).


Escapadas y Rutas