La incidencia de este trastorno de las defensas aumenta cada año un dos por ciento en España y se estima que hay ya más de diez millones de afectados. Estudios actuales prueban que determinados alérgenos pueden provocar varios clases de alteraciones inmunológicas al mismo tiempo.
Como por ejemplo, ser alérgico a las gramíneas y al melocotón o a los ácaros y al marisco.
Fuente: La razon
Dejaron de ser exclusivamente protagonistas de la primavera y se pueden encontrar casos a lo largo de todo el año. Su incidencia aumenta cada año un dos por ciento en España, donde se estima que hay actualmente más de diez millones de afectados, lo que significa que una de cada cuatro personas sufre algún tipo de proceso alérgico. Estas enfermedades ya son un problema de salud pública importante, ya que desde la OMS se alerta de que en unos años, a mediados del siglo XXI, entre el 40 y el 50 por ciento de la población sufrirá este trastorno del sistema inmunológico.
Los expertos muestran su preocupación por el significativo aumento de las alergias a los alimentos, cuyas consultas se han duplicado en los últimos diez años, y que afectan a entre el cinco y ocho por ciento de los niños y al tres por ciento de la población adulta. Las alergias nutricionales y la rinitis son el origen de seis de cada diez consultas al alergólogo, como apunta el jefe clínico de Alergología del Hospital Gómez Ulla de Madrid, Tomás Chivato, y además subraya que se trata de un importante número, con un fuerte impacto sobre el sistema sanitario y sobre la calidad de vida de los pacientes.
¿Por qué?
Recientes estudios, publicados en la revista «Enviromenatal Health Perspectives», apuntan a algunos de los culpables del incremento de los casos. Derivada de la teoría de la higiene, el trabajo expone que los jabones antibacterianos que contienen triclosán junto a una mayor exposición a elevados niveles de bisphenol A podrían influir de forma negativa en el sistema inmunológico. El grupo de investigadores de la Universidad de Michigan en Ann Arbor (EE UU) descubrió que las personas con mayores niveles de triclosán eran más propensas al diagnóstico de alergias y fiebre del heno.
Además, los médicos acusan al uso extendido de alimentos modificados genéticamente, productos químicos y el empleo generalizado de antibióticos en animales, además de a la contaminación ambiental de las grandes urbes. Antonio Valero, alergólogo del Hospital Clínic de Barcelona, explica que «en estos momentos desconocemos cómo se podría disminuir este aumento de prevalencia. Se están iniciando estudios epidemiológicos a nivel europeo para poder identificar los factores más relevantes y poder actuar ante ellos. Lo único que podemos hacer es un diagnostico etiológico precoz para identificar la causa, prevenir la exposición, tratar los síntomas y, en el caso de las enfermedades respiratorias, vacunar con alérgenos para tratar la etiología».
Todo ello es imprescindible ya que «el porcentaje de pacientes con asma de causa alérgica, varía mucho según la edad y de la zona que se analice. En los niños y adolescentes oscila entre el 40 y el 60 por ciento, y en los adultos entre el 10 y el 30 por ciento», apunta Joan Serra Batlles, miembro de Separ y jefe del Servicio de Neumología Hospital General de Vic en Barcelona.
Nuevas batallas
Quizás algo que muchos alérgicos no sospechan es que su enfermedad «primaveral» también puede venir acompañada de otras alteraciones inmunológicas. María Magdalena Lluch, alergóloga del Hospital Universitario Carlos III de Madrid, explica que «esto se debe a que las alergias comparten una serie de proteínas comunes, es lo que se conoce como alergias cruzadas». En la actualidad, numerosas investigaciones han demostrado que las personas alérgicas al polen y al látex pueden sufrir estos procesos además ante ciertos alimentos, al experimentar reacciones cruzadas.
«Hay fuentes de alergenos (como el polen, los ácaros o el huevo) que comparten las moléculas que producen alergia de forma que una persona que esté sensibilizada a uno de estos alérgenos responderá a todas las fuentes que los contengan», explica José María Olaguibel, presidente de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (Seaic). En este sentido, Lluch advierte de que no todos los alérgicos al polen experimentan este tipo de reacciones cruzadas y resume algunos de los casos más frecuentes como a los ácaros y al marisco; látex y frutas y hortalizas como la patata; pólenes y frutas rosáceas como el melocotón.
«Uno de los más conocidos panalergenos son las profilinas, proteínas estructurales de las plantas. Pueden estar en el polen o en otras partes, incluso en las comestibles, y son responsables de que muchos pacientes con alergia al polen tengan picor o irritación e hinchazón de boca o labios cuando comen algunas frutas o verduras. Estos síntomas se denominan síndrome oral», apunta Olaguibel. Otros ejemplos son las albúminas sericas presentes en la sangre de los mamíferos y que son responsables de que algunos pacientes tengan alergia a gatos, perros, vacas, caballos... O, la tropomiosina, una proteína del músculo presente en ácaros, crustáceos y cefalopodos que también es un panalergeno.
Sin embargo, si los síntomas no son muy graves pasan desapercibidos tanto para el paciente como para su médico. «Actualmente el diagnóstico ha mejorado mucho, puesto que disponemos de estudios muy específicos para confirmar la alergia a panalergenos. Básicamente son estudios que se realizan en muestras de sangre de los pacientes y en los que se utilizan alergenos purificados u obtenidos mediante síntesis (alergenos recombinantes)», manifiesta Olaguibel.
Panorama negro
Ya están aquí y prometen dar mucha «guerra», como apuntan los expertos. Y en esta ocasión, la conjunción de varios factores, como las lluvias del invierno, el clima seco de la primavera (pese a las lluvias anecdóticas de la pasada semana), la previsión de anticiclón en mayo, los continuos cambios bruscos de temperatura hará que «este año los alérgicos deben tomar precauciones desde ya, dado que las previsiones son de una temporada bastante dura», alerta Chivato.
Fuente: La razon
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