Con una media de 66 calorías*, esta fruta se caracteriza por su equilibrio en diferentes glúcidos, lo que le confiere una importante propiedad energética.
La uva contiene flavonoides de la familia de los polifenoles, es decir, potentes antioxidantes como los que encontramos en el té. ¡Su contenido en potasio hace de ella un eficaz diurético! Rica en magnesio, la uva es un excelente alimento antifatiga y un aliado contra las agujetas.
Sin duda, es la fruta de los deportistas. * Valores nutricionales por cada 100 g.
La uva contiene flavonoides de la familia de los polifenoles, es decir, potentes antioxidantes como los que encontramos en el té. ¡Su contenido en potasio hace de ella un eficaz diurético! Rica en magnesio, la uva es un excelente alimento antifatiga y un aliado contra las agujetas.
Sin duda, es la fruta de los deportistas. * Valores nutricionales por cada 100 g.
La manzana, por su efecto saciante
La manzana aporta como mínimo 3% de las fibras digestas (básicamente, pectina) que llenan bien el estómago y hacen de ella un alimento “quita hambre”. Es, por lo tanto, la mejor fruta para llevarse a la oficina o para el recreo. Además, la manzana es muy rica en vitaminas del grupo B para el cuidado de las neuronas. En la medida de lo posible, consúmela con la piel para sacar el máximo partido de su vitamina C. Eso sí, lávala bien antes ya que es en la piel donde se concentra la mayor cantidad de pesticidas.
La ciruela, para toda la familia
Las ciruelas, ricas en azúcares (12g*) y en fibras digestas (2,3g*), suelen gustar a toda la familia. Laxante eficaz, la ciruela ayuda también a recargar las pilas de niños y deportistas antes de realizar un esfuerzo. E incluso después, ya que su elevado contenido en potasio favorece la eliminación de toxinas.
Las nueces y avellanas, por sus ácidos grasos
¡Así es, estos pequeños frutos se componen básicamente de lípidos! ¡Pero de lípidos de calidad! En ellos podrás encontrar una importante fuente de ácidos grasos Omega 3, en el caso de las nueces; y ácidos grasos monoinsaturados buenos para el corazón, en las avellanas. ¡Por el contrario, consúmelos con moderación ya que contienen un gran número de calorías! Son ideales en ensaladas o en platos de verdura con cuidado de echar poquito aceite.
El higo, por su efecto laxante
Su color violeta se lo debe a los potentes pigmentos antioxidantes (antocianinas) que protegen nuestros vasos sanguíneos y células. Apreciado por sus virtudes laxantes (gracias a sus fibras solubles), el higo es también una mina de minerales, de calcio entre otros.
La castaña, por su energía
La castaña, que nos aporta minerales y fibras (5g*), está compuesta casi totalmente por glúcidos (43%), lo que hace de ella un fruto seco altamente energético con aproximadamente 200 calorías*. La castaña, aúna, por tanto, los beneficios de los feculentos y las verduras ofreciéndonos oligoelementos como el manganeso y el cobre, útiles para el equilibrio nervioso y no siempre fáciles de encontrar. Con una cocción “al dente” para reducir su tasa glucémica media, nos proporcionará energía a largo plazo.
La naranja, por sus vitaminas
La naranja, ¡todo un referente en vitamina C!, es el aliado ideal para fortalecer nuestro organismo y evitar los temidos resfriados. Su alto contenido en polifenoles, vitaminas y minerales protege nuestro corazón además de prevenir el cáncer, la inflamación y las pequeñas hemorragias como el sangrado de encías. Presente en las dietas de rejuvenecimiento gracias a su alto poder alcalinizante, la naranja depura las toxinas de la sangre y evita el depósito de ácido úrico en las articulaciones. Saca partido a sus propiedades bebiendo un zumo cada mañana pero, ¡corre, que las vitaminas “vuelan”!
Las setas, por su equilibrio
Alimento ligero, ¡las setas aportan tan sólo 22 calorías por cada 100 g! Además, contienen vitaminas del grupo B, indispensables para el buen funcionamiento del sistema nervioso: 100g aportan entre el 21 y el 30% de la Cantidad Diaria Recomendada. Es uno de los raros vegetales que nos aporta proteínas (3g*) y provitamina D, en el caso de las variedades salvajes.
La calabaza, por su poder protector
La calabaza es una de las hortalizas más ricas (después de la zanahoria) en betacaroteno (2mg*). Una porción de 200g aporta el total de la CDR de este antioxidante y protector celular. Además, la calabaza contiene magnesio, hierro y calcio y muy pocas calorías (10 calorías*). Escoge siempre aquella con más color para asegurarte de que cuenta con unas propiedades óptimas.
El brócoli, por sus vitaminas
Es la verdura MÁS rica en vitamina C (93mg*). Una porción de 200g aporta el 100% de la cantidad diaria recomendada y solamente 46 calorías. Por estas razones, incluso si se pierden vitaminas durante la cocción, el brócoli es clave para evitar los pequeños resfriados invernales. Por si fuera poco, es una mina de antioxidantes y minerales como el calcio o el potasio. Para hacerlo más digesto, es recomendable escaldarlo.
Fuente: yahoo
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