Para proteger nuestros ojos debemos conducir con unas lentes apropiadas, unas gafas adecuadas. Tanto las graduadas como las de sol.
Deben ser lo suficientemente resistentes y rígidas para soportar el golpe que ocurriría tras un accidente de tráfico o del despliegue del airbag contra la cara.
Para evitar lesiones en los ojos sigue estos consejos:
Siéntate correctamente al volante, manteniendo una cierta distancia entre asiento y volante. Lo correcto es que desde los ojos al volante haya un mínimo de 45 cm o 25 cm del pecho al volante. Sentarse demasiado cerca del airbag delantero puede hacer que el impacto sea más directo.
No olvides usar siempre el cinturón de seguridad.
Las gafas mejor con montura cerrada y suficientemente resistentes.
Elige siempre cristal orgánico en las gafas que lleves al volante. Otro tipo de cristal puede astillarse y producir graves lesiones en tus ojos en caso de accidente.
Para asegurar una correcta visión al volante, el cristal debe tener un tratamiento antirreflectante y en el caso de las gafas de sol, es preferible que las lentes sean polarizadas. Ambas cosas protegen de los reflejos y cambios de luminosidad que ocurren mientras conduces.
También existen gafas especiales que disminuyen la sensación molesta en la visión de las luces de los faros de los coches durante la noche. Se trata de unas lentes amarillas. Se adquieren en ópticas y se pueden adaptar a las gafas que se usan habitualmente.
Recuerda cuidar tus ojos también al volante.
La protección visual en la conducción. Elaborado por el RACE y la Fundación Alain Afflelou
Estudio sobre las lesiones oculares en los accidentes de tráfico. De Mapfre
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