Hace unos meses os hablábamos de la unión entre psicólogos y psiquiatras para pedir el cese de las etiquetas diagnósticas, hoy nos hacemos eco de esta noticia.
Muchos profesionales de la salud mental venían anunciando desde hace meses e incluso años su disconformidad con el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM) creado por la Asociación Americana de Psiquiatría (APA). Hace meses ya vimos como muchos psicólogos y psiquiatras unían fuerzas para pedir que se terminara con las etiquetas diagnósticas que más que fomentar la cura provocan más un sentimiento de estigmatización e identificación con la enfermedad.
En la actualidad, el Instituto Nacional de Salud Mental (NIMH) de EEUU ha anunciado que abandona el uso del DSM al considerarlo un riesgo ya que “determina cientos de patologías mentales con criterios externos y siempre muy acordes a las necesidades de la industria farmacéutica”.
Los expertos de la salud denuncian que no dejan de “crearse” nuevos trastornos y enfermedades mentales que parecen demasiado perfectas para la industria farmacéutica ya que para cada nuevo trastorno siempre hay una medicación adecuada para paliarla o adormecer esos síntomas porque curar, lo que se dice curar, no cura.
Como os podréis imaginar aquellos que seáis psicólogos, psiquiatras o simplemente aquellos que disfrutéis de la psicología, la población que más dañada está con todo este tipo de sobrediagnosticaciónes la infancia. Hace unos meses también nos hicimos eco de las palabras que había dicho el “creador” del TDAH que nos hizo preguntarnos si ésta era una enfermedad ficticia o no, ahora leemos que en el próximo manual DSM-V se han incluido como trastorno mental en la infancia las rabietas.
Son tantas las enfermedades que van apareciendo con cada manual, que van siendo “diagnosticadas” y detalladas sin someterse a control externo e incluso que difícilmente pueden diferenciarse con una sintomatología a veces tan común como la vida misma, que muchos comienzan a echar cálculos y ¿Cuántas personas hay en EEUU que no sufran algún tipo de trastorno mental basándose en estos manuales?
La polémica está servida, me atrevería a decir que no sólo en la salud mental de EEUU sino que deberíamos de seguir reflexionando a modo personal y profesional. No es que la medicación sea algo que se deban anular de los procesos terapéuticos o psiquiátricos porque en muchas ocasiones se necesitan para poder realizar un trabajo pero, en mi opinión, tenemos que comenzar a pensar más allá.
Escrito por angeles
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