¿Qué teme la organización del XVII Congreso Internacional de Investigación en Cuidados que censura una ponencia sobre la vacuna del papiloma que iba a ofrecer Teresa Forcades?
¿Por qué tres sociedades científicas que mantienen lazos económicos con los laboratorios fabricantes de las vacunas del papiloma han conseguido censurar su intervención?
Temen que la doctora en Salud Pública exponga algunas de las nuevas evidencias científicas sobre el producto. Os las cuento.
El mes de octubre pasado la revista científicaAmerican Journal of Reproductive Inmunologyha publicado un trabajo sobre el fracaso ovárico inducido por un síndrome autoinmune por adyuvantes que contienen la vacuna del papiloma. El trabajo concluye que las sustancias utilizadas como potenciadores de la actividad inmune de la vacuna pueden provocar una enfermedad autoinmune que sea incapacitante para la persona vacunada.
Se han descrito casos en los que la vacuna del VPH ha provocado una reacción auto-inmune con anticuerpos contra ovario y tiroides. Por consecuencia, se produce fallo ovárico, amenorrea y esterilidad. Parece que tal reacción se relaciona con los adyuvantes.
También concluye este estudio que la incertidumbre de los beneficios clínicos a largo plazo de la vacuna es una cuestión de salud pública que merece más investigación rigurosa.
En similar línea, se ha averiguado hace poco que la vacuna del papiloma puede produciruveitis, la inflamación de la úvea una lámina que hay en nuestros ojos. Suele acompañarse de disminución de la agudeza visual, de curso lento y progresivo y dolor. Así lo manifiesta un trabajo científico que ha recopilado datos de fuentes oficiales como la Organización Mundial de la Salud (OMS) o la Agencia de Alimentos y Fármacos de Estados Unidos, la FDA.
Otra evidencia científica incómoda. Esta algo más “antigua” su publicación. Si revisamos datos de la Península Ibérica, la clave está en Barcelona:
Only 28.2% of women with CIN2 or CIN3 confirmed by biopsy were infected exclusively by HPV type 16 or 18, a finding that places in doubt the degree of protection afforded by HPV vaccination”.
Es decir, que sólo el 28,2% de las mujeres en las que se ha confirmado la degeneración cancerososa por biopsia que fueron infectadas por los virus del papiloma tenían los tipos 16 ó 18 (contra los que en teoría protege la vacuna). Este es un hallazgo que pone en duda el grado de protección que ofrece la vacuna pues hay más de 100 tipos de virus del papiloma humano. La vacuna sólo protege de dos que sólo están en el 28,2% de las mujeres que tiene algún virus del papiloma; el resto, la absoluta mayoría quedan desprotegidas.
Como dice el médico y experto en Salud Pública, Juan Gérvas:
este dato científico hace ridículo el uso de la vacuna en España“.
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