El sistema hormonal o endocrino es un complejo sistema de comunicaciones que actúa conjuntamente con el sistema nervioso e inmunitario y se encarga, entre otras funciones, de la estabilidad interna del organismo; regular el crecimiento, el desarrollo y la reproducción; y, de producir, utilizar y almacenar energía.
Como vemos, regula funciones vitales del organismo, incluyendo el desarrollo embrionario.
Está formado por glándulas (que secretan las hormonas), hormonas (sustancias químicas que actúan como mensajeros) y receptores hormonales (que se activan con las hormonas).
Las hormonas viajan en el flujo sanguíneo hasta células de los diferentes órganos que contienen proteínas especializadas llamadas receptoras, que reconoce esa hormona y se une a ella.
La hormona cambia el estado del receptor de "inactivo" a "activo", lo que posibilita que se una al ADN celular y active o reprima la expresión de los genes cercanos.
Cada glándula endocrina secreta solo una cantidad muy determinada y muy pequeña de una hormona, en un momento concreto, circulando por la sangre cantidades muy pequeñas, ya que las hormonas son muy eficaces y producen su efecto a concentraciones muy bajas (picogramos o nanogramos /ml de sangre).
Esto es a concentraciones de 0,00000000001 0,00000001 gr/gr, o ppb.
La cantidad de las distintas hormonas presente en la sangre es diferente en cada persona y varía con la edad, sexo, momento del ciclo reproductor o estado de salud en que se encuentre.
Cada persona presenta su propio estado de equilibrio hormonal.
Las hormonas orquestan el crecimiento de los sistemas nervioso e inmunitario del embrión, y programan órganos y tejidos como el hígado, la sangre, los riñones, los músculos, el cerebro y el sistema reproductivo.
Para que todos estos sistemas se desarrollen con normalidad, es preciso que el embrión reciba los mensajes hormonales adecuados, en el lugar concreto y en el momento exacto, lo que requiere sincronización y estímulos adecuados.
Si algo trastorna los estímulos en un periodo crítico del desarrollo, la descendencia puede sufrir graves consecuencias durante toda su vida.
Los alteradores hormonales son sustancias químicas capaces de alterar la síntesis, liberación, transporte, metabolismo, enlace, acción o eliminación de las hormonas naturales en el organismo, esto es de alterar el equilibrio hormonal y la regulación del desarrollo embrionario y, por tanto, con capacidad de provocar efectos adversos sobre la salud de un organismo o de su progenie.
Los alteradores hormonales pueden actuar de diferentes formas: Mimetizar la acción de las hormonas, por ejemplo, los que actúan como estrógenos se denominan estrógenos ambientales, entre estos se encuentran el DDT o algunos PCB.
Antagonizar la acción de las hormonas, por ejemplo los antiestrógenos como algunos PCB o PCBS, como el fungicida vinclozina.
Alterar el patrón de síntesis y metabolismo de las hormonas, como el PBDE-99 (retardante de llama) que altera la síntesis de la hormona tiroidea (TH). Modular los niveles de los receptores correspondientes, como el bisfenol A que interfiere en el receptor estrogénico.
Activar los receptores proliferadores de peroxisoma (PPAR), los cuales están relacionados con el desarrollo de cáncer de hígado y la diabetes, así como la diferenciación de las células adiposas que producen la grasa corporal (Ej. metabolitos de los disolventes tricloroetileno y percloroetileno).
Efectos sobre la salud humana
Los alteradores hormonales están relacionados con importantes enfermedades:
Daños al sistema reproductor masculino: disminución de la calidad del semen e infertilidad, malformaciones congénitas del tracto urogenital como criptorquidia (no descenso testicular) e hipospadia (posición anormal de la apertura de la uretra).
Daños al sistema reproductor femenino: pubertad precoz, reducción de la fecundidad, síndrome de ovarios poliquísticos, reducción de la fertilidad, resultados adversos del embarazo, endometriosis y fibroides uterinos (tumores no cancerosos).
Tumores en órganos hormono dependientes: cáncer de mama, cáncer de ovarios, cáncer de próstata, cáncer de testículo, cáncer de tiroides.
Alteraciones en el desarrollo del sistema neurológico: déficits cognitivos o de conducta (hiperactividad, dificultad de concentración, pérdida de memoria, pérdida auditiva, falta de coordinación motora, dificultades en el aprendizaje, etc.).
Enfermedades metabólicas: síndrome metabólico, diabetes y obesidad.
Trastornos del sistema neuroinmunológico: encefalopatía miálgica/ síndrome de fatiga crónica/ síndrome de fatiga postviral (EM/SFC/SFPV), fibromialgia, y esclerosis múltiple.Efectos sobre la fauna silvestre
Los efectos sobre la salud de la fauna silvestre incluyen:
Invertebrados: inducción de imposex (desarrollo de órganos sexuales masculinos en individuos femeninos provocando su esterilidad) e intersex (presentar características masculinas y femeninas a la vez), y reducción de capacidad reproductora.
Peces, anfibios y reptiles: inducción de intersex, alteración de ratios de sexos, anomalías tiroideas y cambios en el comportamiento sexual. Aves: trastornos en la reproducción, en el desarrollo de los huevos y cambios del comportamiento reproductor.
Mamíferos: pérdida de capacidad reproductora, subfertilidad y malformaciones del tracto reproductor, desórdenes de tiroides y lesiones en glándulas suprarrenales.
Esto es, los contaminantes hormonales están relacionados con las principales enfermedades que afectan a las sociedades industrializadas y a los animales salvajes en la actualidad.
Características singulares de los alteradores hormonales
Pueden actuar a dosis muy bajas.
Al igual que las hormonas, los alteradores hormonales pueden ocasionar efectos a dosis de exposición muy bajas, equivalentes a los niveles de exposición que se encuentran actualmente en la población debido a la contaminación del aire de los hogares, los alimentos o la presencia de EDC en artículos de consumo.
Así, la figura 1 muestra como las concentraciones de varios contaminantes con capacidad estrogénica en una muestra representativa de la población española están en el rango de 10 a 8.000 ng/g, esto es, a concentraciones superiores a las que estos contaminantes pueden producir efectos estrogénicos (100pg/g a 10 ng/g).
Figura 2. Concentraciones de alteradores hormonales en una muestra representativa de la población1Momento de exposición: puede tener aún más importancia que el nivel de exposición.
Existen periodos del desarrollo que son especialmente vulnerables a la disrupción endocrina (desarrollo embrionario y fetal, primera infancia), provocando daños que pueden causar importantes efectos sobre la salud a lo largo de toda la vida.
Por ello, las mujeres embarazadas y los niños son muy sensibles a la exposición a contaminantes homonales.
La relación dosis-efecto no es lineal, pudiendo, por ejemplo, generar efectos dañinos para la salud a dosis muy bajas o altas y no generar efectos a dosis de exposición intermedias.
Efecto cóctel: los EDC pueden actuar conjuntamente, de forma aditiva o sinérgica y la exposición a bajas dosis de una mezcla de EDC puede provocar efectos negativos a niveles de exposición considerados seguros para las sustancias individuales componentes de la mezcla.
Latencia: los efectos negativos de los EDC pueden manifestarse muchos años después de que ocurre la exposición; además los efectos de la exposición prenatal se manifiestan principalmente en la edad adulta.
Ubicuidad de la exposición: los estudios de monitorización de EDC en humanos muestran la contaminación de la población de todas las edades.
Se han detectado EDC en sangre de cordón umbilical, pelo y orina de bebés, niños y sangre y grasa de adultos.
Los análisis de alimentos, artículos de consumo.
Aire, agua, polvo doméstico, etc., muestran la ubiquidad de la exposición a EDC.
Por todo ello, los EDC se consideran sustancias sin umbrales de exposición seguros.
Algunos EDC además son persistentes y bioacumulativos
Algunos contaminantes hormonales, son además sustancias persistentes, esto es, se degradan con dificultad, permaneciendo en el medio ambiente durante años.
También pueden ser bioacumulativos, esto es, se acumulan en el organismo de los seres vivos, por lo que los animales (y alimentos) que se encuentran en los niveles superiores de la cadena alimentaria acumulan progresivamente estos contaminantes, pudiendo tener concentraciones corporales millones de veces superiores a las de los seres vivos de la base de la cadena alimentaria.
Debido a estas características, los métodos tradicionales de evaluación del riesgo, incluidos en la normativa vigente, no son adecuados para proteger a la población y al medio ambiente frente a los EDC.
Ante el nuevo reto que suponen estas sustancias para la protección de la salud y el medio ambiente, es necesario utilizar un nuevo paradigma, aplicar el principio de precaución, y adoptar medidas urgentes para eliminar o reducir en la medida de lo posible la exposición a EDC, en particular la exposición de niños y mujeres en edad reproductiva, embarazadas ylactantes.
LDCH
mar, 14 abr 2015 19:08 UTC
http://es.sott.net/article/37368-Que-son-los-contaminantes-hormonales
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