Ha contactado conmigo una mujer a la que los médicos le han comunicado que su hijo con probabilidad tenga el Síndrome de Asperger (que forma parte de los trastornos del espectro autista) por consumir el medicamento Depakine durante el embarazo. Esto es sabido desde hace tiempo ya pero los casos se multiplican.
Esta mujer que, por razones obvias prefiero guardar anonimato, es una paciente de uno de los grandes hospitales de Madrid pues es tratada desde hace años por padecer epilepsia con Depakine, fármaco indicado para ello. Tras informar a su neurólogo de que se ha quedado embarazada, el galeno aconseja pasar a Depakine crono.
Después de dar a luz deja de ir al hospital para pasar a ser atendida en su ambulatorio de zona y es entonces cuando a su hijo le diagnostican la citada enfermedad.
En la última visita al neurólogo que le asiste este le confirma que estudios recientes relacionan el Depakine con el autismo.
Existe una gran falta de conocimiento e información sobre estos posibles daños provocados por el Depakine, del laboratorio Sanofi. El depakine
que además de anti-epiléptico tiene propiedades sedativas, tiene un portafolio jugoso: ya existía en los sesenta pero renació en psiquiatría con la tal ‘epidemia’ de trastorno bipolar, está implicado en varias patologías del feto incluido el autismo, y puede causar daño hepático grave por lo que necesita analíticas”, cuenta el psiquiatra ya jubilado Mariano Almudevar.
Llama la atención la ligereza con la que se receta y que con lo que se sabe sobre los daños que puede provocar en el feto, continúe rectándose a embarazadas.
Hace poco también contactó con el Bufete Almodóvar & Jara una mujer matrona, de nuestro país pero que vive en Francia, muy simpática. Nos contó que en el país vecino las víctimas del Depakine están organizándose. En el país galo, origen de Sanofi, la asociación de afectadas, Apesac, comenzó el pasado mes de diciembre las acciones legales.
De momento, ha puesto en marcha una acción legal de grupo amistosa. En una primera fase han escrito una carta a Sanofi Aventis pidiéndole a los dirigentes del laboratorio que acepten su responsabilidad y compensen a las víctimas de su tratamiento.
El ácido valproico, principio activo del fármaco, ha provocado al menos medio millar de nacimientos de niños/as con malformaciones en Francia. Además hay más de 150 muertos. Así lo indica la Inspección General de Asuntos Sociales (Igas). Más grave aún es que esta desgracia podía evitarse porque Sanofi, como bien explica el diario digitalRedacción Médica, lo sabía. Y ¡no es la primera vez que ocurre!
A principios de junio de 2013 advertimos que los fármacos cuyo principio activo es elvalproato, como Depakine, pueden causar graves daños en los fetos durante el embarazo.
En enero de 2015, la Agencia Española de Medicamentos lanzó una advertencia corroborando que Depakine está provocando bebés con malformaciones.
Al mes siguiente, en febrero, el mismo organismo advirtió que este medicamento causa también enfermedades de las mitocondrias.
El Depakine (mirad bien su principio activo pues además de sus genéricos existen varias marcas en el mundo: Depakote, Depamide, Micropakine) viene comercializándose desde finales de los años 60 del siglo pasado y ya en los 80 se conocieron los efectos secundarios que podía causar en fetos.
Según la asociación de víctimas de Depakine Apesac, en Francia hay unas 2.900 por el síndrome del ácido valproico. Pueden ser, por desgracia, más afectados y más fallecidos, como explica la presidenta del asociación Marine Martin en una televisión francesa.
En España existe un grupo en Facebook llamado Víctimas del Depakine que, aunque cerrado, cuenta con 28 miembros, lo que conduce a pensar que el escándalo aún no ha explotado.
Ha habido (y continúa habiendo como podemos comprobar) negligencia y la respuesta hay que buscarla donde casi siempre, las autoridades sanitarias esperan demasiado paraadvertir de los daños de los medicamentos para no “crear alarma” y fastidiar así el negocio a los laboratorios; el derecho fundamental a la información en temas de salud es vejado de manera sistemática.
En Francia, en España y en todas partes. Basta recordar que Sanofi aún tiene juicios pendientes, tanto en Francia como a este lado de los Pirineos por otro medicamento de la casa, el Agreal que, recetado para los sofocos de la menopausia destrozó, por ser un potente neuroléptico, el sistema nervioso de miles de mujeres (de hecho, les estamosdemandando por ello y porque sabían con antelación el daño que podía causar su producto).
Depakine es un medicamento peligroso, con muchas advertencias de seguridad. De hecho, la Agencia Española de Medicamento lo etiqueta con un triángulo negro, es decir, está sujeto a seguimiento adicional.
Su ficha técnica es muy clara con respecto a la concepción:
Durante el embarazo las convulsiones tónico clónicas maternas y el status epilepticus con hipoxia pueden dar lugar a un riesgo concreto de muerte para la madre y el feto.En mujeres que planean quedarse embarazadas o que están embarazadas, se debe reevaluar el tratamiento con valproato.En mujeres que planean quedarse embarazadas se deben realizar todos los esfuerzos para pasar a un tratamiento alternativo adecuado antes de la concepción, si fuera posible”.
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