A veces nos quejamos de los dolores en la espalda debido a nuestro trabajo y a nuestra rutina diaria, pero éstos también pueden deberse a un estilo de vida sedentario.
Los masajes descontracturan músculos y dejan la sensación de relax que no hubiese sido posible obtener de otra forma. Su intención principal es darle al cuerpo un estado de tranquilidad y descanso mediante los movimientos apropiados.
Aprende estas técnicas de masaje y la forma de ponerlas en práctica, para quitar el dolor y las molestias que se pueden dar en la espalda. Sorprende a cualquier familiar o amigo, y si les enseñas cómo hacerlo, después recibe uno a cambio.
Cosas que necesitarás
Una mesa de masaje, colchón o colchoneta
Una sábana
Aceite o crema para masaje. Algunos buenos aceites que puedes usar incluyen el aceite orgánico de coco, el aceite de semilla de uva, aceite de jojoba o aceite de almendras.
3 toallas
Una almohada o cojín
Consejos
Adviértele a la persona que debe levantarse lentamente. Después de recibir un masaje, es fácil olvidarte de lo relajado que estás y puedes tambalearte y quizás hasta caerte al suelo.
Todo el mundo tiene una tolerancia diferente a la presión. Asegúrate de pedirle su opinión a la persona al realizar movimientos más profundos, según sea necesario. Una buena señal de que lo estás haciendo demasiado profundo es cuando el músculo se contrae al presionarlo. Nunca fuerces un movimiento en el cuerpo.
Usa las técnicas de presión más suaves cuando hagas los movimientos hacia la cabeza y haz más presión cuando sean hacia abajo, hacia las caderas.
Trata de mantener una mano sobre la persona en todo momento para mantener la sensación de continuidad y fluidez del masaje. Trata de mantener las manos haciendo movimientos fluidos sin parar.
Después de que hayas terminado, puedes colocar una toalla sobre la espalda y los brazos de la persona, y frotar suavemente para absorber la mayor parte del aceite. De lo contrario, podría manchar la ropa cuando la persona se vista.
Cómo dar masajes para descontracturar y calmar tensiones en la espalda
1. Consigue el espacio para realizar el masaje
Si no tienes disponible una mesa de masaje, puedes intentar usar el suelo, un sofá, una cama o incluso la mesa de la cocina si es lo suficientemente resistente para aguantar el peso de la persona que se acueste en ella.
Asegúrate de estar cómodo para hacer el masaje y evita problemas de altura que puedan generar que te inclines de manera incorrecta.
2. Coloca a la superficie dura algo suave debajo como un toallón o colchoneta
Si no tienes disponible una mesa de masaje y eliges una de las alternativas que tienen la superficie dura, colócale algo que tengas a mano, para que la persona que reciba el masaje tenga la comodidad adecuada. También extiende una sábana, que lo hará más higiénico y además absorberá el exceso de aceite o crema que utilices al hacer el masaje.
3. Prepara la habitación
Asegúrate de que la habitación este cálida. Éste es el ambiente ideal para que se relajen los músculos de la persona que vas a masajear. Pon un poco de música tranquila que le ayudará a la persona a relajarse al máximo.
4. Pídele a la persona que se desvista hasta donde se sienta cómoda
Es mejor hacer el masaje y recibirlo sin que haya ropa sobre el área que recibirá el masaje, sobre todo si vas a usar crema o aceite.
5. Deja expuesta la espalda de la persona
Si la persona se enrolló una toalla mientras se desvestía o se cubrió por completo con la sábana adicional, dobla la tela hacia abajo para dejar expuesta la espalda de la persona.
1- Vierte el aceite de masaje o crema en la palma de tu mano
Empieza con una cucharadita (aproximadamente del tamaño de una moneda mediana). Caliéntalo frotándolo en las manos antes de aplicárselo a la persona.
2- Esparce el aceite sobre la espalda con effleurage
La técnica principal para extender el aceite tibio sobre la espalda de la persona se llama effleurage, que significa “rozamiento ligero”. Hazlo con movimientos deslizantes, largos y uniformes.
Usa las manos completas y empieza en la parte baja de la espalda de la persona y ve hacia arriba. Siempre hacia arriba, hacia el corazón (la dirección del flujo sanguíneo), mientras presionas y luego llevas ligeramente las manos a la parte exterior de la espalda. Mantén el contacto sin aplicar presión mientras llevas las manos hacia abajo de nuevo.
Repite esta técnica de 3 a 5 minutos mientras aumentas gradualmente de una presión ligera a media para calentar los músculos de la espalda. No te olvides de los hombros y del área del cuello.
3- Usa la técnica de petrissage o amasamiento
Esta técnica usa movimientos circulares más cortos con más presión que la técnica de effleurage. Es una técnica de amasamiento que rueda y presiona para mejorar la circulación profunda.
Para realizar esta técnica puedes usar las palmas, los dedos o incluso los nudillos, para hacer movimientos circulares cortos.
El movimiento debe ir desde la cintura (el centro) y no desde los hombros. Esto ayudará a evitar que te fatigues.
Debes masajear toda la espalda de 2 a 5 minutos. Puedes alternar entre esta técnica y los movimientos más ligeros de effleurage para variar las técnicas.
4- Haz movimientos de percusión
Los movimientos de percusión (también conocidos como tapotement) son movimientos de contacto breve y repetitivo con las partes de la mano. Puedes usar las manos ahuecadas, todos los dedos juntos en un punto o incluso la parte plana de los dedos del lado de los nudillos de las manos para hacer el contacto. Estos movimientos tienen un efecto estimulante y compresivo sobre el tejido.
Mantén las muñecas relajadas y flexiónalas con movimientos rápidos para realizar las técnicas tapotement. Esto asegurará que no apliques demasiada presión.
Realiza las técnicas en toda la espalda de la persona de 2 a 3 minutos.
5- Usa la técnica de elevación de los músculos
Para hacerla, cierra los dedos y mantén el pulgar alejado (en forma de “pinza de langosta”). Aplica la presión con movimientos giratorios de elevación. Sigue alternando las manos con un movimiento de “limpiaparabrisas”.
Haz los movimientos de arriba hacia abajo de la espalda 2 ó 3 veces.
Colócate en la cabecera de la mesa. Coloca los pulgares en la parte superior de la espalda, justo debajo del cuello y en ambos lados de la columna vertebral.
Con un movimiento "en abanico" con los pulgares extendidos, presiona suavemente hacia la parte baja de la espalda; la presión debe ir en ángulo hacia los pies de la persona, no hacia el suelo. Alterna la presión en ambos pulgares, haciendo los movimientos desde la parte superior de la espalda, hasta las caderas de la persona.
Asegúrate de masajear los músculos a cada lado de la columna vertebral, no la columna vertebral directamente.
Los masajes sobre la columna vertebral pueden ser muy incómodos y peligrosos si no tienes la capacitación adecuada.
7- Masajea en dirección opuesta
Colócate de nuevo al lado de la persona. Alcanza la cadera alejada con una mano, mientras apoyas la otra mano sobre la cadera cercana. Con un movimiento fluido, tira de una mano hacia ti mientras alejas la otra; en el medio, deben rozarse entre sí, en direcciones opuestas.
Repite este movimiento subiendo por la espalda hasta llegar al área de los hombros y luego regresa. Repítelo 3 veces.
Importante: Debe aclararse que La Bioguía no da consejos médicos ni receta el uso de técnicas como forma de tratamiento para problemas físicos o mentales sin el consejo de un médico, sea directa o indirectamente. En el caso de aplicar con ese fin alguna información de este sitio, La Bioguía no asume la responsabilidad de esos actos. La intención del sitio es solamente ofrecer información de naturaleza general para ayudar en la búsqueda de desarrollo y crecimiento personal.
FUENTES:
por Simona Ichariba
http://www.labioguia.com/notas/como-hacer-masajes-para-quitar-el-dolor-de-espalda
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