24/08/2018
El alto consumo de azúcar hace un daño considerable a nuestro cuerpo. Lo escuchamos con frecuencia y aún así seguimos consumiendo productos repletos de azúcar. Entre ellos, algunos de los más comunes son las bebidas azucaradas, que además de su alto nivel de azúcar tienen otros componentes químicos que contribuyen incluso a padecer de cáncer.
Así lo confirma, por ejemplo, el periodista Michail Freidson, que publicó un reportaje en la revista Men’s Health acerca de su lucha contra las bebidas azucaradas, de las que se declaró adicto durante un tiempo.
El periodista cuenta que hace dos años, antes de dejar las bebidas azucaradas, bebía al menos dos litros de Coca-Cola Diet al día.
La razón por la que Freidson cambió sus hábitos fue un estudio publicado en la revista American Journal of Public Health, que aseguraba que la soda o refresco tomada regularmente hacía envejecer tan rápido como el tabaquismo.
Fuente: La Vanguardia.
La soda o refresco tomada regularmente hace te envejecer tan rápido como el tabaquismo
Pero pensemos en positivo. ¿Qué pasa en nuestro cuerpo si de pronto dejamos estas bebidas? ¿Qué beneficios inmediatos vamos a notar? Este profesional lo intentó. Luego de buscar más información y confirmar varias teorías, Fredson decidió cambiar al té verde.
“Comencé a pensar con más claridad y a tener más energía”, asegura. Pero no todo fue color de rosa. Se dio cuenta de que pesaba más de 9 kilos de los que debería, y asegura que se sentía "desenfocado, lento, hinchado y deprimido”.
Hoy en día Freidson tiene 41 años de edad y cuando la gente le dice que se ve bien no solo agradece a su genética, sino también a su decisión y determinación para dejar los refrescos permanentemente. Su vida dio un giro increíble y ahora se siente mejor que nunca.
Según Freidson, existen 5 pasos básicos a seguir para dejar la adicción al refresco y estos son:
Michail Friedson (La Vanguardia)
Reemplaza los refrescos por otra bebida
“Para la efervescencia y la dulzura, compra un agua mineral con sabor a fruta”, explica el periodista, “para la cafeína, prueba el té verde, que está lleno de antioxidantes”, dice.
También recomienda recurrir al agua con naranja o con limón.
También recomienda recurrir al agua con naranja o con limón.
Crea un hábito
“Bebe la nueva bebida a la misma hora que tomarías tu refresco”, dice Freidson.
Recompénsate
Toma, por ejemplo, “una taza de café y pon una cucharadita de azúcar dentro”, explica el periodista en el artículo, “eso tiene 16 calorías”. “Si quieres tomarte un refresco, tómalo de vez en cuando. Lo peor es el sentimiento de culpa, pero mantente controlado. Tu cerebro lo resolverá”, añade.
Resiste a los engaños del marketing
“No te dejes engañar. Cuanto antes veas esas latas brillantes como una táctica de marketing desesperada, será más fácil combatir tus antojos”, dice el periodista.
Toma un sorbo, evita un resbalón
“Después de seis meses evitándolos, prueba un refresco. Será más dulce o más metálico de lo que recuerdas”, concluye afirmando que el sabor te defraudará y te hará ver que tomaste la decisión correcta al evitarlo por tanto tiempo.
Las bebidas azucaradas, así como otros alimentos y costumbres, lo único que nos hacen es daño. Es inevitable sentir un antojo inesperado, al igual que lo sentimos por otras comidas, pero no debemos dejar que nos controle y afecte nuestro cuerpo.
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