Retención de líquidos: Los alimentos procesados favorecen su aparición

Aumentar el consumo de alimentos ricos en agua y potasio como alcachofa, espárragos, piña y sandía, entre otros, incrementa el flujo urinario y mejora la circulación venosa

Hay que incrementar el consumo de alimentos ricos en agua y potasio, principalmente fruta y verduras como alcachofa / Gtres

El vaivén hormonal que experimentan las mujeres en las distintas etapas de la vida constituye el mejor caldo de cultivo para que los tejidos acumulen líquido. 

Aunque se trata de una situación que no reviste gravedad, salvo que detrás exista un trastorno hepático, cardíaco o renal, lo cierto es que los alimentos que configuren el menú resultan determinantes para luchar o, por el contrario, favorecer la retención de líquidos. 

En este sentido, Conchi Maximiano Alonso, dietista-nutricionista y miembro del comité de prensa de la Asociación de Dietistas-Nutricionistas de Madrid (Addinma), explica que «por un lado, hay que evitar las comidas y alimentos con alto contenido en sodio, favorecer el consumo de los ricos en agua y potasio, y por otro, beber suficiente agua, así como la práctica habitual de ejercicio físico. 

Asimismo, los alimentos o platos especialmente ricos en agua y/o con acción diurética nos pueden ayudar a combatir la retención de líquidos, por lo que hay que incrementar el consumo de alimentos ricos en agua y potasio, principalmente fruta y verduras como alcachofa, espárragos, calabacín, champiñones, patatas, plátano, piña, albaricoque, papaya, sandía, etc».

Por contra, la sal y los alimentos procesados se posicionan como el principal enemigo de la retención de líquidos. «el sodio es un mineral que se encuentra en la sal y de forma libre en los alimentos. El organismo equilibra su exceso acumulando líquido. 

Es importante reducir el consumo de sal sustituyéndola por hierbas aromáticas y especias, muchas de las cuales, además, tienen un efecto diurético. 

Además, hay que tener mucho cuidado con los alimentos procesados como embutidos, salchichas, salmón ahumado, cereales, platos precocinados, pastillas de caldo, también con las conservas (latas y tarros de cristal), con los quesos, con los snack incluidos los frutos secos tostados y salados y con las salsas. Lo mejor es leer los etiquetados y así poder elegir alimentos lo másfrescos posible y menos procesados», recuerda Maximiano.

Por su parte, Julia Matilla, doctora especialista en Flebología de las Clínicas Dr. Juan Cabrera recomienda «evitar estar mucho tiempo de pie, de manera que la sangre pueda circular correctamente, dar pequeños paseos, mover los pies, etc; si la persona es propensa a retener líquidos, conviene que al sentarse lo haga con las piernas en alto para evitar la acumulación de sangre en las piernas; y realizar ejercicio como andar una hora, nada, pilates, yoga... ya que este tipo de ejercicio hace que mejore el retorno venoso, y alivia la sensación de pesadez». 

Y no hay que olvidar «beber abundante agua es muy importante: como mínimo 1,5-2 litros al día. Es erróneo pensar que cuanto menos agua se beba, menos se retendrá sino todo lo contrario», advierte Maximiano.

Las plantas medicinales también pueden ser un gran liado frente al exceso de líquido. Miguel Martín Almendros, miembro de la junta directiva del Centro de Investigación sobre Fitoterapia (Infito) explica que «casi todas las plantas medicinales actúan sobre el riñón, produciendo un aumento de la cantidad de orina. 

Esta acción diurética de las plantas se ve potenciada por el agua que forma parte de las infusiones. Al aumentar el volumen de orina, se facilita la eliminación de sustancias de desecho de los riñones. De esta forma contribuyen a depurar la sangre y todo el organismo».

Sin embargo, en el caso de que la persona esté tomando diuréticos, prosigue el experto, «hay que ser muy cuidadoso. Dependiendo del diurético que tome el paciente y de su situación clínica se recomendará una planta u otra planta medicinal o ninguna. 

El criterio lo debe tener el médico, no el paciente, por lo que es muy importante hacer hincapié en que el uso de las plantas medicinales sea bajo prescripción médica. Si no fuese así puede haber interacción con los medicamentos y ocasionan problemas al potenciar la diuresis más de lo necesario».

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