Las sesiones de corta duración de ejercicios intensos de resistencia son igual de efectivos que los más largos.
De momento, se ha probado su efectividad en varones con sobrepeso y se espera demostrar los mismos resultados en mujeres y personas con obesidad o diabetes.
© Fraser
Una investigación de la Universidad de Glasgow (Reino Unido) ha señalado los efectos positivos de un entrenamiento de alta intensidad y corta duración para la salud de varones con sobrepeso.
Los resultados de este estudio sugieren que un programa de seis semanas de ejercicios de resistencia, consistente en tres sesiones semanales de 15 minutos, mejora considerablemente la sensibilidad a la insulina, así como el tamaño y la fuerza muscular en este sector de la población.
Los resultados del estudio muestran que los ejercicios intensos de corta duración hasta el agotamiento son tan eficaces en la mejora de la sensibilidad a la insulina como las sesiones de 45 minutos de ejercicios de resistencia. Las sesiones cortas pueden ser más atractivas y asequibles en un mundo donde la falta de tiempo es una barrera para realizar ejercicio físico.
Los autores esperan que con más trabajo, pueda demostrarse la eficacia de estos ejercicios en personas con diabetes de tipo 2. El 90% de estos pacientes padecen obesidad o sobrepeso.
Control del azúcar en la sangre
La sensibilidad a la insulina describe cómo de sensible es nuestro organismo a los efectos de esta hormona, encargada de la absorción de los azúcares de la sangre a los tejidos para su almacenamiento o para su uso como energía.
Cuando la sensibilidad a la insulina disminuye (como en la diabetes de tipo II), aumentan los niveles de azúcares en la sangre, lo que puede conducir a la sensación de fatiga a corto plazo. Con el tiempo, se relaciona con complicaciones como enfermedades cardíacas o accidentes cerebrovasculares.
El experimento
Investigaciones anteriores sugerían que las sesiones de entrenamiento de 45 minutos de ejercicios de resistencia y múltiples series de cada uno, aumentan la sensibilidad a la insulina y el tamaño y fuerza musculares. Pero ningún estudio había probado la eficacia de los programas de ejercicios de resistencia más cortos.
Para probar esta teoría, el equipo de investigación reclutó a diez hombres con sobrepeso (con un índice de masa corporal de 25 y 30), que entrenó tres veces a la semana durante seis semanas. Cada sesión de entrenamiento lo conformaba un conjunto de nueve ejercicios de resistencia muscular estándar a una intensidad del 80%, haciendo repeticiones hasta fallar el ejercicio.
El tamaño y fuerza musculares, así como la sensibilidad a la insulina, se midieron antes y después del período de entrenamiento. Las comparaciones de estas mediciones revelaron que la sensibilidad a la insulina aumentó en un 16%, y el tamaño y la fuerza musculares aumentaron perceptiblemente después de sólo dos semanas de entrenamiento.
Comprobación en otros grupos de población
Estos resultados añaden peso a la idea de que las actividades de fortalecimiento muscular deben realizarse con regularidad y que el protocolo de actuación iba por buen camino.
Sin embargo, cabe señalar que todos los participantes eran hombres y relativamente saludables a pesar de tener sobrepeso, y que el estudio carecía de grupo de control. Esto implica la necesidad de ampliar el estudio con un ensayo más grande, aleatorio y controlado, para confirmar los efectos observados a otras poblaciones.
Sería alentador observar resultados similares en los diabéticos, dado que se estima que, para los años 2035 y 2036, los gastos totales para el tratamiento de esta enfermedad en el Reino Unido alcanzarán los 40 mil millones de libras anuales.
Los investigadores también están pensando en cómo adaptar el entrenamiento según las necesidades y capacidades físicas de cada persona. "Por encima de estos resultados, se sabe que el gimnasio no es para todo el mundo.
Por lo tanto, también tenemos que ver si podemos hacer que la gente haga ejercicios similares en casa sin equipo de gimnasio, para lograr efectos beneficiosos de manera similar", explica en un comunicadoStuart Gray, director del grupo de investigación.
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