Cada vez queda más claro que hubo una especie de complot entre el laboratorio Sanofi, la Agencia Española de Medicamentos y cinco sociedades médicas para «salvar» al laboratorio por los gravísimos daños que provocó a miles de mujeres con su fármaco Agreal.
Desde el Bufete Almodóvar & Jara, que defiende a las mujeres víctimas de ese compadreo, seguimos con las acciones legales.
Os cuento detalles de lo que ha sido uno de los casos más escandalosos de la historia de los daños provocados por medicamentos.
Lo venimos contando desde hace tiempo, cuando en 2005 se retira del mercado el medicamento Agreal, antipsicótico usado para los sofocos de la menopausia, Sanofi y el Ministerio de Sanidad tenían un problema enorme pues miles de mujeres dañadas podían demandar Justicia y compensaciones.
Entonces, casualmente -seguro que fue casualidad, ya sabemos que las agencias de medicamentos no tienen como principal cliente a los laboratorios farmacéuticos- la Agencia de Medicamentos que hoy dirige Chus Lamas (y que en aquel momento lo hacía Cristina Avendaño que luego ha trabajado con la industria en investigación y es presidenta de la Sociedad Española de Farmacología Clínica (SEFC), salió en ayuda de la farmacéutica.
Agreal Luchadoras (con el abogado Francisco Almodóvar) en un reciente juicio celebrado en Valencia.
¿Qué estrategia utilizó Sanidad? La clásica, reunió a cinco asociaciones de médicos de las ramas relacionadas con las indicaciones del medicamento que, sin analizar a las mujeres ni sus historiales, concluyeron con rapidez lo que Agencia y Sanofi esperaban: que el tratamiento no era la causa de los daños que padecían las mujeres afectadas; que no había explicación biológica de sus daños neuropsiquiátricos.
Os lo contamos el pasado mes de mayo en el post titulado Sociedades médicas crearon el bulo de la inocuidad del fármaco Agreal beneficiando al laboratorio Sanofi.
Bien, desde el Bufete Almodóvar & Jara, en representación de las mujeres que fueron víctimas de esta estafa, unidas en torno a la Asociación Agreal Luchadoras, en junio de 2019 pedimos explicaciones mediante una queja formal a la Agencia de Medicamentos por todo ello.
La Agencia emitió una nota informativa en febrero de 2007 que exoneraba a Agreal injustamente y contra toda evidencia científica como muy poco después demostraría la Agencia Europea de Medicamentos (EMA). En el bufete después tuvimos acceso a documentos internos del fabricante que nunca antes se habían utilizado en los juicios ni la comunidad médica conocía y que mostraban claro que en el laboratorio sabían sobre esos daños desde hacía mucho tiempo y los ocultaron.
La empresa Sanofi se vio muy beneficiada en los juicios por ello pues los jueces creyeron a Agencia, médicos «expertos» y farmacéutica.
Pedimos a la Agencia que rectificase y anulase esa nota informativa para que los jueces no sean engañados con un documento lleno de falsedades y pedimos conocer quiénes fueron los médicos de la sociedades profesionales que participaron en esta especie de complot pro Sanofi (hasta ahora sólo ha trascendido el nombre del médico Vicente Baos -hoy influencer pro medicina de la evidencia, paradójicamente- que actuó en nombre de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria).
La Agencia ha respondido el 23 de octubre pasado a nuestra primera queja con vaguedades y sigue sin atender las peticiones de las mujeres víctimas de un laboratorio y sin reconocer la verdad (hiperdocumentada desde hace años) sobre la seguridad del fármaco muy tóxico cuando su consumo es prolongado.
No quieren anular una nota fraudulenta, ni dan los nombres de los «expertos» médicos (las sociedades médicas tampoco los ofrecen ni rectifican).
Y los documentos de la Agencia y sus médicos siguen siendo usados por Sanofi que se vanagloria de ir ganando los procesos en los Tribunales de Justicia… engañando a los jueces.
¿Y qué hacen las mujeres afectadas? Pues siguen viviendo como pueden, sufriendo sus enfermedades crónicas provocadas por el Agreal y sacando fuerzas de flaqueza para continuar litigando pues seguimos inmersos en un procesos legales por este asunto. La Audiencia Nacional lo está juzgando (valoramos además la interposición de querellas contra las sociedades médicas que participaron en este circo y contra la Agencia de Medicamentos).
Una de las cosas más graves del caso es que, como cuento, entre un laboratorio, la Agencia de Medicamentos (que está para controlarlos) y asociaciones de médicos, fabricaron un fraude científico (al menos hay claros indicios de ello) basado en varios hechos:
1. El citado informe (de apenas dos hojas, sin firma y con conclusiones vagas) del un comité de expertos de las cinco sociedades de médicos a las que la Agencia llama para analizar el asunto de los daños de Agreal.
2. La nota informativa de 2007 -producto del informe del supuesto Comité de «expertos» que dice que no se pueden atribuir las reacciones graves neuropsiquiatras crónicas al consumo de Agreal. No hay explicación biológica argumentan.
3. Dicha nota e informe han sido utilizados por Sanofi en todos los juicios por Agreal y le ha servido mucho para que los jueces no vieran causalidad. Aún en enero de 2019 Sanofi emite una nota de prensa en la que siguen manteniendo que nota e informe les avalan.
4. Tanto Sanofi como la Agencia de Medicamentos siguen, a día de hoy, ocultando, no mencionando, el paquete de información más importante que hay sobre el fármaco (la fuente de la información terapéutica/científica del producto). En 2018 la Agencia emite un informe a la Audiencia Nacional en el que sigue avalando la nota de 2007 de los «expertos», sin mencionar ni una sola palabra sobre el dossier que hemos presentado con información científica de primera mano pues la elabora la propia Sanofi Francia y la ocultan Sanofi Aventis España y la Agencia de Medicamentos).
5. Los peritos de Sanofi en los juicios dicen saber todo sobre el producto pero no conocer ese dossier, que contiene los datos de ensayos clínicos (no hay ninguno a más de tres meses por la propia idiosincrasia del producto, es decir, sabían que no podían hacer ensayos a más de tres meses por la peligrosidad; el producto consumido a más de tres meses aumenta la peligrosidad y la posibilidad de daños neuropsiquiátricos).
6. Requerimos a las sociedades médicas que nos den el nombre de los expertos para solicitar que revisen la literatura científica del producto (estamos seguros que no tuvieron el dossier que Sanofi ocultó durante años) y anulen su informe para la Agencia que exoneraba al fármaco y con ello al laboratorio.
7. Hubo un engaño por parte de Sanofi Aventis, primero al permitir que su producto, habiendo sido ensayado durante sólo tres meses, porque más no podían por temas de diseño, fuera consumido durante y años por muchas mujeres.
Las sociedades se callan y dicen no conocer a los expertos y solo nos dan el nombre de Vicente Baos, que cuando le preguntamos no quiere hablar (ayer mismo bloqueaba en Twitter a mi compañero abogado Francisco Almodóvar y hoy veo que también me ha bloqueado a mí).
¿Por qué no quiere hablar sobre las evidencias científicas de Agreal uno de los máximos adalides de la evidencia científica en España?).
Por todo ello, hemos presentado una segunda queja a la Agencia Española de Medicamentos, para solicitar nombres y anulación del informe de expertos y nota informativa de 2007. La propia nota informativa de ese año dice que la entidad que de pende de Sanidad está investigando y que se actualizará la información. Nunca lo han hecho. Además, en 2018 siguen engañando a los jueces de la Audiencia Nacional y a la comunidad médica.
Por Miguel Jara 31 de octubre de 2019
No hay comentarios:
Publicar un comentario