Las investigadoras Meritxell Gironella y Saray Duran-Sanchon, junto al director del Clínic Antoni Castells (Kim Manresa)
ANA MACPHERSON, BARCELONA14/11/2019
Incorporar dos nuevos indicadores de cáncer en los test de sangre en heces que se usan para prevenir tumores de colon y recto podría reducir un 35% la necesidad de recomprobar con colonoscopias los casos positivos.
Es una de las consecuencias más notables del estudio presentado por el equipo del Clínic, que también puso a punto el actual modelo de cribado de cáncer de colon instaurado desde el 2010.
El test de sangre en heces, el del palito en un envase con forma de USB que reciben todos los ciudadanos a partir de los 50 años para detectar el riesgo de tener un cáncer de colon, es de una eficacia enorme. Según los estudios previos, este cribado debería reducir la mortalidad un 15%.
“Desde que empezó a implantarse en la vida real, la cifras de mortalidad por este cáncer ya han empezado a encoger. Más del 9%, a pesar de que apenas la mitad de los invitados hacen la prueba”, recuerda Antoni Castells, coordinador de esta investigación y de la anterior y actual director médico del Clínic.
El test preventivo ya lo realiza la mitad de la población de 50 a 69 años, y la mortalidad ha empezado a bajar
Ahora, el mismo equipo propone un test con el mismo formato, sin ninguna diferencia para el usuario, pero enriquecido con la detección en laboratorio de dos microARN. Son sustancias que se expresan de forma anómala cuando hay algún tipo de cáncer de colon o de recto o cuando existen lesiones avanzadas que acabarán siendo cancerosas. Para determinarlas se realizaron estudios en varias etapas. .
.
Desarrollaron un algoritmo matemático para identificar a las personas con lesiones avanzadas que tenían esos microARN en las heces y de más de 100 fueron reduciendo hasta las dos que usan para señalar el problema con la máxima precisión.
“El estudio lo hemos realizado en personas que daban positivo en el test de sangre en heces. Ahora tenemos que validarlo también en quienes dan negativo a la prueba de cribado, para saber si el test nuevo detecta casos que se escapan porque no sangran”, explican.
La prueba enriquecida no es compleja, aunque supondrá un mayor gasto de laboratorio. “Pero el problema es que para validarlo hace falta estudiar muchos más casos, un grupo de unas 10.000 personas que hayan hecho la prueba de sangre en heces y podamos analizarlas retrospectivamente. Para eso no bastará con la financiación habitual en investigación. Necesitamos a la industria”, reconoce Castells
La población convocada para estas pruebas de cribado es actualmente de dos millones de personas en Catalunya y unos 12 millones en toda España. Hombres y mujeres de 50 a 69 años que cada dos años pueden llevar el envase con el palito a la farmacia. Cuesta 1,50 euros cada prueba. La nueva será más cara, seguro, pero no necesariamente mucho más.
Cuando el laboratorio del hospital analiza el contenido de lo que ha tocado ese palito, avisan a los que dan positivo porque hay hemoglobina en sus heces y podría proceder de una lesión en el colon o el recto. En el 35% de casos positivos no había tales lesiones, ni pólipos, sino unas hemorroides o un hallazgo benigno.
Gran parte de esos falsos positivos se podrán ahorrar la colonoscopia con el nuevo test. “Quizás eso anime a participar en el cribado. Cuesta mucho hacerse una prueba preventiva cuando se está sano. Si hay menos colonoscopias, es posible que aumente la participación, que ahora es de alrededor del 50%, siempre más baja en hombres”, indica Castells.
Desde que se usa el palito, el 60%-70% de los casos se detectan en fases iniciales, más del doble que antes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario