lunes, 12 de abril de 2021

¿Despiertas a mitad de la Noche y no puedes volver a dormir? Sigue estos Consejos para conciliar el Sueño


A VECES OCURRE QUE EL SUEÑO SE INTERRUMPE INESPERADAMENTE, PERO NO POR ELLO TIENES QUE SUFRIR UNA NOCHE DE INSOMNIO; SIGUE ESTOS CONSEJOS PARA EVITARLO Y RECUPERAR TU DESCANSO

Como bien se sabe y se ha demostrado incluso científicamente, dormir es una de las actividades esenciales para preservar el bienestar y la salud. El descanso por las noches está asociado a procesos fisiológicos clave como la recuperación de los órganos y de los músculos, la regeneración celular y la higiene del sistema linfático y del cerebro.

En sentido figurado se suele decir que al dormir el cuerpo aprovecha para “sacar la basura”, pues, en efecto, muchos de los residuos que se generan como resultado del funcionamiento de nuestro cuerpo –a todos niveles– se desechan durante la noche. Y todo esto por hablar sólo de la salud a partir del momento en que el desarrollo ha cesado; en etapas tempranas, el sueño es todavía más importante, pues está asociado con procesos como el crecimiento o el desarrollo neuronal adecuado, entre otros.

A nivel del bienestar, muy posiblemente la mayoría de nosotros conocemos el gran contraste que existe entre una noche de descanso pleno y otra poblada por las inquietudes del insomnio. La diferencia al despertar y comenzar el día suele ser abismal. 

Una noche pasada en vela genera malestar, irritabilidad, un tipo especial de fatiga que parecería imposible de disipar y más. Y si el insomnio o el sueño interrumpido y sin descanso se mantienen por varios días, los efectos sobre la salud mental y psicológica se multiplican: estados como el estrés, la ansiedad y aun la depresión pueden potenciarse cuando las noches sin dormir aumentan.

Una situación relativamente común que puede llegar a ocurrir es despertar a mitad de la noche y tener dificultad para conciliar nuevamente el sueño. Los motivos por los que esto sucede son varios, ya sea internos (alguna preocupación que nos tiene tensos, una pesadilla, una afección de salud), externos (un ruido inesperado que nos despertó, dormir con una pantalla encendida) o una combinación de ambos (haber cenado o bebido en exceso). El problema es que, cuando esto sucede, el riesgo es pasar la noche en blanco.

¿Qué hacer en esas situaciones para volver a dormir? A continuación te compartimos algunos consejos esenciales para reconciliar el sueño perdido.

Acoge tu despertar inesperado

Sí, es cierto, a nadie le gusta despertarse sin motivo aparente ni intención manifiesta a mitad de la noche y arriesgarse a ser visitado por el insomnio. Sin embargo, si esto ya ocurrió, lo mejor que puedes hacer es aceptar tranquilamente la situación. 

De cualquier manera ese despertar inesperado ya se presentó y, en un primer momento, no puedes hacer nada para remediarlo. Más aún, si te resistes, si te enojas, si comienzas a preocuparte o a inquietarte, a mirar el reloj, a hacer cuentas de lo poco que has dormido o del tiempo que falta para que tu día inicie, lo más probable es que la situación empeore. Mejor darle la bienvenida a la circunstancia, incluso cuando no sea del todo placentera.

No enciendas tu teléfono o algún otro aparato de pantalla luminosa

En nuestra época, mirar el teléfono portátil es ya un acto reflejo e inconsciente al primer instante que sentimos como “tiempo vacío”. Como han sugerido algunos autores, a causa de esos y otros dispositivos afines pareciera que hemos perdido la capacidad de aburrirnos y de soportar momentos de escasa o nula actividad.

 Y el insomnio califica perfectamente como uno de ellos. Tumbados sobre la cama sin poder hacer gran cosa, parece muy fácil tomar el teléfono e intentar “matar” el tiempo en tanto vuelve el sueño mirando el feed de nuestras redes sociales, ver un video o el capítulo de alguna serie, enviar un mensaje…

Este hábito, sin embargo, puede ser contraproducente, pues como también se ha demostrado, más que contribuir a ese estado de relajación necesario para dormir, mirar el teléfono e interactuar con él nos pone en alerta. Ya la luz que emite es suficiente para activar el cerebro casi como si estuviéramos totalmente despiertos y activos, y si a eso sumamos la atención que requiere leer una publicación, seguir un video o incluso escuchar una canción o un programa de audio, el efecto es catastrófico para el descanso.

Si ya te despertaste a media noche y quieres dormir, hazte un favor y NO comiences a usar tu teléfono o algún otro aparato de pantalla luminosa.

No temas salir de la cama

Cuando el sueño se interrumpe a mitad de la noche, una forma de conjurar la posibilidad de no poder volver a dormir es, curiosamente, levantarse de la cama a hacer alguna actividad sencilla que sepas que te trae algún tipo de tranquilidad.

Puedes salir de la cama y estirarte un poco, levantarte por un vaso de agua, continuar armando ese rompecabezas que empezaste hace unos días, leer un poco, hacer algunas respiraciones conscientes o alguna otra acción de ese tipo, que no requiera ni mucho esfuerzo ni mucha atención. Todo esto en el ánimo que señalábamos en el primer punto: con tranquilidad, confiando en que el sueño volverá en algún momento.

BONUS: Mastúrbate

Es ampliamente sabido que el orgasmo es una de las sensaciones más propiciatorias para el descanso. En un encuentro, esto se explica también por el esfuerzo físico que implica el acto sexual. No obstante, por sí solo el orgasmo genera suficientes endorfinas y dopamina (el neurotransmisor asociado con la sensación de bienestar) como para relajar el cuerpo, disipar el estrés y cualquier otra tensión e invocar así el sueño profundo.

Aunque este es un recurso totalmente válido al cual puedes acudir en momentos de necesidad, también vale la pena usarlo con moderación, pues el cuerpo puede crear una relación de dependencia de la cual se derive que ya no puedas dormir si antes no te masturbas. Y no es que esto sea “malo” o dañino en sí mismo, pero, como toda relación de apego, puede generar efectos inesperados para tu bienestar.

Lo mejor sería que pudieras dormir tranquila, plácida y profundamente según tus necesidades y tus rutinas, sin ningún tipo de estímulo externo que te “ayude” a conciliar el sueño. Y esto es posible, pues usualmente una buena “higiene” del sueño (como se le nombra en algunos ámbitos) está asociada con otros hábitos saludables como una dieta balanceada, una rutina de horarios fijos e igualmente equilibrados entre todas tus actividades (trabajo, ocio, familia, etc.), una buena dosis de actividad física con un esfuerzo acorde a tus condiciones, relaciones saludables en tu entorno y otros.

Procura tu bienestar (en sentido amplio) y muy seguramente las noches de sueño profundo vendrán por sí mismas, sin que las busques afanosamente.

¿Qué te parece? ¿Qué consejos le darías tú a alguien que quiere dormir y no puede? ¿Te ha pasado a ti? No dudes en compartir con nosotros tu opinión y experiencias en la sección de comentarios de esta nota o través de nuestros perfiles en redes sociales.


Imagen de portada: Alyssa L. Miller / Flickr (CC BY 2.0)

https://pijamasurf.com/2021/04/despiertas_a_mitad_de_la_noche_y_no_puedes_volver_a_dormir_sigue_estos_consejos_para_conciliar_el_sueno/


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