La doctora Nadiya Popel trabajaba en la unidad de Urgencias del Hospital Mateo Orifila, en Menorca.
La doctora Nadiya PopelEl pasado mes de mayo de 2021 el Servicio de Salud de Islas Baleares suspendió de empleo y sueldo a la doctora, por los comentarios que hizo en una entrevista dada a un diario local donde advertía de los riesgos de la vacuna AstraZeneca.
En la entrevista, la doctora señalaba que no pretendía crear polémica, ni criticar, ni enfrentarse a nadie, pero «creo que es necesario dar información a la gente para que reflexione y decida». Así comienza la entrevista en la que la doctora quería compartir «su dolorosa experiencia» durante el último mes (la entrevista se publicó en el mes de abril de 2021), cuando ella y otros colegas habían atendido a 19 personas a las que se les había administrado la vacuna de AstraZeneca.
La doctora Popel trabaja en este hospital desde hace 16 años y en la entrevista asegura que durante su experiencia profesional «nunca había visto tantos efectos secundarios en tan poco tiempo a partir de una actuación sanitaria».
Antes de dar la entrevista, la doctora Popel se dirigió formalmente al gerente del hospital, Romá Julià y a la directora médica Tamara Contreras, así como al jefe de Urgencias para expresarles su valoración como profesional ante lo que estaba viendo en la práctica diaria.
La entrevista recoge que, de las 19 personas que acudieron al Hospital inmediatamente después de vacunarse, 14 eran mujeres y 5 hombres, todas tienen entre 23 y 62 años, sin antecedentes médicos de interés y pertenecen al colectivo de docentes. Dos de ellas precisaron ingreso hospitalario y una de las mujeres tuvo que ser trasladada al hospital de Son Espases por sospecha de meningoencefalitis. La otra mujer estaba en planta del hospital con cefalea importante y dolor de piernas para estudio neurológico.
La doctora Papel manifiesta en la entrevista su opinión al respecto de la necesidad de paralizar la administración de esta vacuna: «es mi opinión en función de lo que estoy viendo», señaló. Igualmente explica que en Urgencias recibieron un protocolo para descartar trombosis en senos venosos cerebrales: «nos recomiendan que sospechemos cuando los que vienen tienen dolor de cabeza, porque sí pueden sufrirla».
Precisamente en el momento de publicarse la entrevista, Castilla y León acababa de decidir paralizar cautelarmente las inyecciones de AstraZeneca por los casos de trombos encontrados, que posteriormente confirmaría la Agencia Europea del Medicamento.
Primero la verdad y el código deontológico
Desde el servicio de Salud del Gobierno balear suspendieron durante seis meses a la Doctora, considerando que estas declaraciones realizadas «han estropeado la credibilidad» del hospital y denotan «deslealtad institucional», que choca «con sus obligaciones de funcionaria pública». La doctora, por su parte, consideraba que por encima de todo está su deber de cumplir con el código deontológico de su profesión como médico, y que un técnico-administrativo no puede decidir si una opinión médica «está bien o está mal». «Primero está la verdad y el código deontológico» defendió esta doctora en todo momento.
La Fiscalía consideró que el Gobierno balear vulneró la libertad de expresión de la doctora
Tras iniciarse un expediente sancionador contra la doctora, mediante el cual se le sancionaba con cuatro años de suspensión de empleo y sueldo, Popel presentó un recurso por la vía contencioso-administrativa ante esta decisión de los responsables del Hospital y de la propia Consejería del Gobierno balear.
En enero de 2022 la Fiscalía emitió su posición ante el recurso presentado por la Doctora Popel. Consideró entonces el ministerio Público que la Consellería de Salud del Gobierno balear había vulnerado el derecho a la libertad de expresión de la doctora Popel, trabajadora del servicio de Urgencias. Sin embargo, consideró la Fiscalía que la sanción que se le impuso por faltas muy graves de cuatro años suspendida de empleo y sueldo, «es plenamente acorde a derecho».
La fiscalía del juzgado Contencioso Administrativo de Palma ante el recurso que presentó la doctora en el mes de octubre de 2021, pone el foco en la libertad de expresión de la doctora, pero también respalda la suspensión de cuatro años.
El juzgado decreta la readmisión inmediata de la doctora
El juzgado contencioso administrativo número 3 de Palma dictó ayer sentencia respecto a la segunda demanda interpuesta contra la resolución de la Consejería de Salud del Gobierno balear que imponía la sanción disciplinaria contra la doctora, impidiéndole trabajar durante cuatro años. La demanda solicitaba la suspensión de las medidas cautelares, que establecían la suspensión de ejercicio de la profesión hasta la celebración del juicio (una fecha indeterminada, que podría tener lugar en 2024).
La jueza ha dado la razón a la doctora Popel y considera que todo este tiempo de inactividad para la doctora puede afectar a su propia profesión.
La decisión supone que la semana que viene la doctora Popel se incorpora de nuevo a su puesto de trabajo.
El Colegio de Médicos se opone a la incorporación de la doctora
Tras conocerse el auto de la juez, la Consejería de Salud balear informó ayer por la tarde que acata la decisión judicial «pero indicó que esta choca formalmente con la suspensión que le aplicó el órgano colegial el pasado mes de diciembre».
Se refiere la Consejería a la instrucción de un expediente disciplinario abierto poer el Colegio de Médicos, basándose en su condición de colegiada, suspendiéndole como tal durante 18 meses, por las declaraciones hechas en la entrevista citada.
Desde la Consejería han señalado que «ningún médico puede ejercer sin estar colegiado, algo que entra en clara colisión con la decisión de la magistrada».
La doctora, por su parte, explicó ayer que, en su opinión, la decisión del Colegio de Médicos no es firme, puesto que lo que recibió en diciembre fue una propuesta de sanción, que fue recurrida en alzada y que aún no ha sido resuelta. La defensa de la doctora ha anunciado la interposición de acciones judiciales si el Colegio no revoca el castigo que pretende imponer a su defendida.
El Hospital ha vetado el regreso de la doctora, basándose en la propuesta de sanción del Colegio de Médicos
Tal y como informa el Diario de Menorca, «La directora médica del Hospital Mateu Orfila, Tamara Contreras, comunicó este miércoles al mediodía en persona a la doctora Nadiya Popel que no podían darla de alta, de nuevo, en su puesto de trabajo en el servicio de Urgencias del Hospital, donde tiene la plaza en propiedad, en cumplimiento del auto judicial.
Contreras, junto al director de recursos humanos del centro hospitalario, Antoni Ligero, explicaron a la médica que cuando habían intentado tramitar su reincorporación desde el departamento central de recursos humanos les había notificado que la doctora figura como dada de baja en el Colegio Oficial de Médicos de Balears. Se confirma así la sanción de 18 meses de suspensión que le fue impuesta por el órgano colegial a finales de año.
Popel pidió que le proporcionaran por escrito la negativa a su admisión explicando los motivos. Por otro lado, su abogado, Luis de Miguel Ortega, asegura que no hay sentencia firme en el Colegio de Médicos porque continúa en proceso el recurso de alzada contra la sanción presentado en su día.
Salud informará ahora al Juzgado Contencioso Administrativo de Palma sobre la existencia de la sanción colegial a la doctora, mientras que su abogado, con toda seguridad, esgrimirá del mismo modo la existencia del auto judicial para conseguir que también se suspenda cautelarmente la ejecución de la sanción del Colegio impuesta a la médica.»
Creación de una asociación para proteger a las personas afectadas por la vacuna AstraZeneca, ATEAVA
En paralelo a este proceso de la doctora Popel, se ha constituido en España la asociación para la defensa del personal trabajador esencial afectado por la vacuna AstraZeneca.
La intervención del presidente, Pedro García, uno de los docentes afectados, ante la Comisión de Investigación sobre las vacunas del Congreso de los Diputados, puede verse en este enlace de la propia página web institucional.
Precisamente ATEAVA denuncia los efectos adversos derivados de la aplicación de esta vacuna al personal esencial. Su movilización ha conseguido que desde distintos sindicatos se exija al Gobierno que se reconozca el daño causado y se atienda a las víctimas.
En la propia web de la Unión Sindical Obrera puede leerse: «Efectos adversos de la vacuna AstraZeneca en trabajadores esenciales
La vacunación de trabajadores esenciales con AstraZeneca comenzó el 15 de febrero de 2021. Por responsabilidad y compromiso cívico, estos colectivos profesionales se vacunaron masivamente. La campaña de vacunación se paralizó el 15 de marzo, tras el fallecimiento de una docente, aunque posteriormente se reanudó. De cara a la segunda dosis se llevó a cabo la estrategia de hacer elegir al trabajador entre AstraZeneca y Pfizer, hasta que en julio se dejó de administrar esta vacuna.
Los trabajadores afectados sufrieron taquicardias y bradicardias incontrolables; tinnitus; miocarditis; pericarditis; parálisis; mareos; ahogos; disautonomía; cefaleas; pérdida de memoria; hematomas; trombosis, y algunos fueron hospitalizados e incluso ingresados en UCI.
Un año después de esta campaña de vacunación, ATEAVA solicita que se reconozca que las patologías que sufren están producidas por la vacuna AstraZeneca y que, por lo tanto, su origen es laboral para que puedan tener la cobertura y la atención adecuada. En muchos casos, tras un año de baja, se ven obligados a incorporarse a su puesto de trabajo sin estar en condiciones de hacerlo o, en casos de interinos, están en peligro de perder su trabajo.»
El gobierno suspendió primero y retiró definitivamente después la vacuna de AstraZeneca
El Ministerio de Sanidad decidió suspender la administración de la vacuna AstraZeneca, primero de manera temporal, el 15 de marzo de 2021. La web oficial del Gobierno, señala que «A lo largo del sábado y domingo pasados, y durante el día de hoy, se han recibido algunas notificaciones de trombosis venosa cerebral que es necesario estudiar más a fondo, ya que son muy poco frecuentes en la población general».
En ese momento varios gobiernos del norte de Europa decidían suspender indefinidamente las vacunas ante los casos registrados de trombosis cerebral.
«La doctora ha defendido la salud de sus pacientes y no los intereses de la industria farmacéutica»
En Diario16 hemos querido conocer la opinión de profesinales médicos sobre lo que está sucediéndol a la Doctora Popel. Por «prudencia» y por «estar agotados ante los ataques recibidos», nos trasladan su opinión, señalando que, precisamente la actitud de la doctora Popel es «la que un profesional debe defender: basarse en estudios, en casos, en la praxis diaria y en informarse e informar a sus pacientes».
«El tiempo ha demostrado que, cuando la doctora advertía de los riesgos de aplicar este medicamento, en fase experimental, tenía razón para hacerlo. Ahora vemos todo lo que ha pasado, incluso llegó a retirarse esa vacuna de la que ella advertía por los riesgos para la salud que conllevaba», nos comenta un médico.
«La acusación de deslealtad institucional a una profesional de la medicina, que ha demostrado preocuparse por la salud de los pacientes es absolutamente escandalosa. Lo que ha demostrado esta doctora es, precisamente, la lealtad al cuidado de las personas, que es lo que un profesional de la Medicina debe mantener siempre, porque así lo ha prometido».
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