El exceso de antibióticos acaba matando también nuestras defensas, con lo cual estamos más expuestos a las enfermedades. Hay que reforzar las defensas.
. Hay muchas personas que detrás de un resfriado pillan otro. No terminan con una infección y comienzan con otra.
El problema es que al final las bacterias y virus se vuelven inmunes o muy resistentes a los antibióticos y hay que ir cambiando de antibiótico o aumentar la dosis. Ello conlleva un ataque a nuestra flora intestinal.
A menos flora intestinal más debilitamos nuestro sistema inmunológico y ahí entramos en una rueda de donde cuesta mucho salir.
La medicina normal u oficial (alopática) ha avanzado muchísimo en lo que respecta a urgencias. Un ataque al corazón, un accidente de tráfico, una infección grave, etc. son un ejemplo de cosas muy graves en los que esta medicina nos ayuda a salir del apuro.
Diríamos que para los síntomas agudos el resultado es, en general, muy bueno.Lo curioso es que cada vez hay más personas con síntomas o enfermedades crónicas.
Cada vez hay más asmáticos, diabéticos, artríticos, alérgicos...
Las personas viven más años pero llenas de achaques.
Aquí es donde la medicina natural tiene mucho que aportar y es que la medicina tradicional u oficial si no hay un virus o una bacteria que se pueda matar, en la mayoría de las ocasiones, no sabe que hacer. Lo que hemos de hacer además de tomar medicamentos o no, es cuidar nuestro organismo ya que de ello depende de que esos microbios puedan reproducirse con más o menos facilidad. A eso se le llama cuidar el Terreno.
¿Qué podemos hacer por nuestras defensas?
Mejorar nuestra dieta: beber más agua, tomar más frutas y verduras, tratar de eliminar los alimentos refinados y llenos de aditivos químicos, tomar más legumbres y proteínas vegetales, eliminar el tabaco, tener un orden en la frecuencia de las comidas, etc.
Practicar más deporte: nuestro cuerpo se oxigena más y favorecemos la eliminación de toxinas.Cuidar nuestros niveles de hierro:es muy curioso que las personas bajas de hierro suelan tener más tendencia a infecciones y les cuesta más salir adelante. Deben vigilar especialmente aquellas mujeres cuya menstruación o periodo es muy abundante o les dura mucho.
Vigilar el exceso de lácteos: hay en día estamos cambiando la fruta por el yogur. La verdad es que los yogures están riquísimos y todo el mundo nos dirá que son "imprescindibles". Un yogur nos puede venir bien pero si eso supone que eliminamos la fruta la verdad es que salimos perdiendo. Esto lo estamos notando especialmente los pueblos mediterráneos. Ante el bombardeo médico todo el mundo ha aumentado el consumo de leche, queso, yogur y alimentos enriquecidos con calcio. En cambio ahora tomamos menos fruta, menos verduras, menos legumbres y frutos secos.
Quizá seamos ahora más altos pero dudo que seamos más sanos. Antes en una clase de niños como máximo había un alérgico, un obeso (el típico gordito de la clase) ahora el tanto por cien de asmáticos, alérgicos, obesos, diabéticos, etc. es increíble.
Intentemos pues que nuestra dieta sea lo más variada posible.
Cuidemos nuestro nivel de estrés: la verdad es que es todos estamos dentro de una espiral de prisas, anhelos, obsesiones, problemas, etc. de la que es difícil salir. Es muy importante ver las prioridades reales de nuestra vida y tratar de eliminar o solucionar aquellas que nos consumen más energía y dolores de cabeza. Si no podemos cambiar una situación quizá si podemos tratar de cambiar el enfoque (en nuestra sección REFLEXIONES podemos encontrar algún ejemplo práctico)
Busquemos antibióticos naturales: para la mayoría de casos banales siempre podemos preguntar a nuestro médico si nos puede aconsejar en lugar de antibiótico tomar Echinacea, Propóleo o Própolis, extracto de semilla de pomelo, ajo, cebolla, vitamina C, algún remedio homeopático o cualquier otro de los muchos regalos que la naturaleza nos ha ofrecido. El nos dirá cual nos conviene y que dosis. Si cree conveniente también nos recomendará un suplemento de "flora intestinal" (Acidóphilus, Bífidus, etc.)
Respetemos a nuestro cuerpo: cuando tenemos un proceso gripal no se trata, como dice la publicidad, de tomar una capsulita y continuar como si no pasara nada. En el peor de los casos, si no podemos quedarnos en casa varios días intentaremos potenciar nuestras defensas con alguno de los remedios que hemos citado antes y no cortar los síntomas. Comeremos más suavecito (lo ideal serían zumos o caldos, según tengamos frío o calor) y descansaremos lo más posible.
Por supuesto os aconsejamos siempre acudir a un profesional ya que cada caso es diferente. Terapias que tratan de ir al fondo de nuestro caso como la Homeopatía, Oligoterapia, Acupuntura, Medicina Ayurveda, etc. son siempre muy recomendables ya que nos ayudarán a entender nuestra tendencia personal a enfermar y que herramientas tenemos para recobrar la salud.
En todos los casos le recomendamos consultar con su médico, terapeuta u otro profesional de la salud competente. La información contenida en este artículo tiene una función meramente informativa.
Fuente : Josep Vicent Arnau
Naturópata y Acupuntor
Colaborador de enbuenasmanos.com
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