A pesar de estar casi a la par que el té a la hora de quemar las grasas del organismo, el CLA destaca por ser más inofensivo para el organismo y actuar de dos maneras, no solo acelerando el metabolismo y con ello la combustión de las grasas acumuladas en el organismo, sino que además este ácido lo que hace es bloquear el transporte de las grasas a las células adiposas.
La manera de hacerlo es mediante la inhibición de una enzima, la LPL, que es la que se encarga de acumular la grasa en el organismo.
Además de inhibir la acumulación de grasa lo que hace es potenciar la destrucción de la misma por parte del organismo, ya que acelera y facilita el transporte de la grasa hacia la mitocondria celular, lugar en el que se quemarán para obtener energía.
Es cierto que los milagros no existen, y que todas estas sustancias nos ayudarán a perder grasa, siempre y cuando las combinemos con ejercicio y con una dieta adecuada. Además, es importante no sobrepasarse nunca con la dosis de cada una de ellas, y es necesario que le comentemos a nuestro médico de su ingesta si padecemos alguna enfermedad o trastorno.
Los isómeros del ácido linoleico conjugado aparecen como componentes minoritarios de la fracción lipídica, fundamentalmente en la carne de ovino y bovino, así como en la leche procedente de estos animales, y pueden representar en estos productos el 0,65% de los lípidos totales.
Si bien este ácido se encuentra mayoritariamente en alimentos de origen animal, también puede encontrarse, aunque en proporciones muy inferiores, en aceites vegetales.
Si bien este ácido se encuentra mayoritariamente en alimentos de origen animal, también puede encontrarse, aunque en proporciones muy inferiores, en aceites vegetales.
El ácido linoleico conjugado se produce in vivo como un intermediario durante la biohidrogenación parcial del linoleato por la bacteria Butyrvibrio fibrisolvens de la flora bacteriana de los rumiantes. en animales no rumiantes como la rata, el ácido linoleico conjugado se genera también a partir del linoleato libre por la acción de las bacterias de la flora intestinal.
El organismo humano, aunque también incluye la bacteria B. fibrisolvens entre su flora intestinal, no puede convertir el ácido linoleico contenido en el aceite de girasol en su isómero conjugado. no obstante, se ha comprobado que en el hombre el acido linoleico conjugado puede formarse a partir de los ácidos grasos trans de la dieta.
El organismo humano, aunque también incluye la bacteria B. fibrisolvens entre su flora intestinal, no puede convertir el ácido linoleico contenido en el aceite de girasol en su isómero conjugado. no obstante, se ha comprobado que en el hombre el acido linoleico conjugado puede formarse a partir de los ácidos grasos trans de la dieta.
La carne de res contiene entre 2,9 y 4,3 mg de ácido linoleico conjugado por gramo de grasa. en los quesos, el contenido oscila entre 2,9 y 7,1 mg por gramo de grasa. la leche de vaca contiene 5,5 mg de ácido linoleico conjugado por gramo de grasa, aunque esta cifra puede modificarse por diversos factores: localización geográfica, estacionalidad, alimentación del animal, etc. tales factores también condicionan la cantidad de ácido linoleico conjugado presente en los quesos elaborados con esta leche.
Si bien el ácido linoleico conjugado se encuentra mayoritariamente en alimentos de origen animal, también puede encontrarse, aunque en proporciones muy inferiores, en aceites vegetales.
En lo que respecta a la procedencia de la leche, se ha comprobado que los mayores niveles de ácido linoleico conjugado se encuentran en la leche de oveja, le sigue la de vaca y, finalmente, la de cabra. el calentamiento de estos alimentos a elevadas temperaturas incrementa los niveles de este ácido. a modo de ejemplo, puede citarse la fritura de las carnes o la pasteurización de los productos lácteos.
En una dieta mixta promedio occidental se estima que el consumo de ácido linoleico conjugado puede alcanzar la cantidad de 1,5 g por día, aunque esta cifra varía mucho dependiendo de los hábitos culinarios de cada país, así como del porcentaje de ácido linoleico conjugado aportado por las carnes de los animales rumiantes.
En una dieta mixta promedio occidental se estima que el consumo de ácido linoleico conjugado puede alcanzar la cantidad de 1,5 g por día, aunque esta cifra varía mucho dependiendo de los hábitos culinarios de cada país, así como del porcentaje de ácido linoleico conjugado aportado por las carnes de los animales rumiantes.
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