Al hilo de lo que publicamos ayer bajo el título Pandah y el nuevo medicamento para la “infancia TDAH”. Una de las cosas más graves que ocurren con la expansión en medicina de los conflictos de intereses es que luego vemos que esos supuestos expertos -pagados por los laboratorios de medicamentos para que promueven determinadas enfermedades, su dagnóstico y tratamiento, suelen llevar la voz y el voto sobre las medidas que se tomaran en el futuro. En este caso, sobre el TDAH y su manera de abordarlo.
El Grupo Parlamentario Popular en el Congreso de los Diputados presentó en su día una proposición no de ley por la que se insta al Gobierno a impulsar medidas para mejorar la diagnosis y el tratamiento del Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH), impulsando la detección precoz y promoviendo un abordaje multisdiciplinar y transversal.
Este cometido, según señalaron los “populares” en el texto, tiene que implicar a las administraciones sanitarias, sociales y educativas a través del impulso de las recomendaciones establecidas en la Guía de Práctica Clínica sobre el TDAH en Niños y Adolescentes (ver a partir de la p. 221 los conflictos de intereses de muchos de sus autores).
Es decir, los expertos le dicen al Congreso cómo actuar con el TDAH y en los que tienen intereses en seguir trabajando con dicha enfermedad (y sus pequeños sufridores) porque reciben dinero de los laboratorios que fabrican los medicamentos ad hoc, no sabemos si hablan con criterio propio o son la voz de “sus” laboratorios.
¿No hay ninguna manera de parar este insulto a la inteligencia que se traduce en medidas graves sobre la infancia -y suculentos repartos de pastel para los que están detrás? Me resigno a creerlo…
A buena parte de la población le da por pensar que el médico que es pagado por el laboratorio Shire (el último en vender una medicación para el TDAH, el fármaco Equasym) y Janssen y Rubió y muchos otros, para dirigir su proyecto Pandah para el TDAH y que se encarga de asesorar al gobierno a través de su consejo de expertos y sus Guías de Práctica Clínica del TDAH, es difícil que sea imparcial y objetivo.
Lo racional es pensar que una persona así no va a decidir con total libertad e independencia las mejores soluciones para el TDAH (curiosamente las que suelen exponer son las que a las farmacéuticas que le pagaron le convienen).
Pero no creáis que en este post ha habido ánimo alguno en tirar a dar al PP, no. La cosa es mucho peor. El lobby medicalizador toca todos los palos. Así, Izquierda Plural parece que está aliándose con lo peorcito del capitalismo corporativo y con toques nazis para empeorar las cosas a la “infancia TDAH”. Big Pharma lo penetra todo, al fin y al cabo ellos fabrican la vaselina.
Para intentar cambiar esta situación dramática de utilización de la infancia para hacer negocios son decisivas las asociaciones de afectados por la clasificación TDAH y de médicos libres de humos industriales. Me da la impresión que lo más grave no es la enorme corrupción con la que se está impulsando esta enfermedadsino que muchas mentes honestas han caído en el juego de los traficantes de enfermedades y adoptado su discurso y práctica (otros NO).
Publicado por Miguel Jara (@MiguelJaraBlog) el 31 de agosto de 2013
No hay comentarios:
Publicar un comentario