jueves, 25 de junio de 2015

Qué puedes hacer para no sufrir un golpe de calor

El verano y el calor han venido para quedarse. Los termómetros se han disparado y probablemente muchos de nosotros estemos ya buscando algún remedio para combatir las altas temperaturas.

Evita realizar actividad física intensa en las horas de más calor.

Los niños, los ancianos y los enfermos crónicos, mucho más vulnerables a sufrir las consecuencias del calor, son quienes peor lo pasan en esta época y sobre los que debemos tener una especial atención.

En este sentido, siempre es aconsejable recordar las recomendaciones de los expertos y evitar así que el sofocante calor afecte lo menos posible a nuestro día a día.

El Instituto DKV de la Vida Saludable ofrece una serie de consejos preventivos y prácticos para minimizar los daños y que estos días de calor no nos impidan continuar con una vida saludable y disfrutar del buen tiempo.

Beber agua abundante, vestir ropa ligera y transpirable y evitar las horas centrales del día, son algunas de las recomendaciones a seguir.

No obstante, es necesario tener en cuenta que, la tendencia a tener sueño, el cansancio continuado por pulso lento o los calambres musculares, son algunos de las señales más comunes en el caso de sufrir un golpe de calor. Por ello, debemos estar alerta y acudir al especialista si sufrimos alguno de estos síntomas.

Bebe agua antes de tener sed

Entre siete y ocho vasos diarios (aproximadamente unos 2 litros) son necesarios para mantenerse correctamente hidratado ante las altas temperaturas.

Procura beber abundante agua y no esperes a que te entre la sed

En el caso de los niños y ancianos, la vigilancia será mayor sobre todo si se encuentran solos o enfermos y, además de agua, es conveniente la ingesta de bebidas isotónicas para recuperar las sales minerales.

No salgas durante las horas centrales del día

Durante las horas centrales del día conviene quedarse en lugares frescos, a la sombra o climatizados. En casa, se recomienda descansar en las zonas más frescas y regular la temperatura por la noche, ya que el cuerpo se enfría durante el sueño.


Toma más frutas y verduras

Ante las altas temperaturas, hay que evitar las comidas copiosas y hacer ingestas ligeras y frescas que favorecen la digestión y mitigan los efectos del calor. Hacer comidas menos abundantes y más veces al día no solo ayuda a sentirnos mejor sino que es más saludable.

Ponte ropa ligera y transpirable

Las prendas con tejidos naturales, ligeras y holgadas ayuda sentirnos más cómodos tanto dentro como fuera de casa. Recuerda que los colores claros atraen menos los rayos del sol y hacen que la sensación de calor sea menor.

Alimentos como la sandía ayudan a reponer líquidos.

Si practicas deporte, a primerísima hora

Evita hacer ejercicio al aire libre durante las horas centrales y más calurosas, entre las 12 del mediodía y las 6 de la tarde. Realizar actividad física intensa durante las horas centrales del día puede ser causa de insolación. Es aconsejable reducir el ritmo de ejercicio durante esta época del año. 

No olvides la protección solar

En el caso de los bebés, su piel es mucho más sensible y la exposición al sol les puede producir graves quemaduras aunque sea durante poco tiempo.

Para ellos, así como para niños y ancianos, siempre es mejor utilizar un factor alto y adecuado. El uso de gafas de sol y sombrero ayuda a proteger la vista de los más pequeños y los golpes de calor.

https://es.tendencias.yahoo.com/blogs/salud-y-bienestar/-qu%C3%A9-puedes-hacer-para-no-sufrir-un-golpe-de-calor-071443064.html

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