Este juguete está revolucionando a nuestros hijos y está de moda en todos los colegios e institutos. Es por este motivo por el que algunos analistas se han dedicado a estudiar su composición y sus posibles riesgos y no ha sido nada agradable lo que se han encontrado. El famoso “Fidget Spinner” contiene compuestos letales que podrían perjudicar gravemente a la salud de los niños que lo usan.
Originalmente estos “aparatos anti-estrés” se crearon para niños con déficit de atención y trastornos sensoriales, ya que les permitía mantener las manos ocupadas mientras se concentraban en tareas otras tareas más importantes. Sin embargo con el boom que están teniendo, se están fabricando falsificaciones sin ningún tipo de control de seguridad ni calidad que determinen si son dañinos o no para la salud.
Según este estudio, han encontrado altos niveles de plomo y mercurio, concretamente 19.000 ppm de plomo y 1.000 ppm de mercurio. Según los estándares, un juguete puede contener como mucho 90 ppm para que no resulte tóxico. Si bien es verdad que la advertencia no afecta a todos los spinners, es también cierto que debido a que el juguete no tiene una licencia definitiva, no nos es posible establecer cuales son peligrosos y cuales no.
Tamara Rubín, reconocida activista ambiental, realizó los estudios con una máquina de rayos X, y por supuesto concluyó que no todos tenemos una de estas máquinas en nuestra casa, la cual nos ayude a identificar si nuestros spinners están contaminados o no. Rubín aconseja crear nuestros propios spinners caseros, con goma o material lego, ya que el plomo y el mercurio puede provocar intoxicaciones muy graves causando la muerte.
Además, ya se han dado casos de niños que han muerto ahogados jugando con este cacharro. Hay que tener mucho cuidado con los más pequeños de la casa, que suelen llevarse todas las cosas a la boca. Ya publicamos un post ayer donde mostrábamos como un bebé se pillaba un dedo con el famoso juguete.
Tampoco hay que olvidar la distracción que está suponiendo para los niños. Los colegios están repletos de Spinners que evitan que los niños presten atención a las explicaciones de los profesores y distrayendo a sus compañeros. El verdadero problema está en que cuando un profesor le pide al alumno el juguete este responde que se lo ha recetado el médico, ya que estos aparatos se comercializan como herramientas de ayuda para pacientes con autismo, déficit de atención, estrés, ansiedad y hasta depresión.
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