Qué es el virus Coxsackie, cómo afecta a adultos y niños, y cómo protegerse de él
El virus Coxsackie es una enfermedad viral muy contagiosa, que afecta más comúnmente a los niños.
Actualmente se están presentando casos en 7 localidades mexicanas: Tlaxcala, Oaxaca, Hidalgo, Estado de México, Querétaro, Zacatecas y Tamaulipas. Y el primer caso en Estados Unidos ya ha sido detectado.
Si se diagnostica a tiempo y recibe tratamiento, esta enfermedad no suele tener complicaciones graves. Sin embargo, en algunos casos que se agravan puede provocar otras infecciones como meningitis viral (que afecta las membranas que recubren el cerebro), encefalitis (infección en el cerebro) o miocarditis (infección en el músculo cardíaco).
Por eso, conviene conocer los síntomas y formas de contagio para poder actuar con rapidez.
¿Cómo se contagia?
Este virus se puede contagiar de una persona a otra, por lo general a través del contacto con manos sucias o superficies contaminadas con heces, donde éste puede vivir varios días. Cuando un niño lo contrae, lo que suele ocurrir es que el virus está presente en su saliva, y el bebé lo expande al resto de su cuerpo porque se chupa las manos o los pies. En las zonas donde la saliva infectada entra en contacto con la piel, aparecen manchas rojas que causan comezón, y ésa es la señal para detectarlo.
En las zonas tropicales, las infecciones se producen durante todo el año, pero en climas más fríos los brotes del virus Coxsackie ocurren más a menudo en verano y otoño.
¿Cuáles son los síntomas?
Los virus Coxsackie provocan síntomas leves parecidos a los de la gripe en la mayoría de los casos, que desaparecen sin tratamiento. Pero en algunas ocasiones pueden generar infecciones más graves.
Cuando la saliva infectada entra en contacto con la piel, suele producirse, sobre todo en niños, la "enfermedad mano-pie-boca": un síndrome causado por el virus Coxsackie que se manifiesta con ampollas rojas y dolorosas en la garganta, la lengua, las encías, el paladar duro y la cara interna de las mejillas, así como en las palmas de las manos y las plantas de los pies.
También el virus puede provocar Heparangina (una infección de garganta que produce úlceras y ampollas rodeadas de un anillo rojo en las amígdalas y el velo del paladar, el lóbulo carnoso que cuelga de la parte posterior del paladar) y conjuntivitis hemorrágica (una infección que afecta a la esclerótica y suele empezar como un dolor de ojos que, de forma repentina, evoluciona a enrojecimiento, lagrimeo, hinchazón, fotofobia -sensibilidad a la luz- y visión borrosa).
¿Cómo prevenirlo?
Para prevenir el contagio de Coxsackie, lo más importante es la higiene. Las personas y los objetos que están en contacto con niños pequeños deben limpiarse constantemente. Es muy relevante, por ejemplo, la limpieza de los juguetes en las guarderías, y de los espacios donde se cambian pañales, y las manos de quienes lo hacen, ya que que la saliva y las heces contaminadas son la forma de contagio más común.
Las autoridades sanitarias mexicanas recomendaron:
El lavado frecuente de manos
Evitar el saludo de beso
Lavar con desinfectantes los juguetes que comparten varios niños, en casas o guarderías
Estornudar tapándose en el codo y consultar al médico en caso de síntomas similares a los de la gripeAunque en los adultos la infección no suele ser grave, es necesario tratarla para evitar contagiar a personas con las defensas bajas que puedan contraer una versión más grave de la enfermedad. Además, el virus puede contagiarse de las embarazadas a sus hijos, durante el parto.
Actualmente la enfermedad no se encuentra categorizada como epidemia, pero se informó que los casos han aumentado considerablemente con respecto a lo habitual.
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