El papel de los alimentos picantes y sus compuestos bioactivos en el manejo de la hipercolesterolemia.
La hipercolesterolemia, como uno de los principales factores de riesgo en el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, está aumentando en todo el mundo en los últimos años. Muchos nutracéuticos y suplementos fitoquímicos sirven como una terapia complementaria prometedora en el manejo de la hipercolesterolemia.
Entre ellos, las comidas picantes han atraído una atención especial. La actividad reductora de lípidos en el plasma del ajo, jengibre y cúrcuma ha sido bien estudiada tanto en humanos como en animales.
El consumo de 3 g/día de jengibre o 2 g/día de curcumina durante más de 4 semanas redujo efectivamente el colesterol en sangre en sujetos con hipercolesterolemia.
Sin embargo, los efectos del chile y los pimientos negros sobre el colesterol en la sangre son poco estudiados clínicamente. La presente revisión debe resumir los hallazgos de estudios recientes sobre la eficacia y el mecanismo de los alimentos picantes y sus principales componentes bioactivos en el tratamiento de la hipercolesterolemia, desde estudios preclínicos hasta ensayos clínicos.
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