EFECTOS MEDICINALES
La balneoterapia genera en nuestro organismo respuestas neuroendocrinas, inmunológicas e inflamatorias beneficiosas.
Dr. Eduardo Ortega e Isabel Gálvez
La balneoterapia se utiliza de forma complementaria en tratamientos para patologías muy diversas: cardiovasculares, respiratorias, gastrointestinales, endocrinas, neurológicas, cutáneas… Dentro de un balneario las terapias son muy diversas y cada una tiene su propia indicación.
Las técnicas que incluye la balneoterapia generalmente carecen de efectos adversos o estos son mínimos. Por este motivo resultan de gran ayuda para los pacientes de edad avanzada con riesgo de desarrollar problemas relacionados con la multimorbilidad –dos o más enfermedades crónicas
simultáneamente– y la polimedicación.
HORMESIS
La hidroterapia podría prevenir las complicaciones de la diabetes
Los distintos tratamientos que ofrece la balneoterapia generan una serie de respuestas biológicas que permiten aliviar una gran variedad de patologías. Cada terapia tiene sus propias indicaciones.
1. Fangoterapia
La balneoterapia y la fangoterapia ayudan a reducir la concentración de citoquinas inflamatorias. Este tipo de tratamientos, cuando se aplican a personas con diversas patologías inflamatorias de bajo grado –especialmente enfermedades reumáticas–, logran disminuir la concentración sérica de TNF alfa, IL-1s e IL-6.
Además, estas técnicas terapéuticas contribuyen a aumentar el factor de crecimiento antiinflamatorio IGF-1. En estudios liderados por el Dr. Ortega, de la Universidad de Extremadura, se ha constatado que la balneoterapia mejora la interacción entre la respuesta inflamatoria y de estrés, a través de una estabilización psiconeuroinmunoendocrina.
Alivia la artrosis
En un estudio publicado en 2017, hemos podido constatar que la terapia con lodo reduce los niveles de citoquinas inflamatorias en las personas con artrosis. Estas proteínas desarrollan un papel importante en la inflamación y en el metabolismo del cartílago.
Por este motivo, tras su modulación a través de tratamientos de balneoterapia se pueden apreciar importantes efectos condroprotectores que pueden resultar de gran ayuda para estos pacientes.
Otro factor que interviene en la degradación del cartílago son las metaloproteinasas de la matriz extracelular (MMP). Se ha observado que la aplicación de fangoterapia en personas con artrosis reduce los niveles séricos de MMP-3.
Es posible que esta reducción responda al efecto directo del tratamiento o que sea consecuencia de la disminución de mediadores proinflamatorios como las citoquinas, que promueven la secreción de MMP.
Esta reacción sugiere que la fangoterapia contribuye a la integridad del conjunto de estructuras que integran nuestros tejidos.
MENOS DOLOR
Ayuda en patologías reumáticas
Se ha visto que, en pacientes con patologías reumáticas y cardiovasculares, la balneoterapia produce una disminución de los niveles de proteína C reactiva (PCR), que aumentan en respuesta a la inflamación.
También se ha detectado una reducción notable de otros marcadores inflamatorios importantes, como las prostaglandinas E2 (PGE2) y los leucotrienos B4 (LTB4) tras la aplicación de tratamientos termales.
Reducción de la inmunidad
En un estudio reciente hemos podido observar que pacientes con artrosisque presentaban una reducción en la capacidad de los neutrófilos circulantes –leucocitos cuya principal función es la destrucción de bacterias– mejoraron significativamente después de que se les aplicara terapia con lodos.
2. Hidroterapia (38-42 ºC)
Los tratamientos hidrotermales reducen la concentración de glucosa en sangre y mejora la secreción de insulina, con lo que contribuye a prevenir las complicaciones de la diabetes.
Además, ayuda a regular el peso corporal y a preservar la salud arterial.
3. Balneoterapia con agua bicarbonatada, cálcica y lodo
Un ciclo de 10 sesiones de peloterapia a 38-42 ºC desencadena una reducción de los niveles de citoquinas inflamatorias en sangre y una estabilización inmunoneuroendocrina.
Como resultado, se alivian diferentes síntomas de la artrosis, como el dolor y la rigidez, y mejora la función de las articulaciones, lo que aumenta la calidad de vida de los pacientes.
4. Balneoterapia con agua sulfurada y lodo
La inmersión durante 20 minutos al día (12 días) en agua sulfurada a 37 ºC (combinada con lodo a 46-48 ºC y, en algunos casos, con esta agua bebida) disminuye la inflamación, el dolor y la degeneración del cartílago en pacientes afectados de artrosis.
5. Agua sulfurada bebida
Según se ha demostrado en diversas investigaciones realizadas en laboratorio, beber agua sulfurosa durante varias semanas previene la aparición de problemas relacionados con la diabetes.
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