Mantener una dieta inadecuada no solo repercute en nuestra salud a nivel orgánico, sino también en nuestro bienestar emocional.
¿Sería posible mejorar el ánimo comiendo fibra?
Esta es una pregunta que cada vez viene a ser más común, dado que se han dado a conocer varios estudios científicos que apuntan a que la cantidad de fibra que consumimos regularmente quizás tenga un papel mucho más importante en nuestro bienestar emocional de lo que se pueda creer.
La depresión va en aumento. Se calcula que hay unos 300 millones de personas con depresión en el mundo, 40 millones tan solo en Europa. En España, se calcula que el 5 % de la población padece depresión. Además, 2 de cada 3 personas no superan la depresión, por lo que viven con depresión crónica.
Los factores que conllevan a un estado depresivo son múltiples y a veces inevitables. Un factor cada vez más común es el estrés. El estrés crónico aumenta en gran medida el riesgo de padecer depresión y deteriora la actividad intelectual. Otro parámetro importante es el tipo de alimentación. Una dieta inadecuada puede afectar mucho el estado de ánimo.
Mejorar el ánimo comiendo fibra quizás sea la clave para ayudar a muchos pacientes que sufren de depresión crónica.
La dieta rica en fibra es clave
Una dieta rica en grasas y azúcares y baja en fibra aumenta el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares e intestinales. Además, afecta al cerebro.
En el artículo titulado: “No llenes el plato y mejorarás la memoria” comenté los trabajos científicos en los que se ha demostrado que mantener dietas hipocalóricas ralentiza el envejecimiento cerebral y mejora la actividad intelectual y la memoria. Además, una dieta adecuada puede mejorar el estado depresivo y la ansiedad.
En un estudio científico en el que participaron 45.826 personas se analizó el tipo de dieta que seguían. Los programas eran variados:
Programas de adelgazamiento
Dietas bajas en grasas
Dietas selectivas u otras ricas en todo tipo de nutrientes
La conclusión a la que llegaron los investigadores es que comer más vegetales y alimentos con fibra (frutas, verduras, legumbres, frutos secos, cereales) es esencial para mejorar los síntomas de depresión. Sin embargo, estas dietas no mejoraban la ansiedad.
Además, por razones desconocidas, los síntomas de mejoría frente a la depresión eran mayores en mujeres que en hombres. Por añadidura, el alivio emocional era mayor cuando la dieta rica en fibra se combinaba con la práctica del ejercicio físico, sobre todo al aire libre.
La mejor para la depresión: la dieta mediterránea
La dieta mediterránea es una de las más aconsejables para la salud intelectual y emocional. Consiste en el consumo de una alta variedad de verduras, frutas, legumbres, granos y semillas, aceite de oliva, consumo moderado de pescado, carne magra (de ave sobre todo) y lácteos fermentados (yogur, queso). El consumo de azúcares, grasas saturadas y carnes rojas es muy bajo o inexistente.
Esta dieta aporta ácidos grasos esenciales, antioxidantes, vitaminas, fibra, microminerales y carbohidratos de asimilación lenta que promueven el estado óptimo de la mente y el ánimo.
Varios estudios científicos han avalado los beneficios de la dieta mediterránea en la mejora de la depresión, incluso cuando es severa. Algunos se indican a continuación:
Una investigación efectuada en 27 mujeres siguiendo esta dieta durante 10 días;
Una investigación efectuada en 152 personas durante 3 meses;
Una investigación efectuada en 166 personas durante 12 semanas.
En particular, estos estudios hacían hincapié en la importancia del consumo de las legumbres, las verduras y los pescados azules.
Mejorar el estado de ánimo comiendo fibra podría ser posible, según la evidencia hallada en varios estudios científicos.
La salud de las tripas influye en la depresión
Las bacterias del intestino también tienen mucho que decir en el estado anímico. El intestino está albergado por miles de millones de microorganismos de unos 1.000 tipos. Estos microorganismos (bacterias sobre todo) deben guardar un equilibrio estable para que la cabeza funcione bien. Cuando los microorganismos presentan niveles alterados, aumenta el riesgo de padecer enfermedades neurodegenerativas.
Aunque todavía queda mucho por investigar, algunas investigaciones indican que las bacterias del intestino también influyen en la depresión.
Por ejemplo, un trabajo científico efectuado en Bélgica con 1.054 participantes identificó al menos dos tipos de bacterias intestinales (Coprococcus y Dialister) que presentaban niveles bajos en personas depresivas comparadas con personas sin depresión.
No cabe duda que la depresión es una combinación de muchos factores distintos, tanto genéticos como medioambientales y de estilo de vida que no se pueden generalizar.
Sin embargo, entre los parámetros hay que considerar el tipo de dieta como factor que puede jugar a favor o en contra de un estado anímico saludable.
Aunque es necesario continuar investigando al respecto, muchos ya consideran que puede que sea posible mejorar el estado de ánimo comiendo fibra (dentro de una dieta equilibrada, como la mediterránea) y también, mejorar el panorama para los pacientes con depresión crónica.
Raquel Marín
10 septiembre, 2019
Este artículo fue redactado y avalado por la neurocientífica Raquel Marín
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