A DIFERENCIA DE LOS FUMADORES, QUIENES REPORTAN TENER SEXO MENOS DE SEIS VECES AL MES, LOS NO FUMADORES SUELEN TENER SEXO EL DOBLE DE OCASIONES.
Una imagen frecuente de la cultura pop es la de fumar un cigarro después de una buena sesión de sexo, como si el inhalar tabaco mezclado con nicotina y alquitrán brindara una recarga energética o una oleada de tranquilidad en ese momento de silencio.
De hecho, algunos autores afirman que fumar un cigarro se ha convertido en un método de comunicación sutil para algunos miembros de parejas monógamas: encender el cigarro es un mensaje casi inconsciente para la pareja de establecer un momento para hablar, discutir, darse un tiempo o poner distancia entre sí.
No obstante, otros autores han detectado que el mero acto de fumar se relaciona con una serie de efectos negativos en la sexualidad. Para Panayiotis M. Zavos, director del Andrology Institute of America y profesor de andrología y fisiología reproductiva en la Universidad de Kentucky, en Lexington, los elementos del cigarro tienen consecuencias significativas en el deseo sexual, la satisfacción y la fertilidad.
Zavos explica que a diferencia de los fumadores, quienes reportan tener sexo menos de seis veces al mes, los no fumadores suelen tener sexo el doble de ocasiones. Se trata de una diferencia significativa si se toma en consideración que estas parejas se encontraban en un periodo activo de concepción.
El tabaco afecta el deseo sexual, la satisfacción y fertilidad
Actualmente Zavos busca identificar cómo y por qué el fumar tiene estos efectos negativos en el desempeño sexual, principalmente en los hombres. Tanto para su equipo de investigadores como para él, el desempeño sexual va más allá de tener “una buena erección”: se trata de un complejo sistema del cuerpo en el que influye su estado de ánimo, el interés psicológico y fisiológico por el sexo, la excitación tanto corporal como psicológica, entre otros elementos.
En sus investigaciones, Zavos ha detectado que cuando el desempeño sexual de los hombres disminuye, su apetito o interés por el sexo también. En consecuencia, la satisfacción general se ve reflejada de manera negativa.
En su estudio, Zavos les preguntó a las parejas de fumadores y no fumadores sobre su propia percepción de satisfacción sexual en una escala del 1 al 10 –en donde 1 es lo más insatisfecho y el 10 es la máxima satisfacción–, tras lo cual descubrió que las parejas de no fumadores establecían un promedio de 8,7 de satisfacción sexual y las parejas de fumadores, 5,7.
Richard Milsten y Julian Slowinski, autores del libro Sexual Male: Problems and Solutions, aseguran que los efectos de fumar impactan negativamente en las fibras del pene que interfieren en el óptimo funcionamiento de la erección.
Sin embargo, aseguran que existen otros factores que influyen en la sexualidad y el fumar es sólo uno de ellos: “No creemos necesario decir que dejar de fumar beneficiará tu vida sexual.”
¿O quizá sí?
Imagen de portada: Malèna, Giuseppe Tornatore (2000)
POR: PIJAMASURF - 08/29/2019
No hay comentarios:
Publicar un comentario