lunes, 11 de noviembre de 2019

Enfermedades Cardiovasculares: peor que un Asesino en Serie

La cardiología intervencionista permite tratar sin cirugía un gran número de enfermedades del corazón, la patología que representa la principal causa de mortalidad en el mundo

Una doctora visita a una persona aquejada por una dolencia cardíaca (Natalie Young / Getty)

REDACCIÓN, BARCELONA07/11/2019 

“La enfermedad cardiovascular mata más que un asesino en serie”, advierte la Fundación Española del Corazón, y es que esta patología representa la principal causa de mortalidad y morbilidad en el mundo. De hecho, la OMS calcula que cerca de 18 millones de personas fallecen anualmente por ello.

Así, no es de extrañar que se estén realizando enormes esfuerzos en su prevención y tratamiento. “Sin lugar a dudas, la aparición y desarrollo de la cardiología intervencionista representa uno de los mayores avances en la medicina moderna, permitiendo tratar un buen número de enfermedades cardiacas sin necesidad de cirugía”, celebran en este sentido los doctores Bruno García y Josep Guindo, especialistas en cardiología del Hospital Quirónsalud Barcelona.




Según indica la Sociedad Española de Cardiología (SEC), la cardiología intervencionista permite la realización de intervenciones a través de catéteres y sin necesidad de operar a corazón abierto, lo cual supone con respecto a la cirugía cardiaca convencional un método terapéutico menos invasivo y agresivo.

La cardiología intervencionista permite tratar muchas enfermedades cardíacas sin necesidad de cirugía

Los cardiólogos del Hospital Quirónsalud de Barcelona, recuerdan que una fecha clave en la progresión de la especialidad fue el viernes 16 de septiembre de 1977, cuando el doctor Andreas Grüentzig realizó con éxito la primera angioplastia coronaria transluminal percutánea en un paciente con angina de pecho.

“Gracias a su osadía, millones de personas en todo el mundo han podido beneficiarse del tratamiento de las enfermedades coronarias con la aplicación de angioplastia e implantación de Stents coronarios, evitando así la cirugía de bypass”.

De hecho, la SEC subraya que la evolución de las técnicas intervencionistas ha supuesto un “antes y un después” en el tratamiento de la enfermedad cardiovascular. “Tanto es así que el intervencionismo ya es capaz de dar respuesta a casi cualquier patología relacionada con el sistema cardiovascular”, resalta el doctor Bruno García. Los avances en cardiología intervencionista no se han limitado al tratamiento de la enfermedad coronaria.

“En los últimos 20 años hemos asistido al desarrollo de otras técnicas percutáneas mucho más complejas con las que podemos corregir, sin necesidad de cirugía, enfermedades estructurales del corazón tanto de origen congénito como adquirido”, sostiene el doctor Guindo.

Corregir una válvula del corazón

De todas estas nuevas técnicas, los doctores García y Guindo destacan los extraordinarios resultados alcanzados con la implantación de válvulas aórticas desde la arteria femoral, lo que conocemos como ‘TAVI’ (Transcatheter Aortic Valve Implantation).

“Lo que inicialmente fue aceptado sólo para pacientes en situación extrema que se consideraban inoperables, después de los trabajos publicados recientemente, podrá ser considerada la técnica de elección incluso en pacientes de bajo riesgo operatorio”, puntualiza el doctor Guindo.

Esta técnica está fundamentalmente indicada, y su práctica se está incrementando cada vez más, en aquellos casos en los que el paciente padece lo que se conoce como estenosis aórtica severa, una patología del corazón por la que la válvula aórtica no se abre correctamente, generando una sobrecarga del corazón que causa que el paciente sufra fatiga, angina de pecho, mareos, pérdida de conocimiento e incluso una muerte súbita.

Según indica este especialista, el corazón puede adaptarse a vivir con una válvula enferma, si bien el momento en el que surgen los primeros síntomas el pronóstico empeora y el 25% de pacientes puede morir al año si no se actúa.

El doctor Bruno García explica que para colocar la válvula habitualmente se usa la punción de la arteria femoral, con un procedimiento muy parecido al usado inicialmente en los cateterismos para implantar stents coronarios.

Entre sus principales ventajas señala que se disminuyen los efectos secundarios y las complicaciones que pueden surgir tras una intervención quirúrgica a corazón abierto, acortando estancias prolongadas en la UCI y un alta hospitalaria mucho más precoz. Además, el alivio de los síntomas, según celebra este cardiólogo, “es casi inmediato”. Sorprende ver como pacientes que llegan en estado muy avanzado, incluso crítico, se recuperan a las pocas horas de la intervención.

Otras técnicas de cardiología intervencionista

Finalmente, los cardiólogos del Hospital Quirónsalud Barcelona indican que otras técnicas que actualmente también pueden realizarse por vía percutánea, sin necesidad de cirugía, en casos debidamente seleccionados son, por ejemplo, la corrección de la insuficiencia de las válvulas mitral y tricuspídea, el tratamiento de fugas periprotésicas (en pacientes operados previamente con implantación de válvulas cardiacas), el cierre del foramen oval permeable (un defecto congénito del corazón) o el cierre de la orejuela izquierda (una parte de la aurícula del corazón) en enfermos que presentan un riesgo elevado de embolias y tienen contraindicaciones o efectos secundarios al tratamiento anticoagulante.




Desde la SEC añaden que las técnicas de cardiología intervencionista han permitido realizar un gran número de intervenciones “de forma segura, eficaz y con mucha menor agresividad para el paciente”.

“Con estos tratamientos percutáneos se reduce drásticamente tanto la estancia hospitalaria del paciente como el tiempo en el que éste puede reincorporarse a su actividad habitual. Así, prácticamente la mitad de los procedimientos pueden hacerse con ingresos hospitalarios más cortos y, en ocasiones, incluso sin necesidad de ingreso del paciente”, agrega la sociedad científica.


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