Hay tres calendarios de vacunaciones.
Uno el oficial que promueve el Ministerio de Sanidad, otro el de cada Comunidad Autónoma y por último el que hace el principal lobby de las farmacéuticas que fabrican vacunas, la Asociación Española de Pediatría (AEP).
Esta es una historia de pediatría comercial o de antivacunas corporativos institucionalizados. ¿Quién hace los calendarios de vacunaciones?
En ocasiones me he preguntado ¿quién hace en realidad los calendarios de vacunaciones en España (y en cualquier parte del mundo)? Las vacunas se recomiendan -su uso no es obligatorio- en los llamados calendarios de vacunaciones. Aparte, en el mercado hay otras vacunas pero en los calendarios -uno por cada comunidad autónoma, al menos en España- están las que «se pone todo el mundo», por escribirlo de manera llana.
Pero ¿quién los hace? La realidad es que hay muchas vacunas ofertadas y unas son más necesarias que otras y unas son más efectivas que otras y los niveles de seguridad pueden variar mucho según la que escojamos como ejemplo.
Para los fabricantes de vacunas es fundamental que sus productos estén incluidos en esos calendarios. ¿Cómo conseguirlo? La herramienta clave es el Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría (AEP). Ésta sociedad médica aprueba cada año su calendario vacunal, al margen del que hace el Ministerio de Sanidad que es el oficial.
Pero claro, esta asociación que se autocalifica de «científica», tiene relaciones comerciales con las farmacéuticas fabricantes de vacunas (GlaxoSmithKline, Novartis, Pfizer, Sanofi Pasteur MSD y AstraZeneca). Así viene siendo habitual desde hace años.
Claro, el mamoneo entre médicos que ejercen de comerciales y los fabricantes de vacunas se lo traen a cuenta de la «colaboraron en actividades docentes«, es decir, se le da un barniz «científico» a lo que es un vulgar intercambio de cromos: tu me das dinero, yo te promociono tus vacunas (en unos casos con mayor sutilidad que en otros).
La pediatría comercial se retrata así. Observad, nos lo cuentan ellos mismos, el Calendario de vacunaciones de la Asociación Española de Pediatría: Recomendaciones 2020 de la Asociación Española de Pediatría. En concreto os pido que vayáis al capítulo en el que se explican los «conflicto de intereses» o intereses directamente de quienes lo han hecho que son:
Francisco José Álvarez García, María José Cilleruelo Ortega, Javier Álvarez Aldeáne, MaríaGarcés-Sánchez, Nuria García Sánchez, Elisa Garrote Llanos, Ángel Hernández Merino, Antonio Iofrío de Arcel, Manuel Merino Moínam, Abián Montesdeoca Meliáno, María Luisa Navarro Gómez, JesúsRuiz-Contreras, en representación del Comité Asesor de Vacunas de la AEP».
Dicho capítulo está por la parte de abajo, yo os resumo un poquito:
FJAG ha colaborado en actividades docentes subvencionadas por GlaxoSmithKline, Novartis, Pfizer, SanofiPasteur y MSD y ha actuado como consultor de GlaxoSmithKline, Novartis, Pfizer, SanofiPasteur y MSD.
MJCO ha colaborado en actividades docentes subvencionadas por GlaxoSmithKline, Novartis, Pfizer, SanofiPasteur y MSD, como investigadora en ensayos clínicos de Glaxo Smith Kline y Pfizer y como consultora en de GlaxoSmithKline, Novartis, Pfizer, Sanofi Pasteur y MSD.
JAA ha colaborado en actividades docentes subvencionadas por Astra, GlaxoSmithKline, Pfizer, Sanofi Pasteur y MSD, como investigador en ensayos clínicos de GlaxoSmithKline y Sanofi Pasteur y como consultor en de GlaxoSmithKline, MSD, Sanofi Pasteur y Pfizer».
Y estos son son sólo tres primeros de la lista de doce personas que impulsan el calendario de vacunas de los pediatras, todas las cuales cobran de los productores de las inmunizaciones que ellos recomiendan.
Me pregunto si no pasarán más tiempo con sus patrocinadores que con los niños ejerciendo la pediatría. Y me pregunto si esto no es una labor comercial más que clínica. Y supongo que os preguntaréis si a la postre no estamos vacunando de lo que le interesa a los laboratorios más que lo que necesitan nuestros hijos.
Cuánto daño están haciendo a la buena imagen de las vacunas estos antivacunas. Un ejemplo es que existen en el calendario de vacunaciones de la AEP dos vacunas no financiadas públicamente por ser innecesarias.
No son oficiales pero ellos las promueven incluso haciendo publicidad directa al consumidor, prohibida por ley, en redes sociales como Twitter donde esta navidad se ha podido ver cómo alguna pediatra ha llegado a promover vacunas no financiadas como regalos (en las fotos).
La pediatría comercial no se detiene ante nada. Con tal de vender destrozan la credibilidad de las vacunas que funcionan. Sin ciencia ni ética. Todo por la pasta y no precisamente la de dientes.
Por Miguel Jara 8 de enero de 2020
No hay comentarios:
Publicar un comentario