La lista de los efectos secundarios en las etiquetas, empaques y anuncios de los medicamentos recetados se ha multiplicado hasta un promedio de 70 por medicamento, según informa un nuevo estudio.
Las precauciones acerca de los efectos secundarios fueron diseñadas para informar a los médicos y consumidores de los peligros potenciales, pero esta expansión puede tener más que ver con las preocupaciones acerca de los litigios en lugar de las preocupaciones reales de salud, dicen los autores del estudio, que argumentan que la información podría ser presentada de manera mucho más eficiente.
"Tener un gran número de efectos secundarios en la etiqueta de un medicamento no debe sugerir que el medicamento no es seguro. De hecho, gran parte de este etiquetado tiene poco que ver con la toxicidad del producto y está más relacionado con proteger a los fabricantes de demandas potenciales", dijo en un comunicado de prensa el autor principal del estudio, el Dr. Jon Duke, investigador del Regenstrief Institute y profesor asistente de medicina en la escuela de medicina de la Universidad de Indiana.
Un análisis de más de 5,600 etiquetas de medicamentos y más de 500,000 efectos secundarios encontró que las etiquetas de medicamentos recetados incluyen en promedio 70 diferentes efectos adversos potencialesun número que aumenta a 100 efectos secundarios para algunos medicamentos comúnmente recetados.
Algunos medicamentos en el rango superior incluso listan hasta 525 reacciones.
Duke señaló que el gran número de efectos secundarios que se indican podrían sobrecargar a los médicos que deben filtrar esta información para tomar decisiones informadas acerca de los medicamentos en beneficio de sus pacientes.
Para el estudio, publicado en la edición del 23 de mayo de la revista Archives of Internal Medicine, los investigadores compilaron una lista de los tipos de medicamentos recetados que tenían más probabilidades de tener un elevado número de efectos secundarios en la etiqueta. Estos medicamentos incluyen antidepresivos, medicamentos antivirales y los nuevos tratamientos para el síndrome de piernas inquietas y la enfermedad de Parkinson.
A pesar de la abrumadora cantidad de información que se encuentra en el etiquetado actual de los medicamentos, Duke argumentó que los datos podrían ser útiles si se presentan correctamente.
"Con la tecnología actual, las etiquetas de los medicamentos podrían ser transformadas de documentos largos y estáticos a recursos dinámicos, capaces de dar información personalizada al paciente. Dichas etiquetas podrían tener en cuenta las condiciones médicas de cada paciente y poner de relieve los efectos secundarios que podrían ser especialmente peligrosos", explicó.
"No podemos detener la creciente ola de información sobre medicamentos, pero podemos hacer un mejor trabajo al presentarla de manera eficiente a los proveedores de cuidado de la salud", concluyó Duke.
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTE: Escuela de Medicina de la Universidad de Indiana, comunicado de prensa, 23 de mayo de 2011
HealthDay
Mary Elizabeth Dallas
Traducido del inglés: viernes, 27 de mayo, 2011
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